¿Y si eres tú? |Scorpius Malfoy| [#2]

61.

Maratón.

𝐋𝐚 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝 𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐨 𝐬𝐢 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐢𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐛𝐢𝐞𝐧 𝐚 𝐭𝐮 𝐥𝐚𝐝𝐨 𝐲 𝐜𝐮𝐦𝐩𝐥𝐢𝐫 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐞𝐭𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐮𝐧 𝐝𝐢𝐚.

Scorpius Malfoy.

Caminaba de un lado a otro, era de noche y casi no había mucha luz. Rascaba mi nuca nervioso y sostenía con la otra aquella flor que había robado.

Escuche pasos acercándose, gire mi cabeza viendo la puerta, trague en seco. Se abrió dejando ver una silueta que se iba acercando mientras se cerraba la puerta detrás de ella.

—¿Scorpius...?

—Aquí estoy.—murmuré, ella se acercó tímidamente. Sonreí al verla, tenía la flor escondida detrás mío.—Te ves hermosa Isabella.

—Bueno, estoy en pijama.—soltó una risita, mis mejillas ardieron.—Tú te ves muy guapo.

—Gracias... y te ves hermosa con todo, de verdad. Eres sumamente hermosa ante mis ojos.—sonreí apretando mis labios.—Te traje esto...

Le extendí aquella rosa, ella abrió un poco más sus ojos sorprendida agarrándola entre sus manos.

—Que lindo, Scorpius. Muchas gracias.—me volteo a ver.—Siempre has sido muy lindo.

—Siempre lo seré contigo.—relamí mis labios.—Ven.

Le hice una seña para que se acercara, ella camino hasta mi. Podíamos ver el cielo, nos encontrábamos en nuestro lugar de siempre... la torre de astronomía.

—Me gusta pasar tiempo contigo.—continué viéndola.—Se que nos vemos todo el día, pero aquí... bueno, es donde sólo estamos tú y yo alejados de todos.

—A mi también me gusta pasar tiempo contigo.—pasó su brazo por detrás de mi cintura abrazándola, yo lo pasé por sus hombros atrayéndola a mi.

Recargue mi cabeza con la suya mientras hablábamos de la cena y cosas por el estilo.

—Oye Isabella...¿Puedo preguntarte algo?

—Claro.

—¿Qué...—me aclare mi garganta.— Qué hacía Luca hablándote hoy?

—¿Luca?—se separó de mi viéndome y se quedó callada.—Eso fue cuando estábamos en clases de Defensas. Y me hablo por que quería que le prestara mi cuaderno de apuntes.

Apreté mis labios.

—¿Solo eso?

—Sí...—alzó una ceja.—¿No vamos a empezar con lo mismo, verdad?

Solté una risita.

—¿Qué es lo mismo?

—Pues que un chico me habla o me pregunta algo y tú te enojas y me empiezas a interrogar.—se quejó.—Scorpius, siempre que me hablan es en el aula, donde estás tú ahí.