Capitulo 1

577 27 1
                                    

El se fue, se fue sin despedirse, se fue y no miró atrás, no le importe yo, no le importó nuestro amor. Fue en lo único que pude pensar durante minutos, horas y días. Siento las lágrimas caer en mis mejillas una vez más, quiero gritar, gritar hasta que ya no duela, hasta que sus recuerdos se borren de mi memoria, se borren de mis labios y de mi cuerpo, gritar hasta que cada vez que cierro los ojos no lo sienta junto a mi, no sienta su tacto, sus labios sobre los míos y todas sus promesas. El nudo en mi garganta me impide gritar todo lo que quiero.

"Yo te amo tanto Nefertari" El pecho se me oprime ante su recuerdo y tengo que tomar con fuerza una bocanada de aire.

Me prometiste tantas cosas, que hoy me hacen daño, siento que el corazón cada vez se me quiebra un poco más. ¿Dónde está el amor que dijiste sientias por mi?.

¿Por qué prometiste tantas cosas que hoy me hacen tanto daño? ¿Qué te faltó de mi? ¿Que hice mal? ¿Amarte? ¿Darte mi alma y mis sentimientos? Te di mi corazón y no supiste cuidarlo, no fue suficiente para amarlo como el te ama a ti.

Hoy me dejas un corazón sin vida, un corazón que no te va a olvidar nunca. Te vas y no me dejaste nada, solo me dejaste con mi soledad.

Ojalá y sea tan fácil borrar de mi memoria tus recuerdos, pasamos de ser todo a nada, ¿Por qué no te llevaste contigo todos tus recuerdos? ¿Por qué Moises? Aún me cuesta asumir que te fuiste, no me llevaste contigo, yo te dije que contigo iría hasta el fin del mundo. Te dije que tu eras al único hombre que quería en mi vida. Te di tanto, te di tanto amor que ahora que te fuiste me siento vacía.

Con todo el amor que te tengo me estás obligando a odiarte, pero siempre vuelves, en cada sueño que tengo, se que va a costar, se que voy a tardar en olvidarte de una vez, pero, tuve tantos momentos felices a tu lado que me hacen olvidar un poco el dolor.

Aún a pesar de todo te amo tanto como te odio.

♡♡♡♡♡

Los días, meses y años pasaron, lamentablemente muy lentos para mí, aún lo recuerdo, aún me duele, pero ya no como lo hizo un día.

Y aquí estoy, sentada, en este lugar que fue testigo muchas veces de nuestro amor. Este lugar que fue testigo de como me entregué a él en alma y cuerpo.

¿Donde estará? ¿Se acordará de mí como yo lo hago con él? ¿Me habrá amado como él tantas veces dijo amarme? ¿Me habrá amado realmente algún día? ¿Habrá encontrado el amor que dijo tenerme en alguien más? Ese solo pensamiento hace que mi corazón se comprima en mi pecho y que la respiración se me dificulte.

Por más que trate de ocultarlo, por más que me repita una y otra vez a mi misma que ya no siento amor hacia él, se que me engañó, se que muy en el fondo de mi corazón, oculto aún esta el amor que aún siento por él.

Odio eso, odio amarlo aún, odio que con solo pensar en él, en sus labios sobre los míos, en su cuerpo sobre el mío, en sus manos acariciandome, aún logré erizarme la piel... justamente como ahora.

Un ruido me saca de mis pensamientos y miro hacia la orilla del Nilo, donde está sacando rocas para jugar, el pequeño hombrecito que ahora ocupa todo mi amor, cuando me enteré de su existencia, fue la noticia más feliz que pude tener. Ese pequeño ser humano de ahora 4 años y próximo a cumplir sus 5 años, vino a traerme la paz que él se llevo cuando me dejo.

Ahí, corriendo con algunas piedras hasta donde estoy venía Abayomi, que su significado es "el que trae alegría". Porqué fue eso lo que la llegada de él trajo a mi vida, muchas alegria y paz.

-Mami, ¿Me ayudas a armar un castillo con las rocas? -me sonríe esperanzado a que lo ayude.

