Un digno esclavo de la maldad

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Capítulo #8

Rin

—Bueno, tienes que entenderlo, no la dejaría si la ama tanto —habló su hermano.

Hace rato ya que le había contado a Len lo que Kaito y ella habían hablado. Por supuesto, él no entendería por lo que estaba pasando. Se encontraban en la oficina personal de la reina, pero Rin no tenía cabeza para atender sus asuntos reales, debía encontrar una forma de traer a Kaito devuelta, conquistarlo.

—¿Me estás escuchando? —su gemelo chasqueo los dedos frente a ella.

—No tengo tiempo para juegos, esto es serio —dijo disgustada.

—Vamos Rinny, no es el fin del mundo, será mejor que te enfoques en otra cosa.

La reina lo vio desolada y con voz apenada empezó.

—Ayúdame a obtener el corazón de Kaito, sólo eso podría hacer que volviera a estar como antes.

—Es que no me parece bien, digo...no me quiero meter en esos asuntos y en especial tener problemas con mi mejor amigo —Len suspiró.

—Por favor, dijiste que harías cualquier cosa por mi, de verdad anhelo estar junto a él —insistió la joven triste.

Len

Nunca pensó que tenía que decidirse por su hermana o su mejor amigo.

A Rin le habían roto el corazón, pero eso se supera con el tiempo. Lo que le pasaba a su hermana no era normal, no cuando quería separar a una pareja. Él lo sabía, habría que ponerle un limite ya que no siempre obtendría lo que quería, sin embargo, de pequeña sufrió como nadie, quizá hacer esto...no sería tan malo, sólo era convencer a Kaito de pensar bien las cosas.

Si desiste, yo la alejaré de él.

—Bueno lo haré, pero si de verdad no quiere nada contigo tendremos que dejarlo en paz —advirtió el sirviente.

—¡Es genial! Muchas gracias hermano —Rin se le tiró a sus brazos.

Si que lo valía.

La puerta fue tocada en ese momento por lo que ambos se separaron de inmediato, su melliza se aclaró la garganta y se ordenó la melena.

—Adelante.

Volvió a su lugar de antes esperando al invitado.

—Majestad, lady Megurine esta esperando por usted —anuncio un guardia.

—Hazla pasar.

Luka entró sonriendo ampliamente, su vestuario era elegante, como de costumbre. Len mantuvo la vista fija en las paredes fingiendo actuar desairado; conocía bien a esa mujer.

—Vengo para hablar de nuestros planes, ya es hora de acelerar todo.

—Claro, déjame revisar los papeles —Rin se dio la vuelta mirándolo—, ya puedes irte a comer, no te necesito por ahora.

Len no quería irse, algo le decía que Luka nunca fue buena, ambiciosa igual que el hombre que le dio la vida; dado que su gemela se comunicó con él con los ojos, no tuvo de otra que abandonar la oficina haciendo una reverencia. Al salir se dirigió afuera del palacio para verse con su amigo, de camino hubo una chica castaña que entrenaba con mucha pasión, a su lado tenía a Kaito, ambos conversaban muy alegres.

—¡Ahí estás! —saludó su amigo.

—Con que es cierto que tú y el sirviente de la reina son amigos, que rápido —habló la desconocida limpiando su sudor.

Sirviente Del Mal ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora