"El chico del autobus" (4 de 4)

40 3 0
                                    

-No te vallas...-

-No no, no me voy tranquila.-

-Me duele.... ¡Muchooo!-

-¿Qué?¿El qué?-

-La punta de la trocola, no tejode, el tobillo joder-

-Perdón...-

Me coge en brazos y me sube a mi cuarto, me deja cuidadosamente en la cama y nuestras caras quedan a pocos centímetros, noto su respiración agitada, miro sus labios, tentadores que incitan a besarlos y morderlos, miro su abdomen como sube y baja por su respiración. Llevo mis manos al cuello de su camiseta y tiro poco a poco de ella para quitársela, el se mueve para facilitarmelo, le quito la camiseta y la dejo a un lado, pongo mis manos en su nuca y le acerco a mi a pocos milímetros de sus labios.

-Laila.. tienes que ponerte hielo o se te hinchará el tobillo...-

Dice con la voz ronca.

-Lo del tobillo solo era una excusa para que te vinieras a mi cama...-

Se queda atónito y me besa intensamente, se tumba a mi lado y me siento sobre él, me agarra por la cintura y sube las manos a la vez que me levanta la camiseta, me la quita y la tira a un lado, bajo hasta su boca acariciándole el cuerpo, le vuelvo a besar, muerdo su labio, gruñe y mi piel se pone de gallina, lo nota y se incorpora en la cama estando los dos sentados, sin dejar de besarme se levanta y va a la pared, mi espalda choca con la fría pared y me arqueo quedando mi intimidad pegada a su miembro, noto su erección y se suelto un leve gemido en su boca, al oirme se separa y junta nuestras frentes, mientras recuperamos el aliento se desabrocha el pantalón y se lo quita junto a los boxers, jadea y me vuelve a llevar a la cama, se pone encima de mi y me desabrocha el sujetador y me lo quita con los dientes, baja por mi vientre a besos hasta el borde de mi pantalón, lo agarra y me lo quita poco a poco junto a mis bragas, vuelve a mi boca y me besa, nuestras lenguas comienzan una lucha intensa e incansable, con una mano empieza a jugar con mi clítoris haciéndome jadear y arquear la espalda, dejo de sentir sus dedos en mi intimidad y al poco siento como lentamente me penetra, agarro su espalda con una mano y con la otra su nuca, comienza a moverse poco a poco, haciendo que su miembro entre y salga de mí, clavo sus uñas en su espalda y jadea en mi oido, muerde mi lóbulo y gimo, se tumba el abajo haciendome quedar arriba suya, empiezo a subir y bajar y escondo mi cara en su cuello, sus manos fuertes y firmes sujetaban mi cadera y ayudaban a moverme, cambió de posición y sus embestidas eran cada vez mas seguidas y profundas haciéndome gritar de placer, el gemía cada vez mas alto hasta llegar al orgasmo en el que yo mordí su hombro y el movimiento cesó. Nos quedamos tumbados en la cama agotados, abrazados y recuperando el aliento.

-Laila...-

Dijo como pudo.

-¿Si?-

-No me hagas irme por favor...-

Parecía angustiado y triste. Me separe un poco para poder mirarle a los ojos.

-Solo si tu no te marchas nunca...-

Y le bese. No solo se quedó sino que al cavo de los años seguíamos juntos teniendo días enteros de puro sexo, y no, no me cansaba de tanto sexo, es mas hacia querer mas y mas hasta ser un vicio u adicción.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 05, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una mente llena de fantasiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora