Chapter 2 parte 2

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Newt POV.

-Aun no entiendo como puedes confiar en alguien a quien acabas de conocer -replica Teresa una vez que logramos entrar en el pasillo de la escuela.

-Yo tampoco, la verdad. Pero es un buen chico, de alguna forma se ganó rápidamente mi confianza.

-Es muy guapo.

-Solo tú te fijas en eso.

-Yo y todas las chicas lo sabríamos, no me vas a negar que no lo notaste.

-Los chicos no se fijan en eso.

-Las chicas se fijan en cuando otra chica es linda.

-Las chicas, lo has dicho.

El brazo de Minho se apoya en mis hombros en cuanto se nos une.

Sus labios se juntan con mi mejilla y lo aparto con un fuerte codazo en las costillas.

-Debes dejar de hacerle eso a las personas -me quejo y limpio sus babas de mi mejilla.

-Vamos al ring -dice el sonriendo-. ¿Te apuntas?

-¿Vas a pelear tu? -inquiero.

-No, Justin y Kendall.

-No. No puedo llevarme esta clase también. Lo siento.

-No importa, ¿Teresa? ¿Vas?

-Lo siento, Minho. Esas salvajadas no son para mujeres. Y antes de que digas algo, si hay una chica allí es por que quiere sexo.

Frunce sus labios, divertido, y se encoge de hombros desviándose de nuestro camino.

-No se como les gusta ver como sus compañeros se sacan sangre -se queja Teresa.

Me quedo mirando la espalda de Minho mientras este corre por el pasillo para salirse del instituto.

Yo tampoco se como es que nos gusta ver sangre. Es quizá algo del cromosoma X.

-¿Qué clase tienes? -Pregunta-. No tengo ganas de escuchar durante una hora entera a Brittany. Podría entrar contigo.

-Mattew -respondo.

-Prefiero a Brittany -resopla-. No se como alguien tan joven puede estar dando clase. Siempre me pareció tan aburrido y patético su intento de ser un buen maestro.

-A mi me gusta.

-Además, ¿Estas con Brenda en esa clase, no?

-Así es. Sabes, deberías tratarla, no es tan mala persona.

-No, gracias. Prefiero leer los libros que hacer "cigarros" con las páginas.

-Ay por favor, no hacen "cigarros" con las paginas.

-¿No? Estoy segura que fuman hasta pasto.

Tuerzo los ojos.

-Es problema de ellos, son buenas personas, de verdad.

-¿Ahora apoyas la legalización de la marihuana?

-No, solo digo que si quieren destruir su vida, es problema de ellos, no voy a juzgarlos. Tampoco me gustaría que me juzgaran por mis gustos.

-Como sea, no me agradan y punto.

-Bien. ¿Quedamos para almorzar?

-Como todos los días -me dedica una sonrisa y se marcha.

Entro al aula y me siento en el lugar de siempre.

La clase termina y ni Brenda ni Eduardo aparecen.

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