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Cerró el libro de golpe y suspiró. Mentiría si dijera que geografía no le sacaba los peores dolores de cabeza. Golpeó su cabeza levemente con el estuche y siguió anotando cualquier cosa que estuviera en el pizarrón, sin siquiera poder entender las cosas sobre su cuaderno.
Las últimas semanas para Jeonghan habían sido difíciles. Se acostaba tarde tratando de tener buenos apuntes, aunque eso implicara ampollas sobre sus finos dedos y hojas arrugadas en una montaña de basura dentro de su cuarto, por que no se conformaba con poco, le gustaba hacer bien las cosas aunque eso le trajera desvelos y dolores de cabeza por no dormir sus respectivas 8 horas.
Si hablamos de los exámenes, estos llegaban a consumirlo entero, tanto que ni siquiera había tiempo para tener las 3 comidas del día, con suerte tenía alguna merienda y las tardes libres que siempre existían junto a su mejor amiga desaparecían cada que la gran batalla llegaba, o así es como a ellos dos les gustaba llamarla a aquella semana llena de exámenes difíciles que definirían el 60% de tu calificación final.

Nuestro chico se encontraba consumido por el color tan llamativo que salía de su plumón en tono amarillo, uno que había sido regalo de su mejor amiga, Hong Jiseon.
El esperado timbre sonó, tanto la profesora como los estudiantes no tardaron ni 10 segundos en salir de inmediato de las cuatro paredes que los consumían; todos corrieron con dirección a la cafetería, buscando deshacerse de aquel estrés que los carcomía poco a poco.

Jeonghan era de los pocos que prefería esperar para tener la cafetería vacía, le molestaba tener mucha gente rodeándolo y agobiándolo, por lo que esperaba por algunos 10 minutos dentro de su salón, y mientras pasaba el tiempo, el guardaba todas sus cosas dentro de su mochila.
Pasado el tiempo, según lo contado por la mente del chico, se levantó de su pupitre y se encaminó a la puerta donde una pequeña presencia ya lo esperaba, cosa de todos los días.

-¿De que te sirve tener piernas tan largas si no las vas a utilizar para ser el primero en llegar a la cafetería?-dijo

-No es mi culpa que tu solo tengas bonita personalidad Ji-contestó Jeonghan y posterior a eso golpeó ligeramente la frente de la chica con la palma de su mano

-En ese caso, tú págate el almuerzo de hoy-la chica giró su cuerpo y antes de poder salir de la vista del chico, el tomó su antebrazo deteniéndola

-¿Le tendré que decir a tu hermano que manchaste con maquillaje su sudadera favorita y que la tiraste a la basura?-dijo al oído de ella, alzando las cejas y esperando respuesta aún sabiendo que había ya ganado aquella discusión, adelantó su caminar con una sonrisa victoriosa en el rostro

-¿Porque tienes que ser mi mejor amigo?-rendida contestó y a un paso muy rápido trato de alcanzar al chico con destino a la cafetería

La escuela donde estos dos jóvenes asistían no era realmente grande, solo constaba de dos edificios, uno donde estaban los salones de clases y el otro era el gimnasio, ambos muy cercanos; pues solo había que cruzar una calle.
Jiseon y Jeonghan habían estudiado en aquella escuela toda su vida, conocían el campus de derecha a izquierda, de arriba para abajo y cada rincón que lo componía. Tal cual era su legado que se les otorgó un diploma a aquellos alumnos reconocidos que hubiesen durado más de 10 años en aquello institución, haciéndose entrega de diplomas y un pequeño premio de cristal a ambos.
Pero aunque toda su vida estuvieron en la misma escuela, fue hasta que Jeonghan tuvo 9 años y Jiseon 8 años que ellos se conocieron.
Aunque esa es una historia que más adelante se contará con lujo detalle.

Los dos jóvenes abrieron las puertas de la cafetería, y sintieron una clase de alivio al ver que en la fila de la cafetería no había absolutamente nadie. Rápido tomaron su bandeja para colocar su comida, saludaron a la señora que servía los almuerzos y se encaminaron a alguna mesa vacía que sus ojos encontraran.
Ambos se habían decidido por un sándwich junto a yogurts de sus sabores favoritos, Jeonghan de fresa y Jiseon de durazno. Y aunque no quedaba mucho tiempo para tener que volver a el salón de clases, les gustaba ese sentimiento de presión por tener el tiempo encima, algo que el hermano mayor de Jiseon siempre le reclama a ambos.  

hug me | jihan (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora