Bell Cranel inicia su aventura en el calabozo, pero al entrar ya no será el mismo principiante emocionado por aventuras, saldrá como un cazador de demonios.
Bell Cranel estaba corriendo por su vida, se preguntaran porque la razón es muy sencilla lo esta persiguiendo 3 Minotauros que querían destriparlo y muy probablemente comérselo.
Bell: No puede ser apenas soy novato y ya me quieren muerto. Diría con mucho miedo y haduras penas esquivo un achazo de un Minotauro que se acercó demasiado.
Bell seguía intentando salir del calabozo pero en lugar de salir se había perdido y solo estaba corriendo en círculos.
Bell todavía recordaba lo que le decía su diosa. Hestia que era muy soñador en querer ser un heroe, pero la realidad era otra si no eras fuerte o sino tenias un equipo que te respalde eras prácticamente carne de cañón.
El mismo calabozo se estaba burlando del pobre chico que lo único que quería en este momento era salir de hay y estar con su diosa.
Pero lamentablemente ya se estaba cansando y poco a poco estaba perdiendo velocidad, algo que un Minotauro aprovecho y le dio una embestida, afortunadamente para Bell solo lo embistió haciendo que se callera agotado, mientras que los Minotauros se acercaban muy lento saboreando el miedo del chico, que más parecía un conejo asustado.
Bell: (Es haci como terminaré a manos de unos Minotauros, ni podré hacer nada de lo que me dijo mi abuelo, por Kami soy patético).
Bell prácticamente ya avía aceptado su destino de morir que solo era un pobre humano, que le tocó sufrir a manos del calabozo.
Mientras tanto una chica peli rubia trataba de encontrar a los 3 Minotauros que se les escaparon por un descuido, un mísero descuido de su grupo podría causar la muerte de un novato, sin saber que justamente Bell estaba apunto de morir.
???: (Por favor quien, quiera que seas huye del calabozo). Diría casi desesperada ya que siempre se mantenía con una actitud sería todo el tiempo, que era ni más ni menos que Aiz Wallenstein.
Ya cuando llego hacia donde estaban ellos para salvar al chico, justamente vio que uno de los Minotauros le clavo una espada en el pecho haciendo que callera en un ruido sordo.
Aiz: llegué tarde. Diría mientras se avalanzaba contra los Minotauros en señal de venganza y matando a cada uno para tratar de consolarse.
Al terminar con la masacre soltaría su espada y rápidamente iría para ver el estado de Bell, al verlo se estaría lamentando por lo descuidada que fue al no matarlos a tiempo, y ahora su castigo se reflejo en la muerte del chico.
Aiz: Perdoname. Diría mientras una lágrima le saldría de su ojo y posteriormente caería en el rostro de Bell, sin saber que algo dentro de Bell había despertado, algo de una vida pasada.
Aiz estaba tan concentrada en Bell que no se fijo que otro Minotauro se aproximaba a ella pero este era diferente, este era negro, sus ojos y boca parecían que sacaban fuego, y traía una espada que fácilmente medía 2 metros.
Aiz rápidamente voltearia a ver su espalda solo para ver qué el Minotauro estaba justo detrás de ella, lamentablemente no lo podía esquivar y contraatacar ya que no tenía su espada y no tendría el tiempo de esquivar, haci que estaba a merced de ese Minotauro.
Ainz: (Por favor ayuda). Diría suplicando a quien sea que la pudiera ayudar, pero no había nadie cerca en eso escucharía la voz de Bell que diría.
Bell: Trickster. Diría mientras desaparecería de la vista y bloqueaba el ataque con una espada que era ni más ni menos rebellion que estaba rota.
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