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Yo: ¿Sigues despierto?

James: No puedo dormir

Yo: Yo tampoco

James: Se escuchan sus ronquidos desde aquí

Yo: Es un pequeño defecto suyo

Yo: Pero tú también roncas

James: Yo no ronco, doy suspiros de amor

Yo: 😂😂😂

Yo: Esa ha estado buena

James: Ven a mi habitación

James: Que estoy muy aburrido

Yo: No sé por qué dejé que te quedaras a dormir

James: Porque me aprecias

James: Y no quieres que muera de hipotermia

James: Y que me caiga un rayo ⚡⚡⚡

Yo: Ahora mismo lo agradecería

James: Eso no hace gracia 😢😢😢

Yo: Awwww

Yo: Ahí está tu lado tierno 🥰

James: Dime eso a la cara si te atreves

Yo: Encantado 🤗🤗🤗

Última visualización: 23:11 p.m.

Deja el móvil encima de la mesita de noche y se destapa. Se levanta de la cama para seguidamente colocarse las zapatillas y salir de la habitación e ir a la de invitados, donde se encuentra el rubio.

Después de cenar se puso a llover descontroladamente, por lo cual Jason le invitó a él y a su novio a quedarse a dormir en su casa. El ojiazul lo agradecía profundamente, no era algo que tuviese planeado pero el tiempo le había jugado una buena pasada. Su plan desde el principio fue pasar más tiempo con Newkid para refortalezer su amistad, pero el idiota del pelirrojo de su novio había estropeado su oportunidad.

Entra a la habitación sin llamar a la puerta y se encuentra al chico con tan solo unos calconcillos puestos. Abre los ojos por la sorpresa y se da la vuelta inmediatamente.

—Como si no hubieses visto esto antes —bromea.

—Pero no deseo verte a ti de esta manera, para eso tengo a mi novio —lo último lo susurra, pero era entendible lo que había dicho.

—No te voy a hacer nada, es solo que así duermo mejor —explica mientras se acomoda en la cama para dejarle un espacio—. A parte, ya sabes que los hombres no están en mi lista.

—Lo sé perfectamente —murmura y se tumba en la cama con el rubio.

Se vuelve a tapar con las mantas porque, de lo contrario, tendría muchísimo frío. La semana que viene empieza el verano, pero aquella noche se había decidido que haría tanto frío como en el ártico. Y aún así James seguía sin sentir frío, en parte le impresionaba.

Observa de reojo al ojiazul, que estaba destapado y pareciese sacado de una revista porno. Se sonrojó al darse cuenta de sus pensamientos inapropiados y baja la mirada al suelo. Asumía que su amigo era atractivo, pero no quería verlo de esa manera porque al final acabaría con el corazón roto por que a este no le gustan los hombres y al mismo tiempo por que tenía novio y sería como engañarle.

Agarra el móvil del rubio, que lo tenía en las manos, y lo desbloquea con facilidad por que no tenía contraseña. Abre la cámara y empieza a tomarse fotos a sí mismo para pasar el rato. Amaba mirarse porque en el fondo se sentía todo un chico de portada, aunque no todos lo veían así.

De un momento a otro James se acerca a él y logra captar el momento en que este le da un beso en la mejilla, haciéndolo sonrojar otra vez.

—¿Por qué has hecho eso? —susurra.

—No tengo ni idea, pero tranquilo que no lo vuelvo a hacer —cierra los ojos y ríe levemente.

—Será mejor que me vaya —vuelve a levantarse—. Que descanses.

—Igualmente.

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