-Claro que sí mi amor, pero esas son pequeñas, vamos a buscar una lo suficientemente grande para hacerla de base, ¿Qué me dices?

-Sii... pero, vas a tener que traerla tu porque yo aun no soy tan fuerte -dijo, alzando sus brazos para hacerme ver sus músculos.- Pero voy a entrenar mucho para algún día ser como el tío Ranses -dijo sonriendo- y también... como papá -dijo sonriendo tristemente y bajando la vista a sus manitos.

-Lo harás mi amor, serán tan fuerte como lo fue tu papá -a pesar de todo, siempre le hablé a mi hijo de su padre con amor, por más que tuve la oportunidad de no decirle nada sobre su padre, no lo hice, yo quería que él supiera que Moises es su padre- Y claro que sí, yo la traigo mientras tu puede traer otras pequeñas -le dije levantándome, agarre su manito y caminamos juntos a buscar algunas rocas.

Tuve la oportunidad de no contarle sobre su padre, el mismo Ranses se ofreció a serlo, pero no podía hacer eso.

También me insistió mucho a que yo asuma como su reina, el quería casarse conmigo y darle un padre a mi hijo, pero ¿Cómo podía yo hacer eso? ¿Cómo podría casarme con él amando a otro hombre?

-Nefertari, pero Moises se fue, te dejo, LOS dejo, no le importo nada y se fue sin más, sin despedirse siquiera -me dijo.

-Lo sé, pero eso no impide que aún lo ame como lo hago -le dije, con lágrimas en los ojos y con el corazón comprimido.

-¿Alguna vez me darás una oportunidad? ¿Alguna vez te abrirás de nuevo al amor y me dejas amarte? -dijo mirándome esperanzado.

-Yo... -alce la mirada a sus ojos y con toda sinceridad le conteste- Yo, lo siento Ranses, quisiera corresponderte, pero lamentablemente no puedo, yo no mando en mis sentimientos.

-Esta bien, pero eso no me impedirá que siga luchando por ganarme tu amor. -hizo una pequeña sonrisa- pero, ¿aún somos amigos cierto? ¿Me dejarás estar cerca de ustedes dos? -dijo colocando una mano en mi vientre apenamente abultado.

-Claro que sí Ranses -le sonrei- eres mi amigo, fuiste como hermano de Moises y por lo tanto un tío para mi bebé. -le dije abrazandolo.

Y así fue, Ranses se comporto como un caballero, de vez en cuando me hacía insinuaciones pero finalmente un día desistió y encontró el amor junto a Ana, una precios mujer que justamente están esperando a su primogénito.

-Mami -la voz de mi hijo me sacó de mis pensamientos- papá... ¿volverá algún día? -su pregunta me dejó helada, sentí una gota de sudor bajarme por la espalda, yo no le dije que su papá nos abandonó, nunca le dije que se fue, la imagen de Moises sigue intacta ante sus ojos.

-No lo sé mi amor, tú... sabes que tu papá está en una guerra sin fin, donde no sabe cuándo se podrá acabar, el te lo dijo en las cartas ¿no? -si, así es, cada dos semanas o cada un mes a mi hijo le llegan supuestamente cartas de su padre, donde le ponía lo mucho que lo amaba y las ansias que tenía que la gran guerra llegara al fin, para así poder conocerlo. Esto realmente se me fue de las manos, cuando el tuvo la suficiente noción para preguntar por su papá entre en desesperación y me salió decirle eso.

-Si mami, lo sé, ojalá y vuelva pronto, ojalá la gran guerra termine y podamos estar juntos los tres, como una familia -dijo sonriendo, el corazón se me comprimio una vez más, solo pude estirar mi mano hasta su mejilla, acariciarla y sonreírle con los labios cerrados tratando que las lágrimas no se me saliera- Lo importante hijo mío, es que Moises tu padre te ama mucho.

¿Cómo no llorar al sentir su deseo? ¿Cómo decirle que su padre no va a volver? ¿Cómo decirle que su padre no sabe de su existencia? ¿Cómo decirle que muy probablemente su padre tiene otra esposa e hijos?

NefersesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora