Capítulo Uno: Abandono.

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Todo comenzó después de una fiesta por parte de su Senpai, Nishinoya. Era una fiesta tan acalorada, Kageyama se movía con cuidado entre la gente, había alumnos desde karasuno hasta la más prestigiosa Academia de Shiratorizawa.

Pudo divisar hasta a su ex capitán Daichi bailando entre la multitud, Sugawara bailaba frente a el, moviendo sus caderas contra su cuerpo, el espacio era tan pequeño que hacía que a todos les faltara el aire y el calor los abrazara obligándolos a quitarse sus abrigos. Era un caos total aquella fiesta.

Su cuerpo se sentía tan húmedo por el sudor y a la vez tan helado por el frío viento que pegaba en su torso cubierto solo por una ramera con mangas cortas, pudo observar en el jardín; una vez que había logrado salir de la multitud de la sala; como Yamaguchi era besado con brusquedad contra un árbol por el capitán de tercer año de Johzenji mientras que Tsukishima sólo estaba a su lado bebiendo de su cerveza, viendo de vez en cuando como su actual novio era besado sin descanso por el mayor.

Kageyama no pudo evitar resoplar, todos estaban tan vueltos locos, tan drogados, tan calientes que parecía que en esa casa nada era ilegal y sucio.

Se acercó al grupo que más cómodo lo hacía sentir, Akaashi y Kenma hablaban en voz baja, en cuanto Kageyama se dejó caer en las silla que sobraba entre esos dos suspiró, debía ser él único chico de 16 años que no había probado ni siquiera un poco de cerveza.

— Parece que hay alguien que no se está divirtiendo para nada. —Comentó Kenma con su voz algo más alta de lo que recordaba, y es que seguro se esforzaba por ser oído por la música y la gente de adentro cantando las canciones a todo pulmón.

— La verdad... Es una fiesta increíble, pero no disfruto del alcohol y las drogas, realmente quiero ser un buen armador a nivel nacional. —Comentó Kageyama sin alzar su voz, siendo tan neutro como acostumbraba. En eso sintió una mano en su muslo, Akaashi daba pequeñas caricias y no le costó entender que ese dúo estaba drogado, quizá con qué cosa. No le molestó sentir como la mano de su Senpai subía hasta su pecho donde dió pequeñas caricias.

— Kageyama Tobio, desde que entrenamos en el campamento de verano puse mis ojos en ti... Quizá a Bokuto San le molestaría pero tanto Kenma cómo yo... Sabemos que se acuesta con Kuroo cuando no puede lograrlo conmigo. —Susurró éste en el oído del armador de segundo año, Kageyama soltó un suspiro. Lamentablemente no era la primera vez que veía a los chicos del campamento de verano de ese modo, Akaashi que poco a poco se acercó a su rostro fué detenido por una mano en su frente.

— Disculpen mi intromisión, pero vengo por mi novio. —Dijo una voz algo grave, Kageyama no pudo evitar reír a sus adentros, sabía que Hinata con el paso del tiempo había comenzado a crecer tanto en estatura como en... Todo. Y su voz ahora si sonaba más grave que antes.

— Buuu, justo cuando quería comenzar a divertirme. —Murmuró Akaashi volviendo a sentarse derecho en su asiento, Kenma solo miraba a Shoyo con una pequeña sonrisa, aún drogado no perdía la capacidad de distinguir las acciones de su mejor amigo.

Hinata ardía en celos.

Kageyama sintió un tirón en su mano y se levantó siendo guiado por su pareja, habían comenzado a salir después de que habían logrado vencer a Shiratorizawa en su primer año en Karasuno.

Recordaba cómo su pequeña mandarina en ese tiempo había jugado con sus dedos pasando a llevar su camisa blanca; la cual jalaba con nervios; su rostro tan rojo como un tómate y sus ojos moviéndose de un lado a otro. Hinata estaba tan nervioso que Kageyama pensó que querría ir al baño. Pero no fué un impedimento a confesar lo que sentía por el armador, su gustar fué correspondido por el ojiazul y tuvieron muchas citas antes de pasar al siguiente nivel donde ambos confesaron amarse.

Abandono.  |Kagehina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora