¡ T R A C K : VEINTISIETE !

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JEONGSUNG

alfa. ────── jeongin estaba enamorado de ese omega marcado.

Jeongin no podía dejar de mirar al chico nuevo de la Junta, era un omega callado que sólo hacía lo que le pedían sin chistar

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Jeongin no podía dejar de mirar al chico nuevo de la Junta, era un omega callado que sólo hacía lo que le pedían sin chistar. Totalmente impecable con sus trajes negros ceñidos, el cabello peinado hacia adelante y la mirada gacha.

Jeongin no se había fijado en su billetera primero, sino en lo tristes que se veían sus ojos. Jamás había oído su voz lo suficientemente alta como para distinguirla entre la multitud, por lo que ese día, cuando se dirigía a su casa y una persona le llamaba con insistencia, jamás creyó que se trataría de él.

El Omega lucía desarreglado, despeinado, con la corbata suelta y descalzo. Sostenía su propio brazo con la otra mano y su labio estaba partido. Era claro que había sufrido un asalto.

―Han Jisung hyung ―murmuró Jeongin, pasmado.

―Jeongin... ―trastabilló, apenas pudiendo pararse correctamente.

Jeongin se apresuró a sostenerlo para que este pudiera apoyarse contra su cuerpo y fue entonces que el omega se dejó caer, cediendo sus piernas por completo. El más alto, cargó el delgado cuerpo de Jisung y aguantó la respiración por un largo momento antes seguir caminando, no tenía que hacer demasiado esfuerzo puesto que no pesaba nada.

Al llegar a su departamento, Jeongin dejó al Omega en el sofá para poder cerrar las puertas y quitarse el traje. Buscó ropa cómoda notando que el más bajito seguía inconsciente, cuando volvió a la sala, con el botiquín de primeros auxilios, comenzó a curar el labio roto.

Esperaba que su compañero de trabajo no hubiera pasado por un momento traumante; sentía mucha inquietud ante ese pensamiento y se esmeró en tratar sus heridas. Notó que el collarín de omega había lastimado su cuello, además de unos pocos rasguños, probablemente por haber sufrido fuertes tirones de este.

―Jisung hyung ―murmuró Jeongin en tono bajo, picando con su índice el hombro del mayor.

Quería quitarle el collarín para poder curar aquellas heridas, pero no podía hacerlo sin permiso de este. Sabía que los omegas sufrían demasiado a causa de la glándula, misma que Alfas estúpidos querían morder sin su consentimiento. Él jamás sería capaz de hacer algo que una persona no quisiera.

Jisung abrió los ojos despacio, tratando de enfocar su visión. Observó los alrededores atento y luego miró al chico frente a él. No tenía idea de cuánto tiempo había pasado desde que se había desmayado y estaba asustado por haber causado molestias.

―Jeongin...

―Hyung, ¿quieres algo para tomar o comer? ―preguntó Jeongin, aún inclinado frente al sofá, y desvió la vista fuera del alcance del mayor―. Lamento haberte traído aquí, pero estábamos muy cerquita. ¿Te duele algo? ¿Quieres ir a un hospital? ¿Necesitas espacio?

Tratar con Omegas era algo nuevo para Jeongin, él era un Alfa que siempre estuvo rodeado de otros alfas y betas. Asistió a escuelas y universidades especiales para Alfas masculinos, por lo que era difícil tratar de entender qué podría ser ofensivo o no para Jisung. Jeongin no quería asustarlo, le gustaba mucho.

―Estoy bien. ―Jisung acarició su brazo―. Me golpearon, me robaron... E intentaron arrancarme el collarín. Creo que me disloqué el hombro.

―¿Sólo eso? ¿No te duele el cuerpo, hyung? ―preguntó más aliviado.

―Sí, no pasó nada grave. Me asusté un poco, lamento molestarte.

Jeongin negó varias veces con la cabeza.

―No molestas, hyung. ¿Quieres que acomode tu hombro? Sé hacerlo... También puedo curar tu cuello. ―Se ofreció amablemente, volviendo a posar la vista sobre los ojitos caídos del Omega.

Jisung suspiró pesadamente, un poco aturdido todavía. Estaba saliendo del restaurante donde trabajaba su hermana cuando fue asaltado por un beta y un alfa, le robaron dinero, el teléfono, su reloj, lo habían empujado hacia un callejón con la intención de aprovecharse de su cuerpo, pero se asustaron gracias a un gato que hizo ruido en la basura y corrieron despavoridos. Eran apenas adolescentes estúpidos.

―Sí, gracias ―respondió con pesar.

Jeongin se levantó del suelo y con cuidado, tomó el brazo ajeno, acomodándolo en su lugar de un tirón. Jisung soltó un mohín y acarició la zona vulnerada, agradeciendo una vez más.

―¿Te molesto si te pido que llames a un taxi? Robaron mi teléfono... ―preguntó bajito.

Jisung no solía hablar mucho con extraños, no era tímido, la gente le aterraba. Sin embargo, Jeongin le causaba cierta tranquilidad.

―Te llevaré a tu casa yo mismo, no te preocupes ―asintió restando importancia.

Jeongin no se sentía seguro dejando que se fuera con un extraño, prefería llevarlo y dormirse más tarde. No tenía ningún inconveniente si sabía que el mayor estaría seguro.

Jisung asintió dándole las gracias nuevamente y se llevó las manos al cuello, quitándose el collarín debido al picor que las heridas causaba.

Jeongin ahogó un gemido de angustia cuando vio todas las heridas en la piel canela del más bajo. Habían cicatrices a lo largo de su glándula que se adjudicaban a la unión con un Alfa, pero estaba algo lastimada debido al rechazo. Jeongin sabía que cuando un alfa ya no quería a su omega, la marca de este se volvía rojiza y dolía para siempre.

Y quizás lo comprendía ahora, el porqué sus ojitos llenos de tristeza siempre miraban al suelo o porqué brillaban cubiertos de lágrimas. El dolor del rechazo era tal que un omega pequeño como él apenas podría soportar. Jeongin estaba tan sorprendido de que Jisung estuviera de pie y fuera a trabajar.

Jeongin parpadeó volviendo en sí y curó los nuevos rasguños, algunos incluso iban hasta sus clavículas. Pidió disculpas cada vez que oía las pequeñas quejas del omega debido al ardor.

―Ojalá pudiera hacer que se traguen sus heces. ―Murmuró Jeongin, poniendo una pomada para heridas abiertas sobre el cuello ajeno con mucho cuidado.

La piel canela era suave, aunque llena de texturas. Jeongin quería echarse a llorar.

Jisung sonrió, apenas subiendo las comisuras de sus labios en un gesto demasiado fugas, pero que Jeongin pudo llegar a apreciar.

―No te preocupes. Está bien.

No estaba bien. Jeongin prácticamente no lo conocía, pero esa resignación y profunda tristeza, no deberían venir de una persona tan hermosa y pequeña como Han Jisung.

Jeongin quería verle sonreír.

Jue

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Jue., 21 de enero 2021

¿Quién fue el Alfa de Jisung? Tiren sus apuestas 😔

¿Cómo están? Quise subir un JeongSung porque creo que no había tanto (o nada) 💕✨

My Way ⸺skz x 3racha。2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora