1. Sólo un sueño

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__________ Wells

—No es real... Es sólo un sueño... Nada pasará...

Repito eso todas las noches antes de irme a dormir. Es algo que me obligo a mí misma a repetir para no sentir miedo, porque sé lo que me espera después de cerrar los ojos.

Sé que algo malo va a pasar, pero no sé cuándo ni dónde ni si es en serio.

Presiento que mis sueños me avisan, como si me dijeran que tengo que tener cuidado. No quiero ignorarlo, porque sé que detrás de cada sueño hay un significado. ¿Pero cuál?

Ella se acerca, con su pijama blanco meciéndose de un lado a otro. Se sienta a mi lado en la cama, tomando mi mano. La aprieta con fuerza, como intentando reconfortarme. La miro a los ojos, sonriendo ligeramente. Ella me mira con esos ojos grandes y bonitos, como si buscara algo en mi mirada. Tal vez la razón de mi insomnio.

—¿Otra vez no puedes dormir? —susurra, con esa dulce voz. Yo asiento en respuesta —. Me gustaría poder hacer que te duermas... No debe ser agradable estar tanto tiempo sin dormir.

—No es nada lindo —niego con la cabeza, con la mirada perdida.

—Lo extrañas, ¿cierto? —me pregunta, ladeando la cabeza.

—¿De quién estás hablando? —cuestiono, confundida.

—Luke —responde, haciendo que abra los ojos más de lo normal —. Lo nombras estando dormida —me aclara, por lo que sólo asiento algo aturdida. No sabía sobre eso —. Entonces... ¿Lo extrañas?

—Sí, lo extraño mucho —digo, cabizbaja.

—¿Qué pasó con él? —pregunta.

—Es una larga historia, Angie —respondo, alejándome de ella para meterme debajo de las cálidas sábanas.

—Tenemos tiempo, mamá trabaja y Zach duerme —sonríe, acostándose a mi lado y tapándose con las sábanas, lanzándome una mirada de entusiasmo.

—No, Ang —me doy la vuelta, dándole la espalda.

Ella bufa. Luego siento cómo se baja de la cama. Me acomodo mejor, esperando escuchar sus pasos fuera de la habitación, pero eso no sucede. El colchón vuelve a hundirse y un pequeño cuerpo se lanza sobre mí, por lo que me quejo un poco y río, y ella suelta una carcajada. Le pido que calle, porque sé que si seguimos haciendo ruido Zach va a despertarse.

Cuando logra llegar al otro lado, nos quedamos viéndonos fijamente mientras reímos en voz baja.

—Qué obstinada eres —suelto, sonriendo de costado.

—Lo he sacado de mi madre —sonríe, enseñándome todos sus dientes —. Sólo quiero saber.

—Es algo difícil de contar —ella me mira como si fuese a golpearme, por lo que río levemente —, pero lo haré —termino de decir, recibiendo una sonrisa de satisfacción por su parte.

—Oh, espera, ¿qué hora es? —pregunta, apoyando una mano en el colchón para elevarse un poco y tratar de ver mi reloj de pared —. Ya son las doce —sonríe.

—No, no... Olvídalo, Ang —digo, sentándome en la cama.

—¡Feliz cumpleaños a ti! —canta, levantando un poco la voz.

—¡Angie! —exclamo, casi en un susurro. Ella ríe en voz baja.

—Feliz cumpleaños a ti —susurra —. Feliz cumpleaños, querida __________ —se baja de la cama, corriendo fuera de la habitación a toda prisa. En menos de un minuto, ya está de vuelta —. Feliz cumpleaños a ti —me sonríe con dulzura, entregándome una caja de color celeste, de tamaño mediano y con un bonito listón violeta arriba.

Protective | l.h (Segunda Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora