Protective | l.h (Segunda Temporada)

5. El mejor regalo

—Entonces... ¿Son como visiones en sueños? —pregunta Zach, totalmente confundido.

—No exactamente —digo, observando el dibujo de la casa de Luke —. Tal vez sólo veo un par de cosas que coinciden con la realidad, pero el resto sigue siendo una pesadilla —todos asienten, estando de acuerdo conmigo.

Cada uno de ellos tiene al menos diez sueños míos plasmados en papel. Los observan fascinados, sin poder creer aún que algunas de las cosas sí han sucedido.

He soñado con mi padre en la cárcel, lo cual sí pasó; vi a Luke recibiendo la llamada donde decía que no estaba muerta, aunque de una forma algo distorcionada; sé cómo son los hermanos de Luke, lo cual es muy raro ya que no los conozco, y unas cuantas cosas más que ocurrieron antes o después de soñarlas, aunque las conociera o no.

Es como si me diera un vistazo de algo que pasó o pasará, que se desarrolla a medida que van sucediendo las cosas en mi pesadilla.

—Es tan extraño —comenta Angie, acariciando el borde de los dibujos con las yemas de sus dedos.

—La última es la de la cabaña ¿no? —pregunta Luke. Asiento.

—¿Acaso la conoces? —me pregunta Zach. Niego con la cabeza —. ¿No se te hace familiar de alguna revista o algo? —y entonces vuelvo a negar.

—Me duele la cabeza —murmuro, masajeándome la sien derecha.

—Creo que ya fue suficiente por hoy —dice Luke, comenzando a guardar todos los dibujos de vuelta en su caja.

—Sí, además tienes que intentar dormir un poco antes del almuerzo —dice Zach, por lo que bufo en señal de descontento.

Angie se acerca a mí rápidamente y me abraza. Toma mi mano y me obliga a levantarme. Me guía hacia la cama y luego hace que, de alguna forma, termine debajo de las sábanas sin protestar. Me observa con dulzura y luego deposita un beso en mi frente.

A veces llego a pensar que podría ser una de las mejores madres de todas, aunque falte tanto para eso. Siendo tan pequeña, ya ha visto de todo. Suponía que eso era el producto de acompañar a su madre, una enfermera, cuando Zach no podía cuidarla. El trato y cuidado de las personas ya era algo que había aprendido.

—Tienes que dormir, es el trato __________ —me dice ella, con una voz serena, pero puedo notar también la lástima hacia mí —. Es por tu bien —yo sólo asiento algo desinteresada y me volteo, para luego cubrirme con las sábanas hasta la cabeza.

—A veces es difícil hacer que se duerma —le escucho decir a Zach, y luego la risa de Luke se hace presente.

—Hablaré con ella —sentencia, y luego la habitación queda en total silencio.

Con la cabeza tapada no puedo ver nada de lo que sucede, lo cual me desespera un poco. Escucho unos pasos alejándose y luego la puerta se cierra. No logro oír nada más. Siento que el colchón se hunde delante de mí, y sé que él está aquí.

De un momento a otro comienzo a reírme descontroladamente, siendo atacada por una ola de cosquillas por parte de Luke.

Me remuevo mientras intento apartarme, por lo que caigo de un costado de la cama. Él me toma por el tobillo antes de que aterrice en el suelo, y entonces río. Después de insultarlo de la forma más gentil posible, él me deja caer.

Suelto un quejido y luego siento como él cae sobre mí. Lo empujo, logrando que quede tirado en el suelo. Me posiciono justo encima de él y comienzo a hacerle cosquillas. Su bonita risa inunda mis oídos, haciendo que sonría. Me toma por las muñecas y tira de mí hasta quedar a unos centímetros de distancia. Nos miramos directamente a los ojos, riendo levemente mientras intentamos recuperar el aliento. Me acerco a él, mordiendo mi labio inferior. Rozo nuestros labios, y él me mira como si esperara ansioso a que lo bese.