ONCE.

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Narra Jungkook :
Luego de marcharse, Seokjin me envió un correo con instrucciones.

—¡MALDITO! ¡HIJO DE PUTA!—clamé con todas mis fuerzas. El cabrón quería que llamara a Candes y le pidiera que venga a verme a la empresa, así todos la veían y dejaban de hablar del rumor sobre Rebeca y yo. Luego debía salir de la empresa junto a ella y decirle a la secretaria principal que iríamos a almorzar, y que volvería un poco más tarde, de esa forma se terminaría por desvanecer el rumor, pues la chismosa secretaria comenzaría a hablar sólo de esto, descartando mi aventura con Rebeca y creyendo que Candes es mi novia, lo va a esparcir por toda la empresa y la imagen de Seokjin va volver a ser la de antes.

Suspiré al terminar de leer todo el correo, él lo tenía muy bien planeado, y yo hice todo tal cuál él lo escribió...

Durante el almuerzo la invité a cenar a la mansión con mi abuelo. Candes aceptó emocionada, hasta que le dije que iría sólo como mi amiga, en ese momento su sonrisa se borró, pero aun así, no se echó para atrás. ¿La razón? Muy simple, ella disfrutaría de hacer sentir mal a Rebeca, y se reirían al otro día junto a mi madre, cuando ella le contara la reacción que tuvo al vernos llegar juntos.
...
Terminamos de almorzar y la dejé en su casa. Volví a la empresa, todos allí estaban murmurando sobre mi almuerzo con Candes, tal y como Seokjin quería.

En ese instante un mensaje me llegó :

»Primera parte completa, bien hecho«

Sí, ese era Jin.

Otro mensaje de él había llegado a los pocos minutos de haber leído el primero:

»Hazlo bien en la noche, te estaré
vigilando🔎«

¡Maldición! ¿Acaso nunca me dejaría en paz? Esto ya parecía un perverso juego de instrucciones.
...
La noche había llegado. 🌃 Tomé mi saco y luego las llaves de mi auto para ir a buscar a Candes a su casa. No estaba para nada emocionado, es más, me preocupaba mucho la reacción que podría llegar a tener Rebeca al vernos llegar juntos.

—Bienvenido, estás muy guapo. Candes me dijo que vendrías por ella, al principio no le creí, pero realmente estás aquí.

¡Wow! La madre de Candes si que hablaba mucho, demasiado.

—¡Que emocionante, iré a buscarla! ¡Siéntete como en tu casa!—exclamó y subió rápido las escaleras, en busca de su hija.

Un minuto después, Candes apareció :

La miré con el ceño fruncido, ella estaba vestida demasiado informal como para ir a una cena con mi abuelo

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La miré con el ceño fruncido, ella estaba vestida demasiado informal como para ir a una cena con mi abuelo. No lo sé, quizá esperaba verla un poco más elegante. Al llegar a mi lado, me sonrió—¿Y, no estoy bonita?—preguntó dando un giro. Su madre detrás de ella esperaba ansiosa por mi respuesta.

—Sí —asentí sin ganas—. Te ves fabulosa—levanté mi pulgar—. Ahora vayámonos, mi abuelo debe estar esperando—ella asintió y se despidió de su madre.

Mi destino, tú 🔮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora