Londres , Reino Unido
-Helena , es tu primer día en el instituto , ten cuidado , estudia y enamórate lo suficiente - me dijo mi madre con voz pausada.
- Mamá , estamos a 80 kilómetros , seguro que me ves desde la ventana de tu habitación - Le respondí con una sonrisa picarona.
Puse la maleta en el maletero del autobús , le di dos besos a mi madre y subí , bueno , lo intenté , la piernas me temblaban demasiado .
Encontré mi asiento , miré a mi acompañante , no me daba muy buena espina ... Llevaba una sudadera con estampados de marihuana , riñorera con el logo de una banda de rock y unos zapatos bastantes masculinos . Me senté y crucé las piernas , ya que llevaba una falda muy corta . La chica me miró de reojo y resopló con aire de desprecio . Pude asomar un poco la cabeza por la ventanilla , vi a mi madre intentando contener las lágrimas , la verdad es que la iba a echar mucho de menos . Ya nadie me hará esos ricos bizcochos con chocolate , ni los zumos tan deliciosos de mango .
Después de una hora escuchando la horrible música de mi compañera , llegamos al campus.
Cogí mi mochila y por fin me fijé bien en el lugar donde iba a estar los próximos años .
Era precioso , dos edificios altos y alargados separados por una gran torre . Todo el campus estaba rodeado por un parque precioso , lleno de altos árboles y ardillas que bailaban sobre sus copas.
Decidí pararme en la cafetería , tenía el estomago encongido del horrible viaje que acababa de pasar . La verdad , es que todo me parecía muy barato , en Londres un bocadillo de tamaño mediano costaba casi cuatro libras y aquí no llegaba ni dos .
Después de un delicioso bocadillo de tortilla busqué mi habitación .
