¡ T R A C K : TREINTA Y TRES !

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CHANLIX ────── la capacidad de amar del pequeño brownie en su utopía.
adaptación

Con pesadez, Chan se levantó de su cama y se arrastró hasta el armario, de donde tomó una manta más y se recostó nuevamente sobre su colchón

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Con pesadez, Chan se levantó de su cama y se arrastró hasta el armario, de donde tomó una manta más y se recostó nuevamente sobre su colchón. Felix dormía a su lado, invadiendo su cama por enésima vez en las últimas dos semanas.

Felix solía arrastrar las mantas sobre él y enrollarlas bajo su cuerpo, ocasionando que Chan no tuviera con qué taparse.

Riendo bajito al ver la baba de Felix sobre su brazo-almohada, Chan volvió a cerrar los ojos.

Hacía tres semanas, Chan despertó con el brazo de Felix en su cintura y habría creído que se trataba de un sueño si no fuera porque Changbin había entrado a su habitación y gritado como un demente, ocasionando que Felix también despertara.

Fue raro verse de cerca, el silencio que los invadió fue extraño y Chan se reprochó una vez más por haber ocasionado eso en su relación.

Sin embargo, Felix sonrió con timidez y tomó su temblorosa mano, causando que el corazón de Chan se detuviera por un instante. Desde ese momento, Chan supo que no todo estaba tan mal y que, probablemente, Felix sí le quería. Aunque sea un poco, Chan estaría bien con eso.

Entonces, Felix llavaba dos semanas escabulléndose a su habitación, primero le abrazaba por la cintura y luego, cuando estaba en un profundo sueño, se robaba sus mantas.

―Lixie. ―Chan se acurrucó en el pecho de Felix cuando este abrió los brazos dispuesto a recibirlo―. Hace frío ―murmuró, recordando las decenas de veces en las que habían dormido de la misma manera en el pasado.

―Ven más aquí ―pidió Felix, acercándolo tanto que el mayor se encontraba casi encima de él.

El cuerpo de Felix era tan calentito que Chan quería quedarse así todo el invierno, y todas las estaciones si fuera posible.

Con algo de timidez, Bang se abrazó al menor, juntando sus manos en la espalda ajena.

Chan no supo cuándo se durmió, pero al despertar, las pequeñas manos de Felix estaban sobre sus glúteos y la pierna izquierda entre medio de las suyas. Eran un hermoso lío que Chan no quería romper.

Admiró cuanto pudo el rostro de Felix, contando sus infinitas pecas y los pequeños corazones en muchas de ellas, sus hermosas pestañas y sus rosados labios de corazón. Chan estuvo tentado a acariciarlos con los propios, pero el miedo a ser rechazado una vez más lo paralizó.

Su amigo era tan hermoso que nunca se cansaría de mirarlo.

Felix despertó un par de minutos después, cuando la alarma de su teléfono sonó; se estiró hasta la mesa de noche y lo tomó, apagándolo rápidamente para no despertar al mayor. Sin embargo, no se apartó de él.

My Way ⸺skz x 3racha。2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora