Esperó 4 años después de que la Nona falleciera, durante ese tiempo había momentos que la recordaba, momentos tristes y alegres.
No dejamos de visitar al Nono, los domingos eran memorables, levantarse y tomar mate a las 10:00 de la mañana, esperar a que el tío terminara de cocinar el asado, mientras que el Nono miraba "El Zorro" la comedia más entretenida de Argentina.
Cuando almorzabamos o cenabamos, su lugar siempre fue en la esquina de la mesa, le encantaba comer asado, empanada dulce y salada, sopa, pero siempre y cuando su comida debería ser saludable ya que le habían detectado nuevos problemas de salud.
Después de cada comida pedía permiso para levantarse, lo observábamos y nos costaba entender que su edad lo estaba haciendo mayor. Caminaba despacio sostenido de un bastón, vestido con ropa de polar en invierno y en verano con ropa de gaucho sin dejar de lado su sombrero de paja y ese aroma tan peculiar que era capas de entrar hasta la garganta.
Todo aquel que veía al Nono caminar en el patio, siempre lo recordarían como "El Don o El Zurdo" que estaba atento en como vivía sus gallinas o sus perros, caminaba de un lado a otro, tal vez observaba todo para grabarlo en su memoria.
Las veces que lo encontrábamos en la planta de mandarinas;
-"¿Nono, quiere comer uno?".
-"Si chiquita/o pela una que quiero comer".
Palabras que esperabas que solo lo diga él, palabras que te llegaban al alma, palabras memorables.Tomar mate en la sombra del algarrobo no se perdía la costumbre, ver como jugaban football en la cancha y debatir quien ganaría. Las tardes maravillosas en los que solíamos preguntar;
-"¿Como era en su época Nono?" , contaba como fue que enamoró a la Nona, como fue sobrevivir en la dictadura militar del año 1976, como evitó o se salvó en asistir al combate de Malvinas en 1982, como era trabajar en la época de su adolescencia.
Todas esas historias, las contaba y marcaba suspenso, de esas que estas atento a lo que seguirá contando. La curiosidad en saber que pasaba en su época era música para nuestros oídos.
Aveces solía contar travesuras de su adolescencia, sus carcajadas silenciosas, su sonrisa tan tierna. Cada vez que sostenía el mate, podías notar la uña creciente en su dedo pulgar de la mano, señal de que tocaba la guitarra.El mes de Noviembre, en el que cada año le aumentaba su edad, feliz, esperando a que alguien le cebe mate y le compren o hagan pan casero y tortas fritas.
Los nuevos integrantes que llegaban a la familia, lo ansioso de conocer a sus bisnietos y recordarlos para siempre.Solía decir que sus perros se enfermaron después de que la Nona se fué, decía que ellos sentían la ausencia de su dueña o tal vez ya estaban viejos. Algunos quedaban ciegos o se deprimian.
Las veces que llegábamos a la casa del Nono y no veíamos a "Capi y Fito" decía que ellos se fueron, el fragmento que él solía decir;
-"Se van lejos para que nadie los vea morir".
Y es cierto, los veíamos toda una mañana y al otro día ya no estaban, nadie sabía hacia donde se dirigíeron.
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《♥》No te olvides de votar y darle amor. Hasta la próxima
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《Rincones Memorables》Relatos
Teen FictionHoy Quisiera recordarte Cuando estabas bien Cuando aún reías No No importa dónde fuiste No importa cómo fue Porque aún hoy vives Ya no importan las palabras Importa