¿El final...?

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¡Ostia! ¿Y esto?

¡Tienen explosivos!, y los han dejado sin cuidado, tomaré prestado uno. ¿Qué digo?, serán varios, sólo por si acaso.

Llevo media hora andando, y buscando una salida, pero creo que me rindo... Espera... No me rindo, es más, ¡encontré la salida!

Si tengo explosivos, ¿por qué no usarlos...?

Estupendo. Necesito un detonador, aunque me paro a pensar y es raro que no haya nadie aquí...

Es decir, desde que estoy en este peculiar lugar apenas he tenido supervisión, no sé qué pensar.

En fin, ya me callo, y voy a empezar a buscar, escribiré cuando lo encuentre.

Pasaron 30 minutos y el muchacho parecía no encontrar nada, hasta que por casualidad...

¡Lo encontré! ¡Sí, por fin podré salir de aquí!

Que horror de lugar, no lo he pasado peor en mi vida. Lo juro.

Bueno, dejaré de quejarme y escaparé de aquí. Sin embargo, haré mucho ruido, espero que nadie se alarme más de la cuenta, ni mucho menos me vuelvan a secuestrar.

El detonador pitó unos segundos antes de explotar, lo cual le dio tiempo al joven para salir corriendo y evitar morir debido a la fuerte explosión ante sus ojos; ¡BOOM! Los explosivos ya habían hecho su trabajo, solo le quedaba huir y dejar todo en el pasado sería fácil, ¿no?

¡SOY LIBRE!

Ostia, tremenda explosión, un poco más y me mata, eh.

Bueno, ya lo celebré, me escucho mucha gente, junto con... mierda, vino el FBI, ya valí.

Genial, me van a hacer preguntas, no podré escribir.

El FBI, al escuchar tal explosión, fueron en varias patrullas, por si acaso pasaba algo. Vieron al joven y estos le preguntaron que si pasó algo en especial. El mismo explicó todo, y se pusieron manos a la obra, una vez habían acabado de interrogarle. Pasadas dos horas en comisaría decidió preguntar y resulta que los agentes iban a montar un operativo para atrapar a los maleantes de esta terrible app, dónde empezó todo aquello, que terminó con la muerte de varios individuos, todos amigos del superviviente; los chicos serían vengados, pero no por el FBI, ellos solo harían el trabajo de encontrarles, pero el joven, se encargará de que la paguen, y caro. Pero todavía no sabía cómo.

Bueno, supongo que todo ha acabado bien, para mí, no para mis amigos...

Supongo que tendré que volver a casa de mis padres y de paso inventar una historia de excusa.

Ah, por fin, sienta bien estar en casa, a todo esto...

Me confiscaron todo cuando me secuestraron, así que no tengo llaves... Tendré que llamar al timbre.

A los pocos minutos, unos preocupados padres aparecieron ante la puerta, en gratitud por ver a su hijo vivo. Tras estas semanas de desaparición, y sabían que dijera lo que dijera, en una casa de un amigo no se había quedado, así que sólo le quedaba decir la verdad, ¿no?

Después de saludar alegremente a sus padres, se pudo ver cómo el FBI estaba en su casa, por la supuesta desaparición de él y sus amigos. Los padres merecían una explicación, y no estaban solos, sino que se habían unido los padres de Anne, Ambrose, y también los de Nicole.

¿Cómo voy a explicar que todos están muertos, menos yo, por una estupidez de las mías, de entrar a una app, que ya de por sí tenía advertencias?

-Gracias a dios que estás bien- exclamaban mis padres, aún incrédulos, ya que me creían por muerto.

Los padres de Nicole, me miraron en busca de una explicación, a los cuales se unieron los de Anne, y seguidamente los de Ambrose.

-Eh, yo- no sabía qué decir... ¿Cómo les diría que están muertos?, Dios mío...

-¿¡Podrías decirme qué ha pasado con mi hijo!?- exclamaba entre llantos el padre de Ambrose, pues al verme así ya se imaginaba lo peor.

-Veréis... Ambrose, Anne y Nicole... -estaba de los nervios...- ya no están con nosotros.

-¡¿Cómo?!- la madre de Anne empezaba a desesperarse, pero no sin antes empezar a llorar increíblemente rápido.

Todos los presentes estaban atónitos ante mi respuesta, no sabían ni qué decir.

-Sé que ahora mismo todos estaréis flipando, lo sé. Pero necesito que me escuchéis- intenté decir, mientras que unas lágrimas sin avisar me invadieron.

-A ver, ¿vas a decir algo ya? ¡Ostia!- decía el padre de Nicole, ya cansado de que no hablara.

Entre un silencio incómodo que se formó entre el grupo de personas, me decidí a hablar y darles la explicación que tanto merecen...

-Verán, todo empezó con...- Y empecé a contar mi historia, mi triste historia, de como perdí a mis únicos amigos por una estupidez, de un impulso de entrar a aquella app que realmente no creí que jamás me fuera a maldecir, pero acabó haciéndolo, arrebatándome lo que más quería...

Espera, ¿creen que este es el final?



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Repito otra vez, ¿q weas escribía con 11 años?



Randonautica (reeditando, para que no sea tan cringe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora