Capitulo XI

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Con el paso de las semanas la cercanía entre el castaño y el moreno aumentaba.

Ya se estaba haciendo rutina que Liam llevara a Zayn a su casa al salir del colegio y pasaran la mayor parte de la tarde en casa de este último, ninguno se había dado cuenta del paso del tiempo pero llevaban un poco mas de dos meses así.

 Liam cada día se sorprendía de cada cosa que aprendía del moreno, hasta ahora sabia la habilidad que tenía el chico en las artes y por supuesto estaba endiosado con sus capacidades culinarias.

 Aunque últimamente  la idea rondara en su mente. 

Liam aun no se sentía con libertad de invitar al moreno a su casa a pasar un día, no quería incomodar al chico con todas las excentricidades que su madre tenía en casa, y conociendo al moreno este podría ser capaz de comparar su casa con la del castaño y sentirse mal con respecto a eso. 

Aunque Liam sabia que había una gran diferencia entre ambas formas de vivir y no se referia a lo económico, ya que a Liam eso no le importara o molestaba la situación económica del moreno, ya que a pesar de que Zayn tenía una casa pequeña (comparada con la mansión que los Payne poseían) se podía sentir que esa pequeña casa estaba llena de felicidad y amor, cosa que el no tenia,  a pesar de tener bastantes habitaciones y lugares para distraerse, su única compañía era el personal que trabajaba para su familia, la casa estaba completamente vacía y fría, y le avergonzaba que el chico conociera esa parte de el. 

Y eso que no hablaba de su madre, ya que era lo último que el castaño quería que Zayn conociera, sabia la actitud y los ideales de su madre respecto a las personas de una situación económica diferente a la suya, por lo que también quería evitar que hubiera un encuentro  para nada agradable, y eso terminara alejando al moreno  de su lado.

Los finales de día y fines de semana eran los más complicados para Liam ya que tenía que dejar al moreno para volver a la soledad en su casa.

Aunque su único consuelo era la compañía de Jade, había ocasiones en las que el castaño se cuestionaba el porqué esa gran mujer no había sido su madre en lugar de Karen. Y no es que su madre fuera mala, al contrario era una gran mujer siempre procuro su bienestar y lo consentía, pero nunca le dio el amor que el necesito, todo lo hizo Jade.

Llego a su casa afligido era Viernes eso significaba que no vería al moreno por dos días y tendría que soportar la soledad de su casa, arrastrando los pies ingreso, yendo directamente a la cocina, encontró sola a Jade por lo que supuso su madre no se encontraba.

-Hola cariño, ¿Qué tal estuvo tu día? ¿Ya quieres cenar cielo? Justo acabo de terminar la cena, por cierto, tu madre llamo y dijo que saldrá de viaje por unos días.-Explico Jade mientras se quitaba el delantal de su tradicional uniforme.

El cerebro del castaño hizo ¡Click! de inmediato por lo que Jade le acababa de mencionar.

-Hola Jade, mi día estuvo un poco interesante, pero cenemos de una vez, quisiera hablar contigo de unas cosas y quería ver si aprovechaba estos días que mi madre no esta.- Respondió nervioso el castaño.

-Claro cielo, lava tus manos en un momento te sirvo.

La cena trascurrió de lo mas tranquilo y como posible, Jade pudo notar al castaño nervioso y pensativo pero no lo presiono, dejaría que el chico hablara cuando quisiera. 

 Cuando terminaron el castaño se levanto y tomo los servicios que habían utilizado al cenar y los puso en el lavavajillas.

-Jade, ¿Qué pensarías si trajera a un chico a la casa e incluso hubiera posibilidad de que se quedara a dormir?.-Pregunto el castaño evitando la mirada de la mujer.

Bad FeelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora