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El salón estaba a oscuras, pero la imagen que había grabado nunca podrá olvidarlo. ¿Cómo podía ser tan imbécil para no darse cuenta de todo esto?

Su novia. Ella era alguien muy preciada para él, eran el refugio del otro... O eso pensé.

- ¿Qué mierdas estás haciendo?

- ¡No es tu problema! - vociferó la fémina molesta.

- ¡Eres mi novia, HyunSuk, ¿Cómo puedes hacer esto?!

NamJoon se acercó a JungKook al notar la intención del menor al acercarse a su pareja, o tal vez, ya su ex.

El castaño estaba a nada de largarse de allí. No iba a llorar, no sentía la necesidad de hacerlo, y mucho menos que la chica lo merecía, lo único que podía distinguir en él, era ese sentimiento devastador: la decepción.

Hoy era un día muy agradable, se sentía tranquilo, sereno, feliz. Planeaba con regocijo su aniversario de un año para sorprender a su novia HyunSuk. Su sorpresa fué que su mejor amigo NamJoon, le pidió que le acompañara un momento al gimnasio, y éste le sugirió que desde afuera viera todo. Había quedado desconcertado con aquella petición, ¿Por qué quedarse afuera cuando le pedía compañía hacia dicho lugar?

En esos pequeños segundos no le tomó importancia, simplemente se recostó en el borde de la puerta con sus brazos cruzados, dispuesto a esperarlo. El gimnasio era un sitio inmenso, por lo que se sorprendió al conseguir en completa oscuridad todo el lugar.

Claramente alguien había cerrado las grandes ventajas de la zona alta, hoy el equipo de basquetbol no tenía entrenamiento, y aunque era peligroso subir tan alto, cuando era alguien experto, no era tan preocupante.

JungKook suspiró un poco, mordiendo el interior de su moflete. Algunos alumnos pasaban por los pasillos todavía, y los saludaba alegremente.

Unos segundos bastaron y volvió a enfocar su campo visual hacia la oscuridad del lugar. No entendía que venía hacer Nam en éste lugar, y aunque no sabía si dar una respuesta a dicha incógnita, de la nada misma, una linterna de celular se encendió, dejando al descubierto la razón de su visita.

Maldijo en su interior al verla. HyunSuk llevaba sólo un conjunto de encaje y se hayaba frente a la linterna que NamJoon se había encargado de encender.

Lo había estado engañando todo éste tiempo, él no llegó a creer que HyunSuk fuera de ese tipo de chicas, estaba seguro que ella era diferente, o, sólo se enfrascó en ese idea.

- Eres una maldita zorra. - gruñó el moreno, sin despegar la linterna de la chica frente a él. Se notaba que no le deba vergüenza que la vieran con tan poca tela envima, eso cabreó a Jeon. - JungKook sabe la clase de mujer que eres, así que, vé y vístete si tienes aunque sea, un poco de dignidad en tu cuerpo.

JungKook comenzaba a sentirse molesto. No con ella, no con NamJoon, no con nadie, sino con el mismo.

Se sintió como el mayor estúpido de todos.

HyunSuk no dijo nada. Observó a ambos chicos por última vez antes de salir de su vista, indiferente a lo que ellos pensaban.

¿Ella quería a JungKook? Sí; pero nunca había recibido de su parte lo que tanto buscaba. JungKook nunca llegó a tocarla durante el tiempo que estuvieron juntos y eso la frustó.

No era una excusa; pero tampoco pelearía por ello. De igual manera, Jeon no mostraba indicio alguno de querer formar un vínculo sexual con su persona.

- Lo siento, JungKook. - se disculpó el mayor.

- Al parecer... Tú y los chicos siempre tuvieron razón de ella. - se lamentó, por no creer antes en las palabras de sus amigos.

- ¿Estamos bien, no? - cuestionó el moreno. Su intención era abrirle los ojos a su compañero, desde hacía mucho estaba luchando contra los mensajes de HyunSuk, así que aprovechó esa ocasión por la insinuación que le había lanzado por mensaje.

- Estamos bien hyun. - sonrió, o eso intentó. - Esto... No lo esperaba, enserio. Me siento como todo un idiota. - río bajito, por su propia situación.

NamJoon apagó la linterna de su celular y guardó su teléfono en uno de los bolsillos y traseros.

- No te desanimes, tus amigos te haremos una fiesta para que ese ánimo regrese. - contó, con mucha emoción.

Lo cierto era que NamJoon le dijo de muchas maneras la forma en la que era su pareja, sólo que nunca quiso escucharlo y ahora se arrepentía. Era tarde; pero igual lo hacía.

- No es momento de fiestas.

- ¿Te mostrarás débil ahora no son pareja?

- ¿Ya no lo somos? - cuestionó el menor.

NamJoon bufó. Esto no puede ser cierto.

- Yah, es broma. - sonrió. - Iremos al bar de SeokJin, ¿Qué dices?

- Me encanta.

Y sin decir nada más, se encaminaron hacia las afueras del gimnasio. HyunSuk con algo de dificultad los veía a lo lejos, y le lanzó todas las maldiciones que pudo a Nam entre dientes.

NamJoon salió primero, JungKook lo hizo detrás suyo, pero no contó con que alguien venía a sus espaldas, chocando con la chica y provocando que se le cayeran los apuntes que traía.

Estúpido. - se dijo y apresuró en agacharse y tomar junto con la ayuda de Kim para levantar todo.

Con todo en orden, se acercó a la chica, notando su cabello perfectamente liso, color negro, ojos claros, muy llamativos, aunque fueran de lo más común. Le extendió las hojas que habían caído por su culpa, pero ella, JungKook pensó que serían los nervios de estar tan cerca por microsegundos y por eso no respondía y aceptaba su ayuda. Observaba a los lados musitando por lo bajo "ayuda" "YoonGi, no me hagas nada".

Ambos chicos fruncieron su ceño, e iban a hablar nuevamente, pero JungKook en un impulso, acercó su mano a la suya, recibiendo un sobresalto de la chica como respuesta. Le pareció un poco confuso aquel gesto, más no hizo más que acercar los papeles a la chica y posicionarlos sobre sus dedos.

Ella por su parte, se sintió extraña. No era la persona que creía, por lo que agradeció internamente ese caso, si hubiese sido YoonGi, no sabía que esperar. JungKook por otro lado, tuvo la intención de presentarse, pero no pudo llegar a hacerlo porque simplemente recibió un pequeño "gracias" de aquella chica de cabellos oscuros y encantadores ojos, antes de pasar con cuidado junto a ellos y la pared, seguiendo su camino.

- Debe sentirse mal, ¿no crees que sería mejor ayudarla a ir a donde sea que se diriga? - inquirió JungKook al verla alejarse de ellos. Sin razón alguna, le preocupó la reacción de aquella fémina.

- No... No, lo creo. - rebatió el moreno, observando hacia la misma dirección. - No es momento de coquetearle a alguien, Jeon.

- ¡Hyun!

El mayor río divertido. - Creo que por un momento te confundió con alguien, déjala.

- Está bien.

JungKook suspiró un poco y finalmente asintió.

- ¿Qué quieres beber hoy? Yo invito. - posó su brazo por los hombros de su compañero, para comenzar su caminata hacia la próxima clase.

- El más fuerte licor - reconoció. -. Quiero olvidarme de todo por un buen rato.

Y, esos fueron deseos que su amigo, claramente cumpliría esa noche.

HyunSuk no vería a JungKook roto. No mientas tuviera unos amigos que lo acompañarán en todo momento...

Bts. Broken Hearts: Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora