Killer [Kookjin]

Escucha a mamá

—Seokjin, no olvides que en la bolsa pequeña de tu mochila está tu almuerzo, no seas terco. puse una ración para Dada.—Dijo su madre, quién se movía desesperadamente por la cocina.—Habla con ella, príncipe, la amabas mucho. No estoy de acuerdo con que terminen. No.—Aclaró con firmeza

Usualmente jin, le diría que tenía razón.

Pero especialmente ese día, y esa misma mañana, no dijo absolutamente nada.

Con una tranquila y suave sonrisa, se concentraba solo en ponerse el reloj  que su padre le había regalado dulcemente para su cumpleaños número veinte. Embelesado con el destello de brillo que se reflejaba en sus ambiciosos ojos.

—hijo, ¿me estás escuchando?—inquirió su madre, asomándose parcialmente por el marco de la puerta de su habitación, y al verlo, aplaudió gustosa—cielo, ¡te ves increíble!— halagó al ver a su hijo con un traje color crema.

El pelinegro solo asintió, mientras observaba la limpieza de su vestimenta en el reflejo de su espejo.

—Pero por favor, hazme caso y busca a Dada, príncipe...—

—Mamá—interrumpió seokjin, dándose la vuelta para ver a su madre.—Dahyun no ha estado yendo a la escuela. No voy a ir a su casa, hemos terminado y es definitivo—Aclaró con firmeza, mientras miraba el mar azul que tenían los ojos de la mayor.

Esperaba ser lo suficientemente convincente para que su madre no volviera a sacar el tema.

—Está bien.—Dijo su progenitora, entendiendo que el tema le incomodaba.—Ven, vamos a desayunar—Ordenó  cortante.

Seokjin rodó los ojos, procurando caminar de forma firme hasta el comedor de su casa.

Su madre sirvió la comida siendo cautelosa, encendiendo la televisión de paso.

El pelinegro en cambio, intentó distraerse mientras observaba su teléfono celular, sus notificaciones más específicamente, debido a la última foto que había subido esa misma mañana. 

Su madre comenzó a decirle algo, pero no escuchó.

Movió sus dedos sobre la pantalla, viendo ahora de forma despistada el perfil de su ex novia, quién había subido su última foto hace un mes, un día después de que terminaron.

No la había vuelto a ver desde entonces.

—¡Seok! Escúchame cuando te hablo, me pones los nervios de punta.—regañó su madre.—Deja el maldito celular y bebe aunque sea tu café. Se te hace tarde—dijo.

jin enarcó una ceja al ver a su mamá tan nerviosa de repente, bloqueó su celular y siguió las órdenes antes dichas.

La observó durante unos segundos, viendo que la mirada de su progenitora estaba pegada a la televisión, en un noticiero mañanero.

Miró desinteresadamente la pantalla, captando rápidamente las palabras "asesinados"

Cosa que lo incomodó de forma inmediata.

Bebió lo poco de café que le quedaba,  y se levantó mientras se ponía la mochila en sus hombros.

—¿Ya te vas?—preguntó su madre, recibiendo una respuesta afirmativa—Bien, príncipe, cuídate mucho, ya viste todo lo que está ocurriendo. como dije antes, hay mucha gente enferma y me pone paranoíca—dijo, soltando una risa seca.

jin asintió, aunque no tenía idea de que estaba hablando.

—Bueno, ándale, vas a llegar tarde. Recuerda que tengo una cita con tu padre y no vamos a estar en casa—Escuchó finalmente, y se despidió con un beso volado.—Queremos ver tu boleta de calificaciones perfecta mañana en la junta kim seokjin!—Le gritó su madre como advertencia.

—Siempre!—finalizó jin con una sonrisa suave en sus labios.

Bien, antes de iniciar la historia, hay tres introducciones, esta es una de ellas.

Ya es la última historia que voy a publicar, ya que este año quiero terminar con todas para iniciar nuevas :)

Ahora, por favor lean, lo escrito en la última introducción.

Graciaaas