REALIDAD

10 1 0
                                    

-Por favor un médico, un médico!!!!- entraba una persona llevando en el hombro a una mujer de aparentemente 20 años por lo que calculo- SALVEN A MI HIJA POR FAVOR, FUE HERIDA EN EL ABDOMEN, LOGRAMOS HUIR DE SUERTE, POR FAVOR, MI HIJA, NO LA DEJEN MORIR POR FAVOR… – sus gritos ahogados no dejaban que disfrute de mi delicioso plato de betarragas y papas hervidas con algo de cremas, giré hacia ellos y no podía quitar mi mirada de ambos personajes, las personas se juntaron haciendo un tumulto mientras la señora, mamá de salvador, se acercaba a hacerle un chequeo.
Sentí un frío golpe cuando la doctora levantó la mirada hacia el padre, le puso la mano derecha en el hombro izquierda y le dijo que no de forma silenciosa, un silencio que sería destruido por los gritos desgarradores del padre, todos los demás se iba alejando con una mirada triste en sus rostros, me acerqué y estando ya a unos metros oí a la señorita decirle a su destrozado padre- “ pa…pá… pronto veré a mamá, por favor, no vengas pronto…perdo…name por no acompañarte mu…cho tiempo, no llores papá… - decía mientras sus lágrimas fusionaban levemente con su sangre- por fa…favor papá, no llo…- y un melancólico silencio desbordó el lugar, extrañamente sentí un nudo al ver como el señor cargó el cuerpo de su hija a un incinerador para evitar que su cuerpo comience su descomposición, tal parece que el hábito de enterrar a sus muertos como hace años se ha perdido, el sonido seco de su cráneo chocando con el frio metal para luego oír su cuerpo incinerarse, sinceramente no sabría qué decir, no eran tiempos para hacer bromas así que decidí ir a acompañar al señor en su dolor, o si quiera hacerle compañía, perder a alguien no ha de ser fácil y mucho menos si ya lo has perdido todo.
-Hola soy Enny, mucho gusto – extendí la mano con una leve sonrisa ante sus ojos llorosos y solo bajo la mirada para seguir sufriendo una dura perdida- ¿está ocupado el asiento? -pregunté y recibí silencio por segunda vez- Sabe, yo nunca llegué a conocer a mis padres, de hecho, solo sé que mi padre dio todo por mí- dije de forma suave para generar una pequeña conversación.
-Ella era mi hija, la tercera y última hija que me quedaba, toda mi familia se ha ido…- al parecer si necesitaba soltar un poco o por lo menos compartir su dolor-
-Yo vengo de los terrenos altos, viví literalmente críada por robots y vine hacia acá en cuantos las centrales eléctricas comenzaban a fallar y por ende, los robots dejaban de funcionar y me sumergí en soledad y silencio- al parecer ya estábamos rompiendo el hielo y podría ayudar a que se reincorpore-
-Su nombre era Margaret – lo decía con tanto dolor que con solo verlo sentías lo mismo- solía jugar con sus dos hermanas hasta que todo comenzó, su madre fue la primera en dejarnos por salvar a Margaret y por eso ella siempre se culpó por ello- comenzó a llorar de nuevo- ¡¡por qué debía irse un ser tan noble Enny, por qué!! – por primera vez me hicieron una pregunta que no podría responder.
-Yo, emm…pues veras, las cosas no son como uno las…-
-¡¡Enny!!- se oía a salvador llamándome, vaya momento para interrumpir.
-Lo siento, debo irme señor- le puse una mano en el hombro derecho y me alejé.
-Miguel, me llamo miguel…eres tan parecida a ella- mencionó esto último entre líneas
-Mucho gusto Miguel, ya sabes que yo soy Enny – sonreí y fingí no haber oído lo último, no sabía que decir al respecto y Miguel solo volvió a mirar el vacío pero esta vez más tranquilo, como si recordara todos los buenos momentos vividos con su familia, me alegra haber ayudado en algo al menos.
