Capitulo 1

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Frío.

Era lo único que había a mi alrededor, no solo el ambiente gracias a la nieve que caía de manera constante, el invierno había llegado varias semanas antes y a pesar de que era mi época favorita del año me abatía el hecho de encontrar las calle frente a mi casa vacía, esa calle por la que alguna vez caminamos juntos cuando niños, esas calles en las que compartimos tantos secretos, en las que compartimos sueños y metas, la misma calle en la que perdí tanto.

Estaba rota.

Un millón de veces he escuchado a las personas dramatizar el sufrimiento y decir frases como: me rompió el corazón, algo dentro de mí se rompió ese día, entre otras similares, nunca habían tenido tanto sentido como ahora, todo confabulaba para hacerme sentir más miserable al paso de cada segundo, cada segundo sin saber a dónde había ido después de todo lo que vivimos, todo lo que luchamos, después de que nos arriesgáramos al decir la verdad ¿no pensó en eso antes de irse? ¿no le importo en lo absoluto dejarme sola con todos los problemas que eso traería?

Deseaba sentir enojo y odiarlo, pero solo cabía tristeza en mi corazón, lo único que tenía eran ganas de llorar, una sensación de querer gritar con todas mis fuerzas y liberar un poco ese dolor que oprimía mi pecho, quería ser fuerte, levantarme y seguir con mi vida, pero no sabía cómo hacerlo ¿Cómo podría después de todo?

Aparto mi vista de la ventana de mi habitación cuando mi madre entra sin siquiera tocar la puerta

—Estoy esperando que termines de sacar tus cosas —hace una pausa valorándome con la mirada, veo un atisbo de lastima pasar por sus ojos y esfumarse, así como llego—. Las cajas me están estorban en el pasillo.

No le respondo, no por querer parecer enojada con ella, después de todo esta en su derecho, es su casa y tiene todo el derecho de sentir decepción de mí, yo misma estoy decepcionada de mí misma.

Doy un ultimo vistazo al lugar que era mi habitación, en la que todo comenzó, aprieto mis labios con fuerza al ver ahora todo totalmente vacío a excepción de la cama y el escritorio en la esquina, ganas de llorar y abrazar a mamá con todas mis fuerzas me inundan, pero me mantengo fuerte y salgo de ahí antes de derrumbarme, una vez más, al salir de frente me encuentro con su puerta entre abierta y evito a toda costa sentir ganas de entrar a ese lugar, bajo las escaleras sin fuerzas encontrándome con mis valijas listas para subirlas al coche que me espera afuera.

Tomo las llaves de mi auto de la pequeña mesita donde siempre solía aventarlas cuando llegaba del colegio y abro el maletero con el botón automático, abro la puerta principal y comienzo a subir las cajas de la manera mas compacta posible, no quiero que se quede algo aquí y tener que volver.

Mamá se limita a observarme desde el final de las escaleras sin decir nada, lo cual agradezco, termino de subir algunas cosas en el asiento trasero y cierro la puerta con mas fuerza de la necesaria, hace tanto frio que los dedos de las manos comienzan a sentirse dormidos, comienzo a castañear los dientes antes de entrar de nuevo a casa, sin ganas de soportar su mirada de decepción de mi madre me mantengo con la cabeza baja observando como moje el tapete principal con la nieve que se pegó a mis tenis, los cuales también se empiezan a sentir mojados en el interior, lo único que me faltaría es pescar un resfriado.

—Bien, —rompe el silencio mi madre—. Supongo que eso era todo

—Supongo que lo era —mantengo la cabeza baja mientras hablo por primera vez en todo el día

Se forma un silencio incomodo, quiero despedirme y abrazarla con fuerza antes de salir de esta casa, necesito un abrazo de la que era mi mejor amiga antes de salir de aquí, necesito que me diga que aun después de todo me ama tanto como yo a ella.

IT'S MEWhere stories live. Discover now