El t1ran0 y su secretar1a guapa

Capítulo 41

"No puedo entrar así, verdad?"

Rosaline empujó la canasta de flores frente a él. El conductor tomó la canasta de flores y la dejó a mi lado. Rosaline entró y sacó una canasta de flores. Llamó a su doncella, que generalmente la atendía.

"Por favor, toma este".

"Oh, Dios mío! Esta cosa hermosa! Gracias, Secretaria! Creo que Su Majestad se enamoró del buen corazón de la Secretaria Rosaline".

Ahora me duele decir sobre el malentendido, Rosaline sonrió amargamente y rápidamente le dio una canasta de flores que estaba en su mano. Solo después de haber sacado diez cestas de flores, Rosaline pudo sentarse en su silla. Rosaline vio una canasta llena de flores en el piso del dormitorio. Las coloridas flores en plena floración eran hermosas, pero Rosaline no estaba totalmente feliz con esta situación en la que no podía decir si estabas en un jardín de flores o un dormitorio.

"Cuánto debe haber costado todo esto?" Rosaline dejó de contar. Quizás por el olor de las flores, su cabeza estaba mareada. La ofensiva de regalos de Kahir, que comenzó el día después de pedirle a Rosaline que se convirtiera en emperatriz, convirtió a Rosaline en el buque insignia. Continuó enviando obsequios a la medida en que la sugerencia de expectativa de Kahir era una ofensiva de obsequios. La flor era una fruta medicinal. Había tantas cajas de regalo amontonadas en el camerino que estallaron. Rosaline, que los había abierto una o dos veces, ahora empujaba al camerino sin abrirlo cuando llegaba un regalo.

Fue una propuesta que costó mucho dinero y llevó mucho tiempo.

"No estoy nada contenta."

Rosaline suspiró, cayó sobre su mesa, volvió la cabeza hacia la ventana y cerró los ojos. Sé por qué Kahir le pidió que fuera su emperatriz. No quería tener que aceptar la candidata de Azela. Pase lo que pase ocn Kahir, él necesitaba una mujer inteligente que confiara en él y que no se dejaría influir por ninguna de las perturbadoras operaciones de Azela.

'Y esa soy yo.' Solo quería vivir una vida normal. Ella dejaría de ser su secretaria y se iba a casar tranquilamente con un simple noble que posee una pequeña propiedad. Estaba claro que si se convertía en emperatriz, la vida que quería sería diferente. Entonces por eso Rosaline nunca quiso ser la emperatriz. Incluso pensó en una "propuesta", y las posibilidades de que Kahir, que está a la vanguardia de los regalos, aceptara el rechazo de Rosaline, era extremadamente pequeña.

Ella dijo: "Eso no significa que solo pueda sentarme aquí. La vida no se hace así, no importa cuan bueno sea el lugar en que estés" " Que Kahir harías si por eso lo terminase odiando?"
Rosaline se levantó de un salto, cuando sus pensamientos fueron cortados.

"Secretaria Rosaline, donde puedo poner"

"Sí, eso lo voy a tirar!"

"Sí? tirar?"

Cuando la doncella entró en el dormitorio con el regalo, y escuchó esas palabras dios pasos hacia atrás.

"No, no. Por favor, hice algo mal ? Por favor acepte el regalo".

Rosaline sintió lástima por la doncella, que puso los ojos en blanco pensando si había cometido un error. Rosaline se apresuró a aceptar el regalo.

"Gracias". Sin olvidar dar las gracias, arrojó el regalo sobre la cama, y se arregló para salir,estaba dispuesta a hablar con Kahir.

                                                                            ***

"Pon las flores aquí." Debería escribir alguna nota... ' Que el carruaje dorado entre en... " Aaaa, ahí estás Rosaline."

Kahir estaba en su oficina. Estaba tan absorto en su trabajo que ni siquiera podía oír al sirviente decir que Rosaline había venido. Kahir ya había dicho a los sirvientes que Rosaline tenía paso libre para ingresar a la oficina sin permiso, en cualquier momento. Kahir miró a Rosaline, le sonrió levemente y le entregó sus papeles a Derek.