Me acerco al sector médico en donde se encontraba la doctora y su hijo, los veo preocupados pero al verme cambian de rostro.
-Enny, iré en búsqueda de provisiones para reabastecernos, ¿deseas ir conmigo? Sé que no te gusta estar encerrada- me lo decía salvador, el ser más desconsiderado conmigo.
-Ya que me lo suplicas no tengo de otra que llevarte de la mano- amaba ese gesto de enojo en su rostro después de cada broma que le hacía y veo que a su madre también le hacía gracia.
- BUENO – decía esto en voz alta- debemos irnos poco antes del amanecer para aprovechar al máximo.
Dicho esto la madre de salvador me tomó de la mano y me dio un paseo por todo el centro comercial mientras me contaba todo respecto a mi padre, me dijo que solía ser bromista como yo, me contó que estudiaron juntos en la secundaria aunque tiempo después dejaron de comunicarse, me dijo que él solía ser cariñoso pero que poco a poco la vida lo fue endureciendo y que ella se consideraba parte de ese cambio, ya que ella prometió ser su mejor amiga por siempre pero eso jamás ocurrió.
Ella se fue a otra ciudad y frecuentó a otras personas olvidándose así de mi padre, en lo que pudo haber sido una relación, interesantemente se sabía toda la historia amorosa de mi padre y me contó a detalle muchas de ellas, pero para resumirse viene siendo él un constructo de lo que debió ser para no sufrir, me contó que le ocurrieron muchas cosas, pero que fueron esas mismas cosas lo que lo convertirían en lo que fue para convertirse en un héroe en este mundo irreconocible, se lamentaba el hecho no haber estado presente y se odiaba porque cuando lo volvió a ver hace varios años no lo reconoció, era diferente tanto física como mentalmente, ni qué hablar de la intelectualidad que se cargaba.
Me interesaba saber sobre su voz, ya que como estuve acostumbrada a grabaciones que mi padre me dejó en las montañas, solo recuerdo su voz mecanizada o reproducida, más no una natural y me dijo que su voz transmitía calma, era un voz gruesa y profunda que te decía que todo estaría bien, no por nada fue comandante de un escuadrón especial, voz de líder, de amigo, hermano y compañero.
Una capacidad envidiable de tocar el corazón de otros, ese era mi padre…
-Bueno, al menos ahora ya sé como era él, es bueno saber que no fue una persona indeseable jaja…- mencionaba esto con un nudo en la garganta puesto que…no tiene ni idea de lo inmensa que eran mis ganas de abrazarlo y sentir su voz decirme que todo estaría bien, es cierto, lo extraño… / me limpié los ojos llorosos para que nadie notara/ - dígame cual es su nombre, no me acostumbraría a llamarle SEÑORA- menciono esto con una pizca de sorna y curiosidad.
-Esmeralda Franco Paz, he sido la directora del mejor hospital del que en ese entonces vendría siendo GUSAM, hoy en día solo sé que nada será como antes- miraba el horizonte como queriendo recordar buenas épocas, de esas que ya no volverán.
“HIJA, HIJA VIVE, POR FAVOR VIVE, TU MADRE Y YO TE AMAMOS, NO TE RINDAS JAMÁS, HIJA JAMÁS…”-UN HOMBRE ENTRA GRITANDO A LA SALA- “¡¡¡SEÑOR, LOS HUESPEDES HAN ACABADO CON TODAS LAS TROPAS DE DEFENSA, ES NUESTRO FIN!!!” ... – SE OYEN GRITOS Y GRUÑIDOS
4:30 am 13/07/2046
Tuve un sueño de lo mas extraño, una voz masculina me decía que jamás me rindiese, por alguna razón me transmitía paz aunque el sonaba muy alarmado… acabo de recordar lo que me dijo la señora Franco, es que acaso…¿esa voz era de mi padre…?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 16, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

2030Donde viven las historias. Descúbrelo ahora