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El chico se la pasó sollozando el resto del trayecto, de vez en cuando abría la boca para tratar de hablar pero era callado al instante por la mirada penetrante del profesor. Finalmente, llegaron a su destino.

-En vista de que no es capaz de, por lo menos, elaborar una excusa coherente - dijo Snape con un tono frío y amenazante -yo mismo me aseguraré que reciba el castigo que se merece- luego de esto, procedió a salir del tren con un paso apresurado.

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-Harry, ¿Qué sucedió?, ¿Qué harán?- dijo Hermione tratando de calmar a su amigo -dijo que no le dirá a Dumbledore pero que el me pondrá un castigo- sabía que los castigos de Snape eran un poco rudos -joder Harry, hoy si que la haz cagado pero en grande-

Al chico se le complicaba comer en el banquete debido a los nervios, ¿Enserio Snape era capaz de preferir un castigo a quitarle todos sus puntos a Gryffindor?. De todos modos, era obvio que sería algo más que fuerte, el siempre lo tenía entre cejas y no perdería la oportunidad de ponerlo a raya sin ninguna atadura.

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Pasaron semanas y el castigo no llegaba, todos creerían que se encontraba tranquilo debido a eso sino fuera por los comentarios de su amigo Ron -tal vez fue una broma de mal gusto por parte de tu "querido" profesor; ya ha pasado mucho tiempo y todavía no te ha cortado la garganta- alcanzó a decir el pelirrojo mientras se llenaba la boca con salchichas y huevo -No digas eso, el orgullo de Snape es demasiado, no se permitiría dejarlo solo así- comentó Hermione - Además, dudo mucho que Harry se niegue a pasar más tiempo con su amado Snape ¿cierto señor Potter?- el pelirrojo casi se ahoga con su jugo de calabaza - Deja de decir ese tipo de cosas, sabes perfectamente que Harry no es un maricón- eso bastó para callar a todos.

Mientras sus dos amigos discutían, el simplemente se encontraba absorto en sus pensamientos. Todo había cambiado en tan poco tiempo, había comenzado a tener interés por las clases de pociones, se emocionaba cada que se encontraba a Snape por los pasillos del castillo y ni siquiera podía quitarle los ojos de encima cada que se encontraban en el comedor.

Mione tenía razón, desde hacía ya tiempo el había comenzado a desarrollar ciertos sentimientos hacia dicho profesor. Para ser exactos, todo comenzó desde esa noche donde Severus los protegió del hombre lobo que anteriormente había sido su profesor Lupin. Era irónico, pasó de desearle la muerte por hacerle la vida miserable a amarlo como si su propia vida dependiera de ello.

Al parecer todo sentimiento de odio y rencor habían desaparecido en ese mismo instante.

Y no solamente en Harry.

Finalmente actualicé lol

Creo que debo aclarar que esta historia es un simple hobbie para mí, por eso tardo tanto en actualizar, lo hago cada que quiero o tengo la imaginación suficiente para hacerlo ♡.

𝓓𝓾𝓵𝓬𝓮 𝓒𝓪𝓼𝓽𝓲𝓰𝓸 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora