Javi caminaba nervioso hacia la línea de salida. Tenía dos vidas por una de Yusef. Tenía que terminarlo ahora. Necesitaba hacerlo, se lo había prometido a Pascal.—Él me agrada mucho, pero tienes que ganarle, aún no te toca— le había dicho el jugador de rugby al alejarlo un poco de las cámaras y sus compañeros—Prometemelo Javier—pidió y Javi no pudo decir nada, simplemente asintió. Tan discreto como pudo, Pascal besó su mejilla y lo dejó ir.
Tuvo tropiezos a lo largo del circuito. La adrenalina corría por su cuerpo y tratando de concentrarse, se enfocó al llegar al tiro.
Pascal veía todo desde la salida del último módulo. A pesar de que ya todos sabían que él prefería por mucho que Javi se quedara, tampoco quería ser tan obvio; así que le estuvo dando consejos a Yusef sobre como tirar, con la esperanza de que no le hiciera caso.
Cuando el tercer disco de Javi embonó, Pascal bajó la vista, sin querer ver el desenlace. Al subirla de nuevo, vio a Javi caminar hacia él con un grito de coraje y alivio. Los fuertes brazos del tapatío lo sostuvieron por la espalda antes de alejarse para abrazar a los demás.
Javi se había salvado.
La ceremonia fue triste. Yusef había sido un excelente compañero y confidente para Javi. Siendo el primero en darse cuenta de lo que pasaba entre Javi y Pascal, no hizo más que apoyarlos y darles las mejores vibras. Y había sido doloroso para Javi tener que eliminarlo. Ya lo había hecho una vez y no pensó que volvería a pasar.
Una vez en fortaleza y cuando terminaron de grabar, Pascal se llevó a Javier a un pasillo y lo besó furioso.
—Pasc...
—Shhh, no hables—pidió Pascal juntando sus frentes—. Sólo quiero... sentirte.
Javi sonrió. Abrazó con fuerza a su amante para después llevarlo a la ducha. Tenía inmensas ganas de llevarlo directamente a la cama, pero las cámaras seguían encendidas.
*
Pascal había metido- solo un poco - la pata. Jugaron el exaball y siendo ganadores, Rosique había anunciado que Javi había sido el ganador de la pulsera del MVP. No se midió y tampoco lo pensó mucho. Lo abrazó por atrás y estuvo a nada de darle un beso en el cuello. Reaccionó justo a tiempo para no hacerlo, pero Javi de igual manera había correspondido el gesto. Antes de que los llevaran al siguiente circuito, Ernesto pidió hablar un rato con ambos.
—Saben que a mi no me afecta lo que ustedes tienen— dijo algo nervioso el chico.
—Te agradecemos eso, wey—dijo Javi con sinceridad.
Ernesto balbuceó algo y Pascal se burló.
—Por Dios, escúpelo.
Los tres se quedaron callados. Ernesto hizo una mueca y suspiró.
—Ya me pidieron que investigue si hay algo que no sea amistad entre ustedes— dijo Ernesto por fin y parecía culpable—. Yo no sé que vieron pero, hum, no dije nada. Y bueno, ellos saben que yo ando pegado a ustedes y yo creo que...
—Ok, wey, ok—dijo rápidamente Javi, cortando el divague de Ernesto—. Entendemos. Tranquilo.
—Por eso David te jaló cuando terminó la ceremonia, ¿no?
—Sí, pero les juro por María que no abrí la boca. Pasqui, me crees, ¿verdad? —el nerviosismo de Ernesto se había vuelto desesperación. Pascal lo abrazó y le despeinó el chongo.
—En realidad, creo que sé por qué te han preguntado. Yo casi la mega cago hace rato... ¿Se veía molesto?
—No mames, a ese wey no se le nota nada. ¿Qué hiciste?
Javi suspiró.
—Debemos ser más cuidadosos, torre. Este desliz pudo costarnos caro.
—¿Qué hicieron?
—Ni siquiera pasó nada—se excusó Pascal mientras se encaminaban a la camioneta.
—Vatos ojetes, díganme qué pasó—pidió Ernesto con un puchero en medio de ambos pero ninguno le hacía caso.
—Es mejor no meternos con él, ya sabemos qué hace por rating.
—Oigan, existo—Ernesto saltó frente a los dos hombres altos.
—Mira, cuando terminemos el siguiente circuito, vemos que pedo—resolvió Pascal, aguantándose la risa.
—A la madre... Se les guarda, culeys.
Ernesto hizo berrinche y se adelantó mientras despotricaba contra personas imaginarias.
—Pascal... esto es serio—Javi ya no sonreía y lucía molesto.
Sin tener mucho qué decir al respecto, Pascal se encogió de hombros.
*
Pascal se sentía feliz. Doris había ingresado como refuerzo y tanto él, como Ernesto, la habían recibido con efusividad. Los demás se habían mostrado muy contentos con su entrada. Todo iba bien.
Cuando Rosique mencionó que ella no venía sola, los murmullos entre los héroes volvieron. Casandra se veía muy nerviosa. Les había contado que Yomi le había prometido que haría todo lo posible por entrar y ella a veces lucía triste por no estar con él. Pero no era él.
La basquetbolista saltó de alegría y David sonreía de gusto. Keno Martell salió de entre los arbustos y Cass se abalanzó sobre él y la bestia abrazó a ambos. El regio les dio un abrazo cálido a todos y captó la atención de inmediato de las chicas rojas que aún no lo conocían y un par de ojos azules...
Javi no podía dejar de mirar al nuevo refuerzo. En vivo era mucho más atractivo que lo que veías en televisión y la buena vibra que emanaba era sincera. Le hacía gracia su acento norteño y un deje fresa. Su forma de hablar tan educado y la sonrisa bonita y radiante que atrapa. Bastante se fijaba en Keno, que no se dio cuenta de que una mirada filosa lo veía discretamente.
Para Pascal, Keno era un refuerzo más, aunque sentía que ya lo conocía por lo que David tanto platicaba de él. El chico admiraba bastante al regiomontano y se notaba. Era gracioso escuchar su acento y ver a varias chicas rojas estar atentas a lo que decía. Tenía que admitir que era bastante guapo, aunque no tan atractivo como Javi. Y cuando miró a Javi, se sintió confundido. Y después de la confusión, no pudo evitar estar molesto. Javier miraba embobado a Keno, incluso más embobado que las chicas. Recordando que ya los tenían en la mira, optó por fingir que nada pasaba, morderse las mejillas y sonreír.
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A pesar de que Javi tenía apenas minutos de haber entrado como refuerzo, Pascal se sentía en confianza con él. Su forma de expresarse, su gran y trabajado cuerpo, sus ojos, su sonrisa... Se sentía hechizado por el entrenador.
Una vez en la cabaña, Javi no se separó de Pascal, quien lo había integrado muy rápido al equipo y hacía bromas sobre el lugar. Le dijo que ellos serían los papás del equipo y algo cálido se instaló dentro de él al escuchar esas palabras. Pascal había demostrado ser un excelente compañero y Javi no pudo evitar mirarlo con más atención los días siguientes.
Pascal buscaba contacto con Javier, cualquier contacto. Javier buscaba a Pascal para platicar y conocerlo. Fue una noche donde todos se sentían eufóricos y felices, y habían ganado fortaleza, que se consumó lo que venían construyendo.
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MÍOS
FanfictionPascal y Javi se han unido mucho, amistosa e íntimamente. La entrada de Keno Martell ha hecho que Javi vuelque todas sus atenciones en él y Pascal no entiende qué tiene de especial el nuevo héroe... hasta que él mismo lo comprueba.