9. Fuga en el altar

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esa mañana Ginny no despertó en su cama. despertó en la cama de su novio, el cual en unas horas seria su esposo. rápidamente, tomo todas su cosas y se percato de que el no despertara antes de que ella se fuera. no era que no quisiera estar allá, pero era una tradición y todos saben que la novia y el novio no se pueden ver antes de la boda. por eso decidió tomar sus cosas y volver a la Madriguera antes de que todos despertaran y se dieran cuenta de que la pelirroja no había vuelto la noche anterior para dormir.

sin embargo, aunque a las 7 de la mañana se suponía que todos los Weasley dormían, había una persona que parecía esperarla sentada en el sillón como buen perro guardián. bueno, ese era Harry. el azabache no tenía planeado encontrarse con la chica ni a esa hora ni en ese lugar ya que pensó que ella se encontraba en su habitación durmiendo junto a Hermione. pero como todos dicen: "todo pasa por algo".

-buenos días Gin-le dijo el, en tono normal, mientras le daba un sorbo a su taza de café

-¿esperabas a que llegara para ver si me habían raptado o algo?-pregunto la pelirroja cruzada de brazos-. y no me llames "Gin"

-no, de verdad que no-respondió el, sincero-. no podía dormir, así que baje a tomar algo.

-ah, de acuerdo-la joven vaciló un momento, pero luego se acercó al sillón y miro al que tenía en frente-¿puedo sentarme?

-por supuesto, ven-contestó el atragantándose al decirlo. no esperaba que fuera tan fácil volver a hablar con ella. se miraron un tiempo largo, hasta que uno de los dos decidió abrir la boca.

-quiero que dejemos algo en claro-dijo la chica. Harry la miro fijamente mientras terminaba el café que tenía en las manos-. quiero contarte cómo me sentí cuando te fuiste...

-te escucho

-me dolió-admitió ella-. me dolió de verdad y, siéndote sincera, aún me duele. estamos en el 2003 y aún puedo decirte que siento algo por ti, Harry. pero quiero ser feliz con otra persona. quiero ver si soy capaz de amar a John como te ame a ti por tanto tiempo. y no quiero que nuestra "relación" o lo que sea que seremos de ahora en adelante afecte mi relación con el. no sé si volviste con intenciones de que volvamos o que, pero quiero avisarte que no pasará.

-escúchame Ginny-le dijo y tomó sus manos. ella, dudosa, no las retiró-. no pienso interponer me en tu felicidad, nunca lo hice. así que si eres feliz con John, no voy a hacer ni decir nada para evitarlo. confía en mí como en los viejos tiempos... si el te hace feliz, con eso me conformaré.

-de acuerdo-fue algo duro escuchar eso para ella, y más viniendo de Harry. no pensó que se la iba a hacer tan fácil. pero, a pesar de todo, era lo mejor para ella y para los dos. el azabache termino levantándose y, dónde decir nada, fue hacia las escaleras

-¿Ginny?-la llamo Harry antes de comenzar  a subir. ella se dio vuelta como una flecha

-¿si?

-nunca deje de amarte-le dijo, y se fue hacia la habitación, dejando a la hermana de su mejor amigo en un estado de coma cerebral.

Ginny se quedo pasmada por un largo rato. hasta estuvo a punto de llorar, pero no lo hizo. tenia que comenzar a entender que entre ella y Harry no volvería a pasar nada. tal vez ella también lo amaba. no. tal vez, no. ella lo amaba. estaba segura, pero se iba a casar, y no podía romper el corazón de John. era una muy buena persona, y no quería lastimarlo. no se merecía eso. 

cuando se hicieron las 10 se la mañana, nadie mas quedaba en la Madriguera, excepto Ron y Hermione, que se habían quedado para hacerle compañía a Harry. el resto de los hermanos estaban en el jardín, haciendo lo mismo que hicieron para el casamiento de Bill y Fleur. Molly y su nuera, se habían ido con Ginny a la iglesia donde se casarían los novios, para poder ayudar a la pelirroja a vestirse, maquillarse y demás.

Lejos de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora