Capítulo 79

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El calor infestado era definitivamente menor que anoche, pero no era normal. Sin embargo,Kahir no pudo rechazar la visita de Rosaline.


Fue más porque había escuchado de Derek que el duque de Magnes estaba investigando a Rosaline.

Si bien era estéticamente desagradable, Rosaline se metió en problema por su culpa. Kahir cerró los dientes y se cambió de ropa.

"No es demasiado salir en este estado ... "Derek murmuró mientras miraba el trasero de Kahir. Kahir miró a Derek. Su mirada parecia devorar a Derek. 

(N/t: Alejáte de mí instinto shippeador)

"Su Majestad, ¿está bien?"


Si Rosaline no hubiera llegado justo a tiempo, al antiguo castillo de Kahir se habría levantado yliberado el palacio imperial.


"Es el momento adecuado".


Derek dio un paso atrás. El encargado de la ropa cerró el último botón de la camisa de Kahir.Cuando el asistente bajó, cerró el  botón completo de inmediato.


"Todo mundo afuera".


" ¿Yo también?"Derek preguntó, resentido. Kahir miró en silencio a Derek.


"Por supuesto que tu puedes permanecer".


El asistente y el caballero que custodiaba el dormitorio de Kahir salieron uno por uno.A diferencia de los antiguos emperadores, el dormitorio de Kahir tenía muy pocos poemas y caballeros.Incluso esos eran los que Derek había puesto a toda prisa.Kahir siempre quiso estar solo. Para él, otra persona era una molestia. Excepto con Rosaline.


Los cuatro sirvientes y el caballero salieron,


Solo quedaban el Derek, Rosaline y Hui.


"Lo siento, Rosaline."


No fue Rosaline que se sorprendió con la disculpa de Kahir, sino Derek y Hui. 

Miraron a Rosaline avergonzada por su sorpresa.

Fue la disculpa de Kahir, con la que ahora está familiarizada.


"No es algo por lo que Su Majestad debe se disculpar. Su Majestad ni siquiera sabíaque Lady Ela estaría allí ".


Incluso Rosaline, que lee novelas y conoce la personalidad de Ela mejor que Kahir, no sabía.


"De todos modos, la culpa es mía que te puso en peligro."


"Estás incorrecto. No es peligroso todavía".


"Será peligroso".


"Es una pena que no pueda negarlo".


Hui levantó suavemente la mano para interrumpir la conversación que continuaba como si fuera Ping Pong.

El t1ran0 y su secretar1a guapaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora