V (Reescrito)

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~Elizabeth

La fiesta estaba empezando pero el salón estaba repleto, jamás había estado tan feliz con una salida. Necesitaba esto, cambiar de aires y salir un poco de la tensión que tenía en casa.

Era la primera vez que podía asistir a una fiesta a estas horas, aunque era una tontería para muchos en mi pequeño mundo la sensación de libertad. Revisé por quinta vez tener mi celular con volumen en mi bolsillo, por si a mis padres se les ocurría llamarme y seguí divirtiéndome con las chicas.

Siena bailaba embelesada con Carol, la miraba de tal manera que si no supiera sobre su amistad creería que viven un romance secreto, reí ahogadamente por esos pensamientos, debía dejar de inventar romances en todos lados, además Siena era la persona más heterosexual que conocía y Carol, bueno Carol era Carol.

Entre mis divagaciones noté que Siena se quedaba quieta y me extrañé, esa mujer bailaba hasta dormida. Por su expresión corporal se notaba que estaba muy tensa, casi en un modo defensivo. Revisé rápidamente el lugar buscando la causa de ese enojo.

Entonces entendí porque había cambiado de humor tan repentinamente. Se supone que cada una tiene una crítica propia pero siempre he sido muy intensa con mi percepción de lealtad; si a una de mis amigas cierta personas le hacia algo, no importaba si nos llevábamos de maravilla quedaba vetada de mi vida; así que si a Siena le caía mal Cassiope, por solidaridad, me caería mal a mí también.

Pero Carol es pura amabilidad, a ella nadie podía caerle mal sin un motivo inexcusable.

La interacción que tenía Carol con la nueva era algo extraña, pero yo no era quién para meterme entre eso. Hablaban solo para ellas y entendí por sus gestos que Cassiope planeaba llevársela con ella, Siena vio lo mismo y aunque traté de detenerla salió de la pista. Supuse que era lo mejor para evitar una escena o cualquier pelea.

Carol se volteó preocupada pues habíamos acordado permanecer juntas toda la noche, no quería quedarme sola entre la gente que no conocía ya que parecían venir de otras escuelas. Pero al ver a Carol expectante le sonreí como aprobación para que se fuera, esa chica no me daba buena vibra pero aunque a mi me cayera mal, Carol era una historia diferente.

Hice tiempo paseándome por todo el salón, porque sabía que Siena necesitaba espacio ahora, sus emociones eran muy volátiles y siempre que se enojaba por algo era mejor dejarla en su mundo un momento, toda la decoración se había quitado dejando muy poco que ver, solo paredes vacías y luces que daban dolor de cabeza así que no tenía mucho que ver.

Fui a buscar a Siena por la fiesta, dudaba que estuviera bailando así que me dirigí hacia la cocina pero cambié de rumbo a medio camino, realmente dudaba que estuviera comiendo así que fui directo a la barra improvisada que había notado de lejos en mi pequeño tour.

Cuándo será el día que me haga caso y deje de evadir sus problemas con alcohol

Tal y como lo supuse descubrí la silueta de mi amiga en un extremo de la barra.

—Oye...¿Puedo sentarme? — esperé que asintiera y me acomodé a un lado —¿Cuántas tomaste?— movió la cabeza hacia un lado y vi la mesa llena de pequeños vasos de plástico mientras sostenía otro en sus manos..

—No necesito tus sermones ahora Eli— me mordí la lengua para no empezar a hablar, sabía que no era momento así que no iba a hacerlo ahora; ya sería mañana, cuando tuviera la cruda de su vida —¿Se fue con ella no?

—Sabes que a ella no le podría caer mal alguien solo porque sí, ella es amable porque es nueva— un chico detrás de la barra me ofreció un vaso extraño y lo rechacé — voy por una gaseosa —hizo un amago de sonrisa en lo que me levantaba en busca de una botella cerrada.

Un minuto de Silencio (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora