G u s t o s

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El lunes al entrar al lugar donde tenía clases de ballet, Aiko notó algo bastante extraño.

Los días siguientes a su regreso las niñas la ignoraban o si ella se acercaba a preguntarles algo, intentaban alegarse.

Eso hizo sentir mal a la pequeña, ¿Había hecho algo malo? Ella sentía que si, aunque no tenía idea de que.

Lo bueno fue que Yoshida seguía con ella, o en parte.

En la escuela ella se sentaba junto a Aiko, pero en las clases de ballet no. La dejaba sola, y a la hora de cambiarse de ropa junto a las niñas, estás le decían groseramente que se vaya. 

Eso le dolía.

Al llegar a casa esos días sus padres le preguntaban cómo le iba. Ella sabía que sus vidas eran muy ocupadas, ya era bastante que su papá Asahi se tome bastante tiempo de su semana para poder estar un tiempo con ella.

Ella no quería molestarlos con ese tipo de cosas, así que solo contaba la parte divertida de las clases.

— ¡Yo solo quiero saber por qué son así conmigo! —Se escuchó ese reclamo esa tarde, dejando a todas las niñas calladas. Aiko estaba cansada de ser tratada así — ¡Quiero que me lo digan ahora, si es que hice algo me disculparé!

— S-Solo alejate de nosotras...

— ¡¿Por qué?! — Aiko no era tan paciente, estaba harta de esos rostros que no le daban respuestas — ¡¿Qué es lo que hice?!

— ¡No hiciste nada! — Habló Yoshida, poniéndose en frente de las asustadas niñas.

— ¡¿Entonces por qué me tratan así?!

— ¡Es que es raro! — Se escuchó gritar a una de las niñas, una que ni siquiera se había metido en esa "pelea".

— ¡¿Qué es raro?! — Ya desesperada y enojada se acercó a la niña, algo que le asustó y empujó a Aiko.

— ¡Qué tengas dos papás!

El aula se quedó en silencio, Aiko solo se levantó de su caída, y con los ojos enojados le dirigió la mirada.

— ¿Y?

— ¿Q-Qué? — Preguntó la niña que la empujó, estaba confundida.

— ¿Qué importa si los tengo? ¿Tienes algo con eso?

Las niñas se tensaron, la mirada penetrante, además de esos ojos los cuales asustaban a cualquiera las intimidaba.

— E-Es raro....

— ¿Qué tiene de raro?

— Y-Yoshida nos dijo que eso no era normal....

— ¿Yoshida? — Eso le dolió. Aiko sintió como su corazón recibía una gran punzada, eso le dolió más que el empujón que recibió.

— ¡A-Aiko! — Habló la mencionada —¡Y-Yo nunca dije eso!

— ¡Si lo dijiste! — La chica quien anteriormente había empujado a Aiko, enojada ante la mentira habló — ¡Tu nos dijiste que era raro! ¡Dijiste que Aiko al tener dos papás iba a enamorarse de nosotras! ¡Habías dicho que Aiko estaba enamorada de ti!

— ¿Qué? — Ahora Aiko estaba bastante perdida, y con un rostro confundido se acercó a la mencionada Yoshida — ¿Crees que me gustas?

— ¿N-No es así?

— ¿Tú? — Las demás se asustaron al escuchar la fuerte risa de Aiko — ¡A mí no me gustas Yoshida!

— ¿D-De verdad? ¡P-Pero el primer día de la escuela te me quedaste viendo!

 → ¡Ya somos familia! - Asanoya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora