ERES MUY JOVEN AÚN PARA AMAR [BILLDIP] =3=♡

☆6☆

[Narra Dipper]

Había despertado, me sentía sumamente incómodo y entumecido, mis piernas estaban dormidas y medianamente abiertas como si estuviera en medio de algo; sentía un extraño cosquilleo en la parte baja de mi espalda; como si un calambre se hubiera apoderado de esa zona y me insistiera que cambiará de posición.

Intente moverme, pero un peso me lo impedía, sentía tanta presión sobre mi cuerpo que mis extremidades entumidas me comenzaban a incomodar y a doler.

Levante un poco mi cabeza para permitirme ver lo que se encontraba sobre mi, pero apenas levante esta, me encontré con una cabellera rubia muy desordenada, al hacerme consiente por completo de la presión infringida, intente moverme, pero era casi imposible hacerlo sin ayuda del cuerpo sobre mi.

-¡Bill! Levántate, me estas aplastando - solté en un gritito y golpeaba su espalda medianamente fuerte para despertarlo, su peso me oprima el pecho y me impedía respirar bien.

Este se removió un poco, para después volverme a ver adormecido, su mirada estaba un poco achinada, su cabello tenía ondulaciones graciosas que lo hacían ver aún somnoliento, chisto un poco, yo más que nadie sabía que odiaba que lo despertarán cuando tenía sueño, aún más sabiendo que el día anterior nos habíamos acostado tarde; o en términos más congruentes, hoy en la madrugada. Esto ocurrió unos cuantos minutos pasados de la pequeña siesta que tomo sobre mi pecho, después de eso fue a bañarse. El transcurso de ese día paso normal, entre risas y burlas con lo ocurrido con la señora Harris, en algún momento de la combersación el sueño nos inundó, nos habíamos hecho consientes de la hora que era, no queriamos arruinar ese ambiente tan mágico que nos rodeaba, así que en un movimiento rápido este se arropó y se tiró sobre mi, abrazandome en busca de calor, sin tener consideración de las consecuencias de esos actos; permití que durmieranmos así, llegando a esta situación.

-¡Bill apresurate, duele! - dije un tanto desesperado -Bill muévete.

-Mueveme - dijo este acurrucandose aún más sobre mi.

No conteste, agarre una almohada y le golpeé con esta, después se la coloque sobre la cabeza y con toda la fuerza que me fue posible ejercer en esa posición, di la vuelta, haciendo que este callera en el suelo llevándome a su vez, así quedando sobre él.

-Creó que te tomaste muy a pecho lo de "moverme" - le escuche decirme, mientras acariciaba suavemente mi espalda con una de sus manos, y con la otra halaba suavemente mis cabellos como reproche por habernos botado.

-Tú no quisiste por las buenas - solté entre una risita, este comenzó a moverse para sentarse y posicionarme bien sobre su regazo, haciendo así que mi cerebro  mandara una corriente eléctrica por todo mi cuerpo debido a la falta de circulación; sentía como miles de hormigueos se desataban por mis extremidades - B-Bill y-ya no t-te m-muevas - dije mirándolo directamente, a la vez que posaba mis brazos sobre su pecho.

-Ahora no quieres que me mueva, genial - menciono con ironía, mientras posaba sus manos en mi cadera - sabes, han pasado varios días desde de que me quedo en casa y no he podido probarte ni una sola vez, ya que estoy aquí, creo que debemos continuar lo que habíamos dejado pendiente hace dos días atrás - se relamio los labios mientras posaba su vista sobre los míos, fue acercándose lentamente, hasta posar sus labios en mi cuello, mordió levemente mi piel haciendo que soltará un suave, pero audible jadeo.

Mi cuerpo reaccionaba a sus carisias, al igual que los lascivos sonidos que escapaban de mi boca, lo necesitaba, y la prueba de ello era la gran sensibilidad que se extendía por cada una de mis extremidades. Habia bajado hasta mi pecho, levantando mi camisa con una mano y con la otra acarisiaba levemente mi cadera, paso con lentitud su legua en mis tetillas, pellicandolas y mordiendolas dulcemente.