Hay oportunidades cortas que se te dan. La felicidad la vives en cada segundo, en cada sonrisa. El amor es una fuerza increible: te protege, te destruye, te calma, te enloquece, te mantiene y luego... simplemente se queda para siempre en ti.
-No estoy seguro de querer seguir sin vos.-
-No digas eso. Estoy segura que te quedan muchos años y no sabes lo feliz que seré en el momento que tengas el cabello más blanco que estas sabanas y tu hijo te diga que tendrás un par de nietos gemelos y tú sonreirás y sentirás que ha llegado el momento de reunirnos de nuevo. Lo he visto.-
-Yo quería compartir eso con vos.-
-Yo estaré con vos todo el tiempo, cuidándote y lo sentirás. Me sentirás-
Mateo la miró sin saber qué más hacer. Su interior era una tormenta, miles de palabras, de besos y de momentos revoloteaban en su mente.
Era Giovanna, la persona que más había amado, la persona que le ayudó de manera increible a superar los miedos y las limitaciones que antes tenía en su mundo; la persona con la que soñó en algún momento que podía formar una familia, que podían viajar a cientos de lugares, el que le iba a escribir un libro una vez hubieran vivido eso y más. Buscó dentro del bolsillo de su pantalón mientras sacaba el anillo desde su interior.
Siempre lo llevaba con él a donde fuera. Le hacía sentir cercano a la promesa que había querido hacerle a la rubia y que no había tenido la oportunidad de hacerle.
-Te amo, Giovanna. Te amé desde que hiciste que mi mundo estuviera en paz, desde que me temblaron las piernas cuando me decías algo tierno. Amé cada pieza de vos; tu mente era un lugar tan grande que a veces me sorprendía hasta dónde podías llevarme. Tu enorme corazón, me hizo ver toda la humanidad que hay en vos. Fuiste, sos y serás el amor de mi vida. Quiero llevarte siempre en mi. Esta es una promesa de mi amor, que siempre te pertenecerá.
El pequeño diamante del anillo deslumbró en la habitación con la tenue luz de la luna. Los dos chicos en la habitación permanecieron en silencio mientras no apartaban sus miradas. De repente sus sonrisas afloraron en sus labios.
-Me hiciste muy feliz, Mateo.
El recién nombrado tomó la mano de su novia mientras ponía el anillo en su dedo anular. Las lágrimas ahora de felicidad cubrían el rostro del ruliento.
No se necesitaron más palabras aquella noche. Los dos chicos se dedicaron a miradas entre si mientras mantenian sus manos unidas, de vez en cuando se dedicaban sonrisas. Hubo un momento que los sucesos de la noche y la paz recién descubierta obligaron a Mateo a cerrar los ojos mientras se sumía en el sueño. Gigi miró en su mano el pequeño anillo.
-Te amo -hubo un pequeño susurro de Mateo.
** ** **
- Te lo juro, este chico no dejaba de hablar acerca de las vacaciones de verano. La playa, el mar y no sé qué cosas más. Es un poco parlanchin pero me agrado, debes conocerlo -Daniel le contaba al morocho mientras esperaba que el morocho sacara los libros de su casillero y salir lo más pronto de la escuela.
Mateo sonrió.
-¿Asi que ahora te agrada otra persona aparte de mi y vos mismo?-
Daniel rodó los ojos.
-No está mal ser sociable un poco, Palacios, eh? - Dani dijo en tono de broma mientras se recargaba el casillero al lado de Mateo.
-Sabes que no soy ese tipo de personas. Ni siquiera puedo tener una conversación normal cuando tengo una compañera de trabajo. Sabes cómo termina.-
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Estaré bien // Trueno. [Terminada].
Short StoryTan solo pasaron cuatro meses. Cuatro meses en los que Mateo no volvió hacer el mismo. Toda su vida cambio cuando Giovanna llego y lo mismo cuando se fue... «Está historia no me pertenece , todos los créditos a su respectiva autora.»