Harry Potter One Shots & Smut

Theodore Nott

Theodore Nott 

Sexto año en Hogwarts 

Theodore Nott siempre había sido un joven callado, de carácter tranquilo y reservado. Podía contar con los dedos de una mano la cantidad de amigos que había hecho desde haber entrado a Hogwarts. No le molestaba ese detalle, al contrario, le había ahorrado malos ratos y enemistades innecesarias. Su vida era serena y un tanto monótona, pero el estaba complacido con eso. Después de todo, era mejor que estar en casa con un padre que parecía jamas estar complacido con lo que él joven hacía y la nostalgia de haber perdido a una madre a temprana edad.

(Y/N) Greenwood vivía para complacer las expectativas de los padres que le dieron un hogar cuando nadie mas lo hizo. Siempre con la mentalidad de deberles todo aquello que había alcanzado en sus 16 años de vida, y no tenia planes de defraudarlos en lo absoluto. Desde haber sido elegida en la casa de Slytherin, ser una joven educada y refinada, hasta demostrar disgusto con aquellos que no fueran sangre pura. No importaba si estaba de acuerdo con ello o no, era lo menos que podía hacer para demostrar agradecimiento a sus padres.

Una noche, mientras que el resto de los alumnos de la casa de Slytherin descansaban, Theodore y (Y/N) se encontraban en la sala común. Cada uno en su propio mundo. Sin embargo, esa misma noche, los jóvenes encontraron un interés mutuo que descansaba todo en el poder de un libro poco interesante a la vista de otros, pero suficientemente interesante para ellos. Lo que comenzó con saludos cordiales en la sala común o el Gran Comedor, avanzó a ambos sentarse juntos en algunas de las clases. Mas adelante, pasaron a ser compañeros de estudio o lectura cuando así lo deseaban, y no mucho luego a compartir a solas cuando no había alguna otra excusa para pasar tiempo el uno con el otro. Lo que fue una buena amistad se transformó lentamente en cariño, y el cariño creció hasta convertirse en amor. Amor genuino y mutuo.

Theodore se sentía amado, tan amado como cuando su madre aun vivía y su padre era el hombre que el levemente recordaba. (Y/N) no tenía la presión de aparentar algo que no era, simplemente era ella. Con sus imperfecciones, su interés en lo desconocido y su torpeza. Y Theodore aceptaba cada una de esas cosas sin siquiera chistar.

Todo parecía perfecto, y hasta cierto punto lo fue. Eso hasta que los planes de un poder mas grande se interpuso en la felicidad de los jóvenes. Ambos obligados a servirle a Lord Voldemort, a ser devotos a una causa que no apoyaban. Sin embargo, ambos cedieron ante las suplicas y amenazas de sus padres, quienes eran devotos al que no debe ser nombrado. Los momentos de tranquilidad dejaron de existir y la presión en ambos jóvenes de cumplir con aquello que se les había impuesto se reflejaba en la falta de sueño, la poca concentración en clases y la paranoia continua. Sin embargo, continuaban teniendose el uno al otro, y eso aveces era suficiente.

La noche en la Torre de Astronomía era una espectáculo digno de apreciar en silencio. Las estrellas parecían moverse al son de la Tierra y la luna brillaba sobre los dos jóvenes que se encontraban recostados de uno de los arcos en silencio. Los pensamientos de Theodore habían vagado a un futuro posible que ahora parecía imposible, mientras que la chica que amaba se mantenía recostada de su pecho atenta al cielo estrellado que había sobre ellos. El joven suspira y desliza suavemente su mano por el brazo de (Y/N) antes de dejar un beso sobre su cabeza.

— (Y/N)...—

— ¿Sí?— la chica no despega la mirada del cielo aún cuando estaba prestando atención a lo que su novio diría.—

— ¿Crees que hubiésemos tenido alguna oportunidad de escaparnos de todo esto? Ya sabes... Que las cosas fueran distintas.— (Y/N) tarda en responder unos segundos y cuando lo hace solo niega con la cabeza.—

— No lo creo...- añade luego de unos segundos— Tenemos demasiado miedo. Y si lo hubiésemos hecho estaríamos probablemente muertos.— Theodore tensa la mandíbula de tan solo pensar en la posibilidad de perderla. Ya había perdido lo suficiente en esta vida.—

— Siento que las cosas sean así... No mereces nada esto. Quisiera poder hacer mas.— susurra entrelazando su mano con la de (Y/N), quien sonríe amargamente dandole un apretón a la mano de Theodore.—

— Estamos en la misma posición Theo. No hay nada que podamos hacer... Solo quiero que me prometas algo.—

— ¿Qué?- (Y/N) alza su rostro para poder verlo a los ojos y el sonríe levemente viéndola atentamente.—

— Mantente con vida.— susurra la chica rozando sus labios con los del pelinegro.— Sé que puede sonar egoísta, pero no me importa nada más que eso Theodore. Sé cómo serán las cosas y se a lo que nos estamos enfrentando. Y no puedo si quiera pensar en la idea de perderte porque entonces nada de esto valdrá la pena. Así que por favor, prométeme que harás lo que sea para mantenerte con vida.— Theodore se mantiene en silencio por algún tiempo, simplemente observando detenidamente el rostro de (Y/N). Deja un beso leve sobre los labios de su chica antes de asentir.—

— Solo si tu me prometes lo mismo (Y/N). No sé qué rayos va a suceder en un futuro, ni siquiera sé si valdrá la pena estar en el. Pero quizás, solo quizás, tendremos la oportunidad de empezar desde cero. Y no quiero hacerlo sin ti... Así que por favor, mantente con vida.—

La chica sonríe levemente y asiente así como él lo había hecho acariciando suavemente la mejilla del chico antes de unir sus labios con los de él. Esta vez el beso fue duradero y lleno de sentimientos y palabras que eran demasiado fuertes para poder expresarlos con simples oraciones. Sus labios parecían estar hechos el uno para el otro, siempre compenetrándose con facilidad y tanto amor que parecía ser imposible. Y justo en ese momento, aunque fuera tan solo por unos segundos, todo parecía estar bien como antes.

— Te amo...— Susurra (Y/N) al romper el beso y con su rostro a centimetros de distancia del de Theodore.—

— Yo te amo mas—