Neferses

Capitulo 2

Los nervios me controlan y no sabia el porqué, desde que me levanté tenía un nudo en el estómago. Mi corazón se aceleraba como si algo importante fuera a suceder.

Lo atribuía a las nuevas responsabilidades que ahora tenía, lamentablemente Ranses, Ana y su bebé murieron por un ataque de los Inditas, mientras ellos paseaban.

Así que no le quedo otra opción que asumir ella como la nueva Reina de Egipto, la reina del alto y bajo Egipto.

De eso ya hace medio año, Egipto en su mandado próspero un montón, su primer momento importante fue hacer que los Hebreo ya no fueran esclavos, que ellos pudieran vivir sus vidas como cualquier otra persona.

Pero hoy, justamente hoy tenía los nerviosa de puntas y no sabía el porqué, decidió despejarse un poco e ir con su hijo y la princesa Henumire. A los lejos los vio a ambos charlando y riendo.

Se paró un rato a admirar a su hijo, era una mezcla exacta de Moises y ella, nadie que hubiera conocido a su hijo podría negar que era una calcomanía de los dos juntos. Sonrió con tristeza al pensar una vez más en Moises. Seis años, hace seis años que se fue pero le dejó lo más preciado para ella, su hijo.

Se acercó donde estaban, interrumpiendo la charla de su hijo con su abuela.

-¿Que dicen si hoy vamos a pasear a la villa? -dijo sonriendo y acariciando la cabeza de su hijo

-Me encantaría Nefertari pero la verdad es que estoy demasiado cansada, me gustaría rescostarme un poco -le dijo Henumire dándole una pequeña sonrisa.

-Esta bien Henumire y tu hijo ¿Qué dices? ¿Te gustaría?

-Claro que sí mamá -dijo Abayomi poniéndose de pies y parándose junto a su madre- Abuela, te acompaño hasta tu cuarto.

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En lo que estaban paseando en la villa, Abayomi se separó de Nefertari un momento.

Abayomi camino viendo las cosas exhibidas que había en la villa para comprar. Hasta que se dio vuelva y no vio a su madre, camino tanto que se separó de ella sin darse cuenta, sus ojos se llenaron de lágrimas y su labio tembló a más no poder.

-Mamá -grito, pero Nefertari no está, no venía a su encuentro.

-Niño ¿A quién buscas? ¿Estás perdido?

-Si, solo me separé un momento de mi madre y ahora no la veo por ningún lado -hablo con la voz quebrada

-Vamos -dijo Moises estirando su mano para agarrar la suya- yo te ayudaré a buscar a tu madre.

Moises, hace una semana se enteró que el Rey Sety había muerto, también que Ranses quedó en su lugar y que lamentablemente murió por un ataque y que ahora es Nefertari la que está reinando, ni bien supo eso, agarró sus cosas para volver a Egipto, por fin podía verla de nuevo, estar junto a ella, tenía tantas ganas de verla, abrazarla y besarla. Pero el niño andaba perdido, no podía dejar un niño perdido por más apurado que él este por reencontrarse con el amor de su vida, a la mujer que no pudo dejar de pensar ni un día, a la mujer que no pudo olvidar.

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Nefertari estaba con el corazón en la boca, no sabía dónde estaba su hijo, se acercó a una persona por unos minutos y cuando volvió no vio a su hijo. ¿Serian estos los nervios que presintio cuando se levantó? Temia tanto que usaran a su hijo para un ataque contra ella.

-Mamá -sintio que la llamaba Abayomi y sintió por un minuto que volvió a respirar con normalidad.

Cuando se dio vuelva para ver a su hijo, sus ojos no estaban más que en él, lo abrazó con fuerzas, cerrando sus ojos, en ese momento no existía nada más que su hijo.

Moises estaba sorprendido, nunca imaginó que la madre del muchacho sería nada más y nada menos que el amor de su vida, sus ojos se le llenaron de lágrimas al verla de nuevo, después de seis años, seguí tan hermosa y majestuosa como siempre. Quiso decir algo pero, no le salían las palabras, solo pudo abrir la boca para dar pequeñas bocanadas de aire.

-Por los dioses Abayomi ¿Por qué te separaste de mi? Hijo no lo vuelvas a hacer por favor -pidio Nefertari mirándolo a los ojos

-Lo siento mamá, pero este amable señor me encontró y me ayudó a buscarte -dijo mirando a Moises.

Cuando Nefertari levantó la vista, no esperó ni en un millón de años ver a la persona que la abandonó, a la persona que la dejó sin más, sin despedirse, la persona que se fue dejándole el corazón hecho añicos. Ahí, parada frente a ella estaba él, estaba el gran amor de su vida, estaba Moises. Su mente quedó en blanco, cerró los ojos muy fuerte en un vago intento porque él desapareciera, pero cuando los volvió a abrir ahí estaba él, parado frente a ella.

Y fue en ese momento que cayó en cuenta, cuanto lo había extrañado, cuanto lo había añorado de nuevo, sus ojos se llenaron de lágrimas y de su boca no salía nada, no iba a llorar ni a tirarse a sus brazos, por más que moría por hacerlo, no iba a darle el gusto de verla así. Por un momento se perdió en su mirada, que la miraba como si él estuviera viendo el diamante más precioso, pero ¿Por qué la miraba así? Él la abandonó, y en ese momento todos esos recuerdos, todo ese dolor volvió a ella, endureciendo su mirada, mirándolo con odio y despreció.

-Nefertari - habló por fin moises, tragando en seco.

-Moises... -solloce, abrí y cerré mi boca varias veces para que el aire pueda entrar a mis pulmones y así poder respirar un poco, él está ahí, frente a mí.

-Nefertari - susurra y hace una pequeña sonrisa, aún en mi shock al tenerlo frente a mi, veo que levanta lentamente su mano para llevarla hasta mi rostro. No lo soporto, siento que me quebró una vez más, aparto el rostro para que no me toque.

-No... no lo hagas, por favor -bajo la mirada hasta mis manos que están temblando, no me toques que duele- No me toques. -di unos pasos hacia atrás, vi en sus ojos que estaba dolido, pero ¿Dolido de qué? Él no tiene derecho a mirarme así, él no, cuando él es el culpable, cuando él fue el que me dejó.

-Nefertari... por favor, tenemos que hablar, escúchame por favor, por los dioses te lo pido -la miro esperanzado.

-El aquí y el ahora no es un buen momento -¿Por qué de la nada vuelves a aparecer haciendo como si nada y queriendo hablar como si nada hubiera pasado?.

-Esta bien, como tú quieras, espere seis años por este momento, puedo seguir esperándote mi am...

-Callate y no digas nada más -Lo corto Nefertari, ella no podía, se negaba a volver a caer en sus palabras.- Mañana te esperó, tenemos mucho de lo que hablar y ponernos a cuenta -le dijo con rabia en sus palabras. Se dio la media vuelta, respiró y se marcó, ella tenía que estar bien por su hijo, ella logró escuchar en un susurró la respuesta de Moises "Esta bien, mi amor" y el corazón se le aceleró, pero no dijo nada ni tampoco se dio la vuelta. Él no podía ver que sus palabras le afectarán como lo hizo, como después de seis años lo siguen haciendo.

Moises la vio marcharse con Karoma y su hijo, y ahí cayó en cuenta, Nefertari tuvo un hijo, ella lo había superado, ella no lo esperó como el le pidió en aquella carta que dejó para ella.