La Bestia y su Amo © kooktae.

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holaaa.
¿están listos/as?

— ¡Vamos Jungkook, con fuerza! —el entrenador solía ser estricto cuando el tiempo lo requería, estaban por entablar un juego amistoso entre escuelas. Jungkook empujaba en contra del chico que intentaba tumbarlo, sus pies se enterraban en el lodo mientras usaba toda su fuerza para soportar en el mismo lugar. Era un trabajo de equipo, Hoseok debía esforzarse por tumbarle, Jungkook debía darlo todo por no ser vencido.

Taehyung miró por unos segundos hacía el otro extremo del campo, ahí estaban la mayoría de las chicas porristas, daban saltos y piruetas mientras repetían una y otra vez la rutina de baile. Si ponía la suficiente atención, podía escuchar los gritos de Nayeon animándolas a continuar.

Jungkook era el capitán del equipo de futbol americano.

Nayeon era la capitana del equipo de animadoras.

Eran líderes natos los dos. La pareja perfecta ante todos.

— Es la primera vez que vienes aquí.

— Eunha. —después de tres semanas en la escuela. Taehyung ya estaba acostumbrado a las apariciones repentinas de la chica rubia. El viento cambiaba las hojas de su cuaderno, afortunadamente Taehyung se le había adelantado y colocaba su lápiz o un separador. Quiso sonreír, pero no lo hizo, la chica luchaba por sostener su cabello que golpeaba sus ojos a merced del aire.

— ¿Sabes? Si te vas por ese lado. —su mano apuntó al extremo derecho una vez que ató su cabello en una coleta alta—. Alcanzas a verla mejor.

— ¿A quién? —tardó en contestar. La chica lo miró por unos segundos y abrió sus ojos con sorpresa.

— No vienes a verla a ella.

— ¿Qué?

— Vienes a verlo a el. —sonrió de lado mientras sacaba una carpeta de su bolso—. Ten, me lo confió el señor Seokjin esperando que te lo entregara lo más pronto posible. —se levantó aún con el rastro de la sonrisa en sus comisuras—. Por cierto, felicidades.

Taehyung tomó el documento notando que el sello de seguridad ya estaba roto. Presionó su mandíbula, estaba molesto, odiaba que las personas fueran así de entrometidas en sus asuntos. Sin embargo leyó el documento, sus ojos se movían entre las líneas obviando los detalles de la fecha, hora y datos personales, hasta que llegó al párrafo decisivo... La sonrisa le aclaraba a quien sea que Taehyung había obtenido la beca.

Jungkook miraba atento como Taehyung se limpiaba una lágrima de su rostro mientras suspiraba aliviado, luego, ambos se vieron conectándose por unos segundos. Jungkook también sonrió orgulloso y contento por el logro. Hasta que Jae lo empujó llevándoselo unos metros atrás y atestándole contra el lodo.

— ¡Agh!

— ¡No te distraigas! —le regañó para luego levantarse y caminar hacia las duchas, el entrenador había terminado.

Incluso Taehyung se bajó de las bancas y se acercó junto con todos los demás compañeros de futbol. Jungkook seguía tumbado en el suelo con los cabellos revueltos y una expresión de completo dolor. Taehyung, sintiéndose plenamente feliz, estuvo de ánimos para una burla y comenzó a picotearlo con un lápiz en la mejilla.

— ¿Ya te moriste? —su cabeza se ladeó suavemente y le miró con gracia. Por su parte, el pelinegro cerró los ojos y le siguió el juego.

— Sí.