Al otro día ella se levantó algo cansada, preparo el desayuno, para su hijo y ella, acabando de desayunar el pequeño le pidió a su madre ir al parque como ella se lo había prometido el día anterior, y así fue lo llevo un rato, esta vez fue sola, tenía la esperanza de encontrase con aquel hombre que había visto el día anterior, para confirmar que no había sido su imaginación. Cuando llegaron al parque recibió un mensaje de Tucker preguntándole si había llevado a Noah al parque, ella le respondió que sí y minutos después se unido al plan.
Estaban pasando una tarde buena, Olivia no podía olvidar aquel hombre que había visto la tarde del día anterior. Ella miraba con detenimiento a cada hombre que pasaba con el mismo aspecto físico que aquel hombre. Después de 30 minutos su vista se topó nuevamente con aquel hombre, se aterro, pero sonrió levemente ya que ahora estaba segura que no había sido producto de su imaginación. Él hombre se encontraba viendo a la nada, mientras Liv lo espiaba, se veía tan apuesto como lo recordaba, esa jodida sonrisa arrogante y esos ojos azules como el océano que le transmitían tanta tranquilidad en sus momentos más difíciles.
Esta vez él estaba solo, sentando en la misma banca que ocupo el día de anterior, ella no dejaba de verlo estaba a solo algunos metros de él. Quería acercarse, hablarle, abrazarlo, decirle que lo había extrañado tanto, pero no podía, no debía. El la había abandonado.Tucker se dio cuenta que nuevamente Olivia estaba distraída pero no comento nada. Decidió ir a traer helados para los tres, le pregunto a Olivia si los acompañaba, ella negó con la cabeza y Tucker se marchó junto con Noah a traer los helados, el pequeño sí quiso acompañarlo.
De un instante a otro Elliot se levantó de donde estaba, se iba a marchar, pero cuando se levantó vio a solo unos metros de él a una mujer que conocía bastante bien, la mujer más hermosa para él, la mujer perfecta, aquella que había amado en silencio durante 12 malditos años y tal vez lo seguía haciendo, la vio sentada sola, de pronto ella levantó la mirada e hizo contacto visual con ella como si hubiera descubierto que la miraba. Ambos sonrieron automáticamente susurrando el nombre del otro, se quedaron embobados con el otro, solo verse les daba paz y tranquilidad. Aquella tranquilidad que hubieran querido antes, cuando estaban separados. Pero es que ninguna otra persona, podía hacer eso. Nadie los llenaba de paz y tranquilidad con solo una mirada. Solo ellos, solo esos dos tontos enamorados que nunca se confesaron ese gran amor por miedo al rechazo del otro.Él estaba a punto de acercarse cuando vio que un hombre con un niño en brazo se acercó a ella, la sonrisa de él se desvaneció en segundos y ella se puso tan nerviosa, no sabía exactamente porqué pero estaba tan nerviosa como si hubiera hecho algo malo.
Reconoció al hombre que se acercó a ella de inmediato, era Tucker, ese bastardo que por años les había hecho la vida imposible a todo el precinto y aún más a ellos dos. No entendía que hacia él ahí, con ella y con un pequeño niño, que por cierto, noto que el niño era tan hermoso como Olivia, imagino que era hijo de ella. Pero Tucker, ¿que demonios hacía ahí con ella, en un momento tan familiar?.Tucker de un momento a otro beso a Liv antes de entregarle el helado, la sangre de Elliot se congeló al ver aquel bastardo besar a la mujer de su vida, no soporto más aquella escena tan romántica y familiar y se marchó de allí, se maldijo por presenciar aquella escena que le rompió el corazón, tal vez estaba igual de roto cuando se fue, cuando dejo a Liv, o tal vez y solo tal vez estaba tan roto como Olivia cuando la abandonó. Pero, realmente, ¿qué esperaba?, que después de tanto tiempo Liv estuviera sola, que estuviera esperándolo, de solo pensarlo era imposible. Trato de imaginar que ella esperaba por él, imagino que ella no lo había podido olvidar como él, que tenía en su cabeza su recuerdo, llegó a imaginar que también ella sentía algo por el, un cariño que va más allá de ser simplemente amigos, quiso creer que era posible, quiso tener esperanzas, pero estas se acababan de romper.
Liv es una mujer jodidamente hermosa y tenía tantos pretendientes atrás de ella, él mismo lo comprobaba cuando estaba, no aguantaba verla salir con otro hombre que no fuera él, no podía imaginar otros labios besando los suyos, otras manos acariciando su cuerpo. Terminaba por correr a cada uno de ellos, era tan egoísta con ella, no le confesaba su amor, pero tampoco la dejaba ser feliz con alguien más, es que solo no lo soportaba.
Olivia al igual que Elliot se maldijo por lo que Elliot había visto y ni si quiera entendía él porque, él era el que se había marchado sin despedirse, ella no tenía que sentirme culpable, pero, le dolió.
El día transcurrió tranquilo después de aquella escena.
Llego el lunes, tenía que regresar a trabajar y no quería, seguía muy cansada y no dejaba de pensar en lo que había pasado los dos días anteriores, sobre todo no dejaba de pensar en aquel hombre, el hombre que por años amo en secreto. Con toda la pereza del mundo se levantó de la cama, hizo el desayuno para su hijo y ella, espero que llegara Lucy, la joven que se encargaba de cuidar a Noah, apenas llego salió de su departamento no sin antes despedirse de Lucy y su pequeño al cual abrazo muy fuerte y beso su frente.Al llegar a la estación saludo a todos y entro a su oficina donde la esperaba el jefe Dods, el cual le presentaría al nuevo sargento.
¡Buenos días! Teniente, dijo Dods apenas Olivia ingreso a su oficina.
¡Buen día jefe!, respondió Olivia amablemente.
Le traigo al nuevo Sargento de esta unidad, espero le sea muy eficiente, como le dije no hay necesidad que le enseñe ya que trabajo anteriormente aquí, le presento al sargento Stabler, dijo abriendo la puerta.Olivia se quedó helada al escuchar su nombre y al verlo entrar, era él, él estaba de vuelta, iba a trabajar nuevamente con él, lo iba a tener cerca de nuevo, no podría soportarlo. Seguía paralizada, no emitió ningún sonido, estaba perpleja. El Capitan Dods al ver que ninguno de los dos hablaba decidió romper el silencio, podía notar la tensión que se respiraba en la oficina.
Bueno los dejo, tendrá que explicarle hoy lo del caso en el que están trabajando teniente, hasta luego, salió de la oficina.
De pronto un silencio bastante incomodo se apodero de la oficina de la Teniente, los dos estaban mirándose sin hablar, trataban de leerse, de leer lo que pensaban, como lo hacían tiempo atrás, creyeron que la magia que tenía "los detectives Elliot y Olivia" se había acabado con el pasar de los años, con la distancia, pero no era así. Pudieron saber que pensaban.
Por su parte Olivia tenía una mirada de enojo, tal vez rencor, decepción y una felicidad tan amarga como un café sin endulzar, eso creía él.
Elliot, su mirada era de perdón, demasiado perdón, pero sabía que estaba molesto y había algo más mas, algo más que no quería creer que fuera cierto.
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¿El amor lo puede todo?
RomanceOlivia y Elliot dos detectives condecorados, los mejores detectives de esa unidad, o tal vez con un poco de suerte el mejor dúo de todas las unidades de Victimas especiales. Ellos pretendían tratarse como compañeros o quizás pero solo quizás como "a...