Parte 1

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-Te dije que no era por aquí.

-Tranquila, no estamos perdidas.

-Eso dijiste hace media hora, Marijo, estoy cansada, llevamos horas caminando.

-Tranquila Cata, confía en mi.

Cata no respondió, solo caminando siguiendo a Marijo, la castaña realmente estaba cansada, traían igual carga en la espalda, su mochila de campamento pero Cata no era tan fuerte como Marijo, tenían horas en el bosque al parecer perdidas, separadas del grupo con el que dos días atrás empezaron la excursión.

-Mari, espera- dijo la chica sentándose en una gran roca a un lado de unos árboles, las aves se

escuchaban cantar entre el follaje, el sol apenas pasando entre las nubes hacía mas pesado el caminar por el frío que amenazaba con llegar.

-Cata...- dijo en voz baja Marijo y regreso sus pasos sin perderla de vista- que pasa amor?- pregunto su novia tomando la mano que estaba sobre la roca.

-Siéntate conmigo- dijo haciéndole espacio.

-Que pasa?

-Tengo algo de frío y miedo, es medio día pero el sol no durara mucho, como es que nos perdimos?

-No estamos perdidas.

-Marijo, acéptalo, no sabemos donde estamos y no encontraremos ayuda en medio de la nada.

-No estamos en medio de la nada, este lugar debe estar repleto de turistas y el grupo debe andar por ahí, tranquila si?- le dijo besando la mano de su novia, Cata sonrió y se levanto- anda Cat, anímate.

-Mari! Una casa!

-Bueno no te animes tanto- dijo levantándose también.

-No Mari una casa, mira- le dijo señalando a la espalda de Marijo, la castaña volteo y ahí, al fondo del bosque, a varios cientos de metros se veía una casa enorme.

-Pero como... como no la vimos antes?

-Marijo será mejor caminar, la temperatura esta bajando.

-Para que quieres llegar a la casa? Ahí no nos verán los demás, aparte de eso quien sabe que clase de loco vivirá ahí, en una casa en medio de la nada.

-Mari, no estamos en medio de la nada, ha de haber turistas y el grupo debe andar por ahí- dijo

imitándola.

Marijo frunció el ceño y después sonrió y empezó a caminar de la mano hacia la casa, el cielo

rápidamente y sin aviso se cerró, el viento empezó a soplar cada vez mas frío, por suerte iban

preparadas para eso con ropa de invierno gracias a la insistencia de Cata.

-Raro el clima no crees?- le pregunto Marijo volteando a ver al cielo gris.

-Si- dijo Cata viendo al horizonte.

Ambas siguieron caminando apretando el paso cada vez mas, al llegar a la propiedad buscan alguna campana, algo para hacerle saber a la gente del interior que ellas estaban afuera pero no encontraron nada, la reja de hierro estaba cerrada y se veía impenetrable, en el centro de lo que parecía la entrada estaba un escudo en hierro mas oscuro, las chicas lo observan, era una especie de escudo con un triangulo invertido, una espada en el centro con una serpiente envolviéndola, un circulo arriba y en el centro del triangulo el numero 12.

-Que hacemos?- pregunto la de ojos celestes empezando a temblar de frío y con las mejillas rojas por el viento.

-Parece que esta sola, ojalá pudiéramos entrar- dijo acariciando los brazos de Cata tratando de darle calor, ella resentía los cambios de temperatura, sabía que tenia frío.

Atrapadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora