Capítulo 16

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—¿Estabas dormida? —Luca sigue tratando de conversar.

Estoy tan exhorta en mis pensamientos que me la he pasado ignorándolo o lanzando respuestas cortas durante el camino, salimos de la mi barrio y entramos a la avenida de retorno Hyde Park. La tensión en tangible entre nosotros, mientras la incomodidad de saber que no estaba dormida me hacen removerme incomoda en mi asiento.

—Si, —miento—. ¿Esperaste mucho?

—Solo un poco. —sonríe sin despegar los labios y baja el volumen de la música.

Me he pasado el camino sin mover en lo más mínimo el cuello, me da pánico que pueda ver el morete que traigo y comience a hacer preguntas. Debí de haber dejado el pelo suelto para cubrir un poco.

—Vamos un poco tarde —Luca se disculpa—. Pero tengo que pasar a pagar el servicio de la camioneta ¿te molesta acompañarme?

Niego y veo su cara relajarse notoriamente. No tengo ganas de ir a dichosa cena y entre más pueda atrasar mi llegada mejor. Tengo un par de mensajes de Mike preguntando ¿Por qué aun no estoy ahí si casi son las 9.00 de la noche?, pero la nieve esta cubriendo las avenidas y es más difícil moverse entre el trafico que se acumula. Así que tengo el pretexto perfecto.

—¿Por qué tienes que pagar servicio? —inquiero sin mirarlo.

Lo veo de reojo sonreír y negar con la cabeza al mismo tiempo. El sonido de su risa inunda el silencio de la camioneta

—Un pequeño accidente —saca una mano del volante y enciende las intermitentes en cuanto entramos al boulevard—. Nunca conduzcas detrás de Mila.

—¿Qué? —pregunto sonriendo abiertamente—. ¿Te accidentaste con ella?

—Íbamos bastante pedos —confiesa—. Mila se estrello en el porche del vecino de Nora y yo me estrelle detrás de ella.

No puedo reprimir la risa al imaginarlos. Nunca he visto a Luca ebrio y me es gracioso de imaginar.

—No lo creo —confieso.

—Terminó bastante mal —explica—. Creo que el señor aún nos odia.

Tiene especial atención en el camino. Las carreteras comienzan a cristalizarse y veo algunos coches aparcados al margen del camino.

—¿Puedo preguntarte algo?

La voz de Luca me hace mirarlo. Asiento mientras acomodo el abrigo.

—Jenn hizo un comentario sobre tu hermanastro. —murmura. Sus palabras son lentas, como si tuviera miedo de preguntar—. ¿Es cierto que saliste con él?

Es la primera persona que hace la pregunta directamente, nadie lo sabe a excepción de Ivar. Tanteo la tela sobre mis piernas y asiento lentamente.

—Salimos —confirmo, es humillante tener que reconocerlo en voz alta frente a él.

Giro la cabeza y miro fijamente la avenida, no quiero sostenerle la mirada, así que simplemente lo evito.

Nadie dice nada, se forma un silencio incómodo. Siento su mirada sobre mi en cuanto decido pegar mi frente al cristal. Sabia que después del drama con Noah todos iban a saber que estuve con él. Todos lo saben, pero nadie me había hecho confirmarlo en voz alta. Decir las cosas siempre es peor. Siempre lo hace más real.

—No te estoy juzgando.

Por un instante me permito suspirar, empaño el cristal y despego la frente.

—No te culpo si lo haces —mi voz es tenue—. Seguro que, aunque no digan nada los demás también lo hacen.

—¿Lo querías?

IT'S MEWhere stories live. Discover now