Capítulo 1: Apuesta

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Semanas atrás 

—¡¡¿¿QUÉ??!! —se escuchó un grito a través del auricular, dejando casi sordos a los dos "niños" era una suerte que no estaban pegados al teléfono y lo tenían en altavoz.

—¡¡Heiji!! ¡¿Que pasa?! —preguntó preocupada Kazuha.

—¿Eh? Ah, n-no, los llamo en un momento. —exclamó Heiji, antes de cortar.

—Cada vez está más loco. —dijo Haibara divertida escuchando el sonido de la llamada cortarse.

—Eso es cierto. —le respondió Edogawa igual de divertido viendo a su niña llegar con una bandeja con dos tazas de café.

Shinichi la había obligado a salir del laboratorio para respirar aire fresco, quería que descansará y lo había conseguido al mencionar que llamaría a su amigo, al final terminó contándole que oficialmente estaban juntos.

—¿Crees que vuelva a llamar? —preguntó Ai sentándose a su lado pasándole una taza.

—Bueno… —el timbre de su teléfono lo interrumpió. —Supongo que eso responde tu pregunta. —habló divertido el niño mirando la videollamada.

La rubia-fresa rodó los ojos viendo a su novio aceptar la llamada.

—Ahora sí, ¡¿cómo fue?! —preguntó Heiji extasiado, sus ojos brillantes.

—¿Estás en la escuela, Heiji? —preguntó Shiho desconcertada, al ver a lo lejos el patio de la escuela del chico, seguramente estando en el techo por privacidad.

—Sí, una estupidez de la escuela no le prestes atención. —habló Hattori dándole poca importancia. —¿Haber cuenten quién dio el primer paso? —preguntó curioso.

—Ella. —exclamó Sherlock señalandola.

—Él. —afirmó la científica casi al mismo tiempo que el niño.

—¿Eh? —soltó Hattori confundido. —Preguntó de nuevo, ¿quién dio el primer paso? —preguntó aburrido.

Ambos niños se miraron con el ceño fruncido.

—Obviamente fuiste tú, tú claramente dijiste que estabas enamorada de mi. —habló Shinichi mirándola entrecerando los ojos.

—¡Claro que no! —le reprochó Shiho molesta. —Tú te declaraste a mí, incluso me pediste que sea tu novia.

—Pero eso es diferente, ya te me habías declarado. —le contrarrestó el niño.

—Bueno, no importa eso pero tú te declaraste primero. —le volvió a reprochar Haibara.

—Bien, bien. Dejémoslo de lado, ¿quién dio el primer paso para su primer beso? —preguntó Hattori, viéndolos de nuevo ansioso.

Los dos niños lo miraron fijamente sin mostrar ningún expresión en particular, solo lo miraban.

—¿Eh? No me digan que no han… —dejó las palabras a la deriva para ver a sus mejores amigos encogerse de hombros. —Es en serio. —continuó aburrido. —Bien, ¿entonces quieren que les diga quién lo hará primero? —preguntó subiendo picaramente sus cejas. —¿Quién debería ser, eh? Apostaría por eso.

—¿Y por qué no hacerlo? —dijo Ai mostrando una gran sonrisa astuta y divertida.

Los dos chicos se estremecieron al ver esa sonrisa que siempre les traía problemas, por suerte solo usaba ese ingenio para ayudarlos a esos dos.

—¿A-A que te refieres? —preguntó el niño alejándose levemente de ella.

—Hagamos una apuesta, sobre quién da el primer paso, ¿qué tal? —habló astutamente la niña.

—Una apuesta, ¿eh? Interesante. —dijo Shinichi acercándose a ella con una gran sonrisa de autosuficiencia.

—Si es una apuesta que hará el perdedor. —preguntó Heiji interesado en esa apuesta.

Los dos se quedaron en silencio pensando cual sería un buen castigo.

—¡¡Ya lo sé!! —exclamó Hattori emocionado al acordarse de que podrían hacer. —Quién pierda bailará "Nico Nico Nii". —exclamó emocionado y extasiado.

Al instante ambos se sonrojaron mirándose fijamente, una gran sonrisa apareció en sus rostros.

—Definitivamente te haré bailar eso. —afirmó Conan decidido.

—¡Ha! En tus sueños, Kudo. —habló desafiante Ai.

Hattori Heiji estaría dispuesto a huir de ese sitio si no estuviera a kilómetros lejos de esos dos, al ver chispas salir de sus miradas.

—Definitivamente tu bailarás. —la mirada de la niña cambió a una malévola.

—No, lo harás tú, incluso te conseguiré un tierno traje. —le siguió Conan divertido, la niña lo fulminó con la mirada aún cuando sus mejillas se incendiaron.

—Uuh, no se preocupen. —intervino su batalla de miradas con burla. —Yo. —sé señaló el detective moreno. —Conseguiré unos tiernos trajes para ambos, quien pierda tendrá que usarlo. —habló astutamente, evidentemente burlándose de ambos niños, que a pesar de estar disconformes con usar un traje y bailar ese baile, decidieron hacer la puesta teniendo en mente que el otro lo haría.

¡Definitivamente debo ver eso! —pensaron decididos ambos niños, era algo muy tierno por lo que estaban dispuestos a todo por verlo.

Actualidad 

Cinco niños se encontraban aburridos esperando ya hace mucho tiempo, la presencia de un viejo científico.

—Hey, ¿Haibara-san cómo es que estás aquí, pero no el profesor? —preguntó inteligentemente, el niño de pecas, acordándose de ese pequeño detalle.

—Salí temprano por unas compras. —le respondió Ai, como quien no quiere el asunto, ya se estaba empezando a cansar de tanta espera.

—Ya veo. —murmuró Mitsuhiko, volviendo otra vez al silencio abrumador, hasta que una respiración agitada se escuchó tras ellos.

—¡Lo siento, lo siento! ¡Me quedé dormido...! ¿Eh? —paró al ver las miradas molestas de los 5 niños.

—¡Taku! ¡Llegas tarde, profesor! —se escuchó en coro la voz de todos.

—Lo siento… —se volvió a disculpar el profesor, rascándose la parte posterior de su cabeza.





Buenas noches, queridos leyentes

Lamentó la tardanza, pero aquí esta, disfruten la lectura ✌☺

La decimocuarta víctima Donde viven las historias. Descúbrelo ahora