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A medida que pasaron las semanas y las citas, DoYoung aprendió algunas cosas sobre YeDam. La primera y más importante era que odiaba hablar de su vida personal. Bueno, no era como si odiara hablar sobre ello, pero era obvio que le incomodaba. Cada vez que DoYoung trataba de hacer más íntima su amistad, YeDam cambiaba el tema de conversación. Quizá no lo hacía apropósito, pero igual DoYoung entendió por las evasivas de YeDam que era muy pronto todavía para intercambiar números y demás.

Lo más lejos que llegó fue en saber que el misterioso Bang YeDam tenía un hermano. No le dijo como se llamaba o cuántos años tenía, es más, por lo que sabía podía ser imaginario. YeDam no había mostrado signos de estar completamente cuerdo. Una vez había llegado y YeDam estaba sentado en el suelo, dibujando. DoYoung había intentado llamar su atención y YeDam simplemente parecía estarlo ignorando o de otra manera estaba temporalmente sordo. Después se disculpó. Y sinceramente DoYoung deseó no haber escuchado su excusa.

— A veces me pierdo.

¿Se pierde?

¿Qué significaba eso?

¿Su mente se perdía? ¿Su atención se perdía? ¿Su habilidad para responder a los saludos se perdía? ¿Su vista se perdía? DoYoung debía recalcar que se puso enfrente de él, e incluso en un punto llegó a agitar su mano casi en el rostro de YeDam, pero nada...

Nada.

Se pierde.

Wow.

— Ojalá yo pudiera perderme. — Confesó.

En realidad a DoYoung le vendría de puta madre ese extravío mental, visual y existencial. Le serviría cuando su padre llegara a mitad de la noche destruyendo cosas y llorando mientras murmuraba cosas que aún no sucedían. Le serviría para perderse al final de las citas de su mamá, cuando salía cada vez más marchita.

Sí.

Perderse.

Sonaba fenomenal.

En una de las citas, mientras esperaba, DoYoung notó algo

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En una de las citas, mientras esperaba, DoYoung notó algo.

— Estás más delgado. — Señaló DoYoung mirando lo holgado que le quedaba el suéter a YeDam. Ese suéter era tan de YeDam como su personalidad misteriosa. Recordaba que no le quedaba tan suelto. Mm.

— ¿Enserio? — DoYoung asintió. — Entonces supongo que toda esta tortura de dieta está sirviendo. — Comentó casi aliviado.

— ¿Estás en una dieta? ¿Por qué? Tu peso estaba bien.

YeDam le envió una mirada que decía 'Pfft, por favor'. Y bueno, sí. YeDam no era exactamente la representación de la delgadez cuando recién se conocieron, pero tampoco era gordo. Estaba bien. De hecho, um... de hecho estaba bastante bien.

— ¿Por qué estás haciendo dieta de todos modos? — Preguntó.

— Para tener vida social.

Yellow Light - DoDamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora