•Armantabo•
Mathias era un infante alegre que vivía con sus dos padres.
Al día siguiente de su cumpleaños va a su parque favorito con ellos,siendo también el último día que pasarían juntos.
Es secuestrado y vendido a un mafioso que cuidaría de él...
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Un mes después de conocer a los amigos de Armando,quienes se transformaron en sus amigos también, Gustabo se encontraba dando vueltas por el centro de la ciudad con ellos,liándola por cualquier lado y demás.
En ese mes los había conocido un poco mejor.
Lamar era el aprendiz de Gringo.
Tónet aprendía el negocio de las mafias junto a su tío Manolo.
Raúl era un chico argentino que había viajado a Los Santos para una mejor calidad de vida,trabajaba solo,sin tutor ni aprendiz.
Segismundo y Rogelio eran primos y junto con su tutor JJ aprendían sobre cómo manejar una mafia y demás,ambos habían dejado la vida de campo y las cabras,para tener una vida llena de extrañas movidas gracias a la mafia en la que estaban.
Juanjo y Juanco eran los más pequeños de todos,ya que tenían 15 y 16 años. Armando los había encontrado merodeando por la ciudad y decidió él mismo introducirlos en la parte oscura de Los Santos,siendo una especie de tutor amigo.
Y luego Paqui,una chica que de vez en cuando armaba algún lío junto con Paco,no se sabía bien que era ese hombre en la vida de la chica,ya que ella se privaba de decirlo. También tenía un flechazo por Rogelio,aunque el otro solo se burlaba de ella y la utilizaba para joder un rato.
-¿Y ahora que?-
Preguntó Juanjo,ya estaba aburrido de dar vueltas caminando por la ciudad sin un rumbo fijo.
-oigan...tengo una loca idea-
Dijo Tónet mientras restregaba sus manos entre sí.
-te escuchamos-
-que les parece si formamos nuestro propio grupo mafioso-
-yo ya estoy con mi padre-
Dijo Armando.
-yo medio estoy con mi padre también-
Dijo Gustabo.
-ya se que cada uno está en un grupo,yo estoy con mi tío,pero piénsalo...nosotros,todos juntos,liándola en la ciudad y demás ¡Todos juntos!-
Terminó de decir Tónet.
-pues...si lo piensan un poco...no está mal la verdad-
Terminó diciendo Juanjo.
-a ver,si quieren hablar de esto vayamos a mi casa,que estamos en la calle aún-
Dijo Armando.
Todos se dieron la media vuelta y fueron hacía el todo terreno blanco de Armando,para irse a su hogar y hablar más de el tema con sus amigos y llegar a un acuerdo.
(...)
Pasaron tres horas pensando, debatiendo y gritandose hasta llegar a un acuerdo.