Las clases habían terminado, ya eran las 5:30 de la tarde, faltaba media hora para que pudieramos irnos a nuestra casa, y lo peor de todo esto es que por ser luna nueva, lo recomendable era que estuviéramos en casa, respirando pausadamente por el dolor que causaba la transformación. Mi hermano estaba moviendo su pierna todo el tiempo y estaba comenzando a perder la paciencia al verlo. Estabamos sentados en una clase cerrada y pequeña, el sudor se acumulaba en mi frente, y gotas frías caian por mi espalda, era como tener una fiebre de 40° mis dientes comenzaban a agrandarse, sentia el dolor en mis encías y no hablemos de mis uñas, todo estaba cambiando, y no solo a mi, sino a mi hermano también, y eso me aterraba, que alguien se fijara en nosotros. El profesor se desperezo un poco y vio su reloj, faltaban 15 minutos para las 6.
-Los dejaré salir mas temprano, tengo que ir a cenar con mi madre. Largo.- y al sonar estas palabras me levanté rápidamente tirando mi escritorio, junto con Gael. La salida quedaba a unas 10 clases de donde nos encontrabamos, jamás la habia sentido tan eterna, antes de poder salir, el grupito del todopoderoso Zack Holmes estaba esperandonos, esto se hiba a poner feo, lo presentía.
-Henry, Kyle, tomenlos por los hombros.- y asi hicieron sus estúpidos seguidores. Me estaba controlando, respirando pausadamente como me habían enseñado.
-Sueltenme porfavor.- dije sin abrir la boca tanto para evitar que se notaran mis colmillos. Zack se acercó y me dio un golpe en el estómago, haciendome aullar de dolor. Vi a mi hermano respirando forzosamente, sus ojos verdes se estaban transformando, de su verde claro a unos amarillentos verdaseos.
-Yo te dije muñeca que no me molestaras.- dijo con una sonrisa socarrona.
-Eres... un... cobarde.- dije tomando aire. -Nunca podrías ganarme sin necesidad de tus gorilas, eres una niña. - recibí una cachetada. Okey, me había hartado, le golpeé al chico que me tenía sostenida, chocandolo contra los lockers, dándole un puñetazo en la cara a Zack, una y otra vez, hasta que mi hermano me tomó por los hombros.
-¡¿Tu collar dónde está?!- gritó mi hermano zarandeandome de los hombros, tomé mi mochila y saque del bolsillo pequeño el collar, lo abroche a mi cuello y me levanté, viendo que el grupo de Zack estaba en el suelo sangrando. Miré fijamente a Gael.
-Tenemos que irnos.-
-Vamonos rápido. Antes que alguien se de cuenta de lo que pasó aquí. - salimos corriendo de allí, tomando el camino en el bosque, ya la luz del sol era poca, el crepúsculo y sus colores pintaban el cielo y el ambiente, sería hermoso, claro, sino fuera por que estas corriendo para poder esconder tu licantropia. Poco a poco comenzaba a aumentar la velocidad, al igual que mi hermano, llegamos a la casa jadeando, mamá nos estaba viendo con reprobación al igual que papá, el dolor en mi pecho comenzaba a aumentar.
-Una noche, les pedí que vinieran temprano.- nos reprochó mamá.
-Es solo otra luna llena mamá. - dijo Gael, tirandose al suelo.
-No Gael.- dijo mi padre seriamente. -Hoy hay eclipse lunar, saben lo que significa. -
-Hoy salen los cazadores...-dije.
-Y también los vástagos.- dijo papá viendo a mamá y mi hermano con preocupación, ya que hace unos años hubo un accidente con uno de los vástagos del norte, el cuál dejo a mi madre a punto de morir, sino hubiera sido porque Gael alertó a papá, no tendría una madre el día de hoy. -Es de suma importancia que hoy traten en todo lo posible no alejarse de la casa...- antes que terminara se puso en modo alerta, no solo él, sino toda la familia, hasta Kira habia dejado de azicalarse para prestar atención, a un aroma peculiar, cerré mis ojos tratando de reconocer el aroma, era terroso, con algún tipo de colonia masculina, y podría decir con un olor de menta, no era un olor común donde viviamos. Kira levantó las orejas y lanzó un aullido quejumbroso, haciendo que me asustara. Se oyó que abrieron la puerta trasera, y alli estaba el aroma más fuerte.
-Ese olor...- dijo Gael frunciendo la nariz y frente, cosa que hacia cuando pensaba. Mamá lanzó un grito ahogado.
-Es... Es el aroma de un Vástago. - me quede petrificada, viendo a mi hermano.
-Gael, Aleksa, vayan hacia el acantilado.-dijo papá, sintiendo la presencia vastaga cerca.
-Papá pero mamá y tu...-
-¡Gael llevate a Aleksa ahora!- gritó, y justo después de eso la puerta trasera sonó, el vástago habia entrado a nuestra casa, Gael me tomó del brazo y me halo lejos de allí, comenzamos a correr, el acantilado que decia mi padre quedaba 10 km hacia arriba, el día de hoy todo fue eterno, la salida de la escuela, y ahora el acantilado, sentí una opresión en mi pecho y un dolor también, haciendo que cayera de rodillas sobre la tierra, maldita transformación.
-Vamos Aleksa, no tenemos tiempo.- dijo Gael tomándome de los hombros y hechando a correr conmigo. Ya veía el acantilado, mis piernas no daban para más, la luna ya estaba en su punto más alto, Gael cayó al piso aullando de dolor, lo comprendía, porque yo igual me estaba muriendo de dolor. Caí de rodillas una segunda vez, esta vez el dolor era más agudo, ya sabia yo que la transformación estaba comenzando, pasé mucho tiempo de esa manera. Y finalmente sucedió, el dolor habia parado, lancé el último grito como humano, oyendo el cambio de voces, entre la humana y la del lobo. Sentí la tierra y las piedras bajo mis pies, mi nariz húmeda, una claridad de la noche, y mis sentidos abiertos, me fije en mi hermano, su grisaceo pelaje brillaba bajo la lua de la luna, en contrate con el mio. Cuando la transformación esta completa, ya no sabes quien eres, no te controlas, y olvidas todo, como lo que ahora me va pasar...
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Gael en multimedia :)
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She Wolf
Werewolf"-Entiende Aleksandra, no somos normales.- dijo mi hermano Gael. -Yo no pedí ser un monstruo.-dije con lágrimas en los ojos, mientras el dolor en mi pecho seguia aumentando. -Mientras más rápido aceptes tu naturaleza, menos doloroso será. - acarici...