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-¿Cuántos besos tendría que darte para borrarte las pecas? - preguntó Yibo, intentando animar a su novio.
Zhan estaba por volver a rapar su cabello a cero, para no sufrir cuando comenzará a caer por los súbitos y fuertes medicamentos nuevos, y estaba lagrimeando y sorbiendo su nariz constantemente porque siempre había cuidado mucho su corto cabello.
Las pruebas, de alguna forma, habían dado lo justo para que volviera a tratamiento, y mañana estaría yendo de nuevo al hospital.
-No se pueden borrar, tonto - dijo Zhan.
-Desarrolla al respecto.
-No.
Yibo vio su puchero, su expresión triste, Zhan miraba la afeitadora eléctrica y suspiro, antes de apretar el botón que la encendía.
-Deja, bebé - Yibo detuvo su mano para tomarla él -. Lo haré yo, nene, así te dejo bonito, es fácil porque ya eres hermoso.
Zhan cubrió sus ojitos y sus hombros temblaron con algo de llanto, Yibo detuvo la maquinita y lo abrazó por la espalda, vio a ambos en el espejo del baño, y sonrió porque en serio se veían bonitos juntos.
- Vamos, Zhan-ge - murmuró Yibo, dejó besos en sus manos, en su cuello y en lo que llegaba a mostrar de su mejilla -, te llevaré a teñir tu cabello todas las semanas si quieres, muy pronto, muy, muy, ¿Lo sabes?
Zhan sorbio su nariz, asintió levemente.
-Te amo, nene, y eres lo mas bello que hay, bebé - dijo Yibo, su tono revozaba de sinceridad.
Zhan borró las lágrimas y se dejó abrazar por su novio, hasta que se tranquilizó y Yibo encendió la maquinita, y comenzó a dibujar cosas mientras él otro chico reía, primero con líneas, después dibujo un corazón que luego le dio forma de pene, haciendo que Zhan lo golpeara, siguió escribiendo su nombre y mientras él otro chico se cuestionaba por qué seguía con él, terminó para dejar toda la cabeza sin un solo cabello castaño.
Al mirarse lo primero que quiso fue colocarse un gorro inmediatamente.
-Eres bellísimo.
Zhan sonrió y sintió el calor subir a sus mejillas, mientras Yibo pasaba sus pulgares por estas, totalmente enamorado de él, sonrió al sentirse feliz y verdaderamente correspondido.
Por la mañana empezaría el tratamiento, y como no podía faltar, Yibo fue con él, tomó su mano y murmuró un "Puedes tomar mi mano, para sentirte mejor", haciendo que riera.
Con un gorro rosa que su novio le había tejido, y tomando su mano en una habitación privada, conectado a un suero con nuevas medicinas, Zhan comenzó su nuevo tratamiento, mientras Yibo le hablaba de cualquier cosa que se le ocurriera, haciendo que el tiempo pasara más rápido y mejor.
Y Zhan en serio lo apreciaba y no podía pedir un novio mejor en el mundo
