Capitulo VIII Las palabras del pasado

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- Yo sé que no tengo mucho que ofrecerte, sé que no vengo de una familia mejor que tuya, yo lo sé. No tengo una habilidad increíble, es más, ni siquiera soy la mitad de atractivo de lo que Lune es, ni siquiera soy mujer - apretó sus puños, conteniendo la molestia con sigo mismo- pero si me eliges, te prometo mi amor sincero, te juro que te cuidare, te que protegeré, velare por tu felicidad. Te juro, que no habrá nadie jamás, alguien que te ame mas que yo. Solo ... voltéame a ver Radamantys

- ... - Mas el rubio no se inmutó por sus palabras, no se volteó a verlo y solo asintió. Metió sus manos en sus bolsillos y camino- ... Gracias Valentine.

Y ahora en el presente, no hacía más que arrepentirse de aquella grosera y estupida conducta, si tan solo se hubiera volteado a verlo ese día, quizás las cosas serán diferentes.

- No interrumpes nada - contestó Valentine al extranjero que se encontraba en la puerta de la habitación del rubio, mientras se alejaba de él y quitaba su brazo las manos de ex prometido- yo, nosotros no estábamos haciendo nada, no pienses mal, es más ya me iba - esas palabras inquietaron a Radamantys, pues sonaba como si quisiera calmar a una celosa novia. Tomo  y guardó todas sus pertenencias en la bolsa, se puso su chaqueta y se dirigió a la salida- ahora es tu problema, cuídalo bien.

- No espera,Valentine - se intento poner de pie, aunque era una tarea titánica ya que su entumido cuerpo le era un obstáculo- ¡Tienes que escucharme! - cayó de la cama -

- Radamantys, no puedes levantarte así - el del cabello azul acudió a su ayuda, más sin embargo el de pelo rosado iba ya adelantado -

- Sabes... lo que siento por ti, no ha cambiado ni un poco desde el día en que te lo dije y no creo que vaya a serlo. Mi corazón segura latiendo por ti. Seguras siendo tú mi motor de cada día, y aunque tú no me aceptes como tú pareja, seguiré velando por tu bien. Pero si me das una oportunidad, te juro que no solo velaré por tu bien, también te haré feliz

- ... - Pero el rubio no se inmutó, solo dirigió su mirada al cielo, dándole la espalda, lo escuchó y simplemente negó con cabeza para acto seguido, comenzar a caminar para ni siquiera darle las gracias-

Pero ahora en el presente, sacaba fuerzas de quien sabe dónde, para ponerse de pie con su lastimado cuerpo; iría detrás de Valentine costara lo que costara.

- ¡Valentine! ¡No te atrevas a irte! - comenzó a arrastrarse al ver que su cuerpo no le ayudaba para alcanzar su misión-

- Para ya, necio, solo te lastimarás - preocupado, Kanon le ayudó a ponerse de pie y dirigirlo a la cama-

- ¡Escúchame muy bien! - el rubio lo sostuvo con enojo de la camisa- si tienes una pizca de remordimiento por lo que hicimos, entonces me ayudarás a llegar hasta Valentine ¡Ahora mismo! ¡Entiendes! - le jalo del cuello y le grito-

- Mis sentimientos no han cambiado, ni un poco. Es más creo que tengo un problema más grande. Mi problema eres tú, pues cada vez te conozco más, me enamoro más y más y más de ti ¿Dime, qué hay que hacer para entrar en tu corazón?

- ... - Más el rubio no cambiaba de parecer, sin importar el tiempo y las palabras de Valentine hacia él. Y una vez más solo asintió y se retiró de ahí.

Maldito pasado, que con su fantasma en su cabeza solo torturaba al Radamantys del presente.

- ... Está bien - Kanon acepto sin más, pues una parte de él no solo sentía remordimiento y deseo sexual, también amor por el rubio-

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