yoon jeonghan quería sentirse amado pero solamente una persona vivía dentro de su cabeza ¿y el hermano de su mejor amiga? No quería aceptar su realidad.
❝ No te disculpes, no te preocupes, para mi eres una persona muy preciosa❞
it is a svt shipp, [s...
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— C E R O
Tomó la pastilla para dormir que el doctor le había recomendado, aquella que se había vuelto parte de su rutina por más de 2 años seguidos. Acercó su mano empuñada con el medicamento dentro y la llevo directo a su boca, tragándola sin sensación de líquido previamente adquirido; le gustaba sentir la fuerza rozando su garganta, el sentir dolor para acompañar a su alma destrozada y que esta no estuviera sola pasando esos momentos de tormento donde anhelaba arrancar su corazón y encajar en el ochenta espadas de la más fina punta para que pudiera desangrar y después morir. El amargo sabor de un aviso de vomito regresó a su boca al tener el vil recuerdo de sus manos y cómo estás encajaban perfectamente entre la división de la pequeña cintura y el corto vestido negro que apenas cubría parte de los muslos de aquella pelirroja, justamente el mismo color de pelo que Jeonghan también había decidido usar para llamar la atención de el, porque le hacía recordar a esa única noche donde compartieron un mismo sentimiento y donde mediante caricias le susurró al oído cuanto le gustaba su cabello en tonos rojizos.
Ahora solo podía soñar y recordar los pocos momentos que tuvieron juntos pero todo mediante aquellas agrias pastillas. Yoon Jeonghan quería recorrer grandes ciudades junto a él, mientras gritaban a los cuatro vientos el amor que brotaba de sus corazones desconsolados y temerosos. Cuanto le gustaría sentir sus brazos enrollados a su cintura y sus suspiros mezclándose en uno solo. Labios danzando lentamente sobre cenizas de un amor que pudo ser y aquellos roces delicados que permanecerían dentro de su fantasía.
Con el tiempo aquellos recuerdos únicamente atesorados para Jeonghan solo se volverían parte de un baúl de los recuerdos que en algunos años se llenara de telarañas. Aquella pieza que necesitaba para completar su rompecabezas se había extraviado junto a las mariposas que revoloteaban en su estómago al sentir que por fin lo tendría junto a él.
Quizás en algunos años seguirán siendo memorias que llorarán y recordarán con tristeza, o eso es lo que pensaban.
