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Era el comienzo de un nuevo curso, Harry, como de costumbre se despertó y empaco todo para ir al Anden 9¾.

-date prisa muchacho, llegarás tarde y si no tomas el tren, pasarás todo el verano limpiando la casa por hacernos perder el tiempo- gritó el tío Vernon desde la planta baja.

Por supuesto, Harry ya se había acostumbrado a recibir ese tipo de tratos y amenazas.

Después de un largo viaje a Londres, el chico se apresuró a alcanzar el tren; corría a toda velocidad y consiguió pasar justo antes de que cerrarán las puertas. En un vagón vió a sus amigos de toda la vida: Hermione Granger y Ron Weasley.

- ¡Al fin llegas, Harry! creimos que habías perdido el tren- dijo con alivio la chica - nunca lo haría, prefiero limpiar con la lengua los zapatos de Snape- respondió Potter con un tono agitado.

El trio de oro se la paso contando todo lo que hicieron durante sus vacaciones hasta que de pronto, la paz se vió interrumpida por Malfoy y sus dos "adorables" orangutanes - ¿Es cierto que el mismísimo e inigualable Harry Potter casi pierde el tren?- alardeó el chico mientras Crabble y Goyle se reían igual que un cerdo -Espera a que mi padrino se entere de esto-

- calla Malfoy, deja de molestar y anda a- escupió el pelirrojo antes de ser interrumpido- A mi no me interesa lo que piense tu novio ese al que llamas padrino- respondió Harry sin quitar la vista de la ventana - Además, no hay necesidad de decirle, lo importante es que estoy aquí, o qué, ¿mientras más le informes de mí más te complace?-

Todos quedaron pasmado al ver al ya mencionado profesor apoyado en la puerta del vagón, por supuesto, Harry no se percató hasta escuchar ese gruñido que escuchaba regularmente -Potter, ¿sería tan amable de repetir lo que dijo? -

Por razones que nadie sabía, el profesor Snape se encontraba en el expreso de Hogwarts -¿Profesor, que hace aquí?- dijo un tembloroso peli negro -Eso no es de su incumbencia, Potter, ahora venga conmigo si es que no quiere ser expulsado antes de iniciar su cuarto grado en este colegio-

Con paso firme, tomó al chico de la mano y lo arrastró hacía el único vagón vacío. Nadie podía quitarles los ojos de encima.

"¿Ya viste a Potter?"

"Joder, ésta vez si que la ha cagado"

"¿Qué diablos hace el profesor Snape aquí?"

"Creo que son amantes secretos"

"Cierra la boca, eso es asqueroso"

-Ahora dígame, ¿Podría explicarme el significado de su comentario? - dijo el mayor con una mirada tranquila.

-Lo lamento tanto profesor, sucede que...- el chico no supo que decir, sabía que estaba jodido.

-Pobre muchacho, ¿le comió la lengua el basilisco?-

Una mezcla de miedo, ansiedad e ira se podía ver en su rostro -Profesor... lamento mucho lo que dije, fue un error ¡Malfoy estaba provocándome!- estaba dispuesto a hacer lo que fuera para salir de esa situación, incluso culpar a otros.

-Oh Potter, deje ya la hipocresía- el chico lo miro tratando de contener el llanto - no sea un llorón y busque algo más coherente para decirme- Severus se le quedó mirando esperando alguna respuesta.

Harto de no recibir ninguna, dijo -nos quedaremos aquí hasta que lleguemos a Hogwarts; espero que disfrute el banquete porque no sabe lo que le espera...-

Hola, tuve que borrar la historia ya que no me gustaba como iba quedando todo. Espero que les haya gustado la corrección de el primer capítulo ^^'

𝓓𝓾𝓵𝓬𝓮 𝓒𝓪𝓼𝓽𝓲𝓰𝓸 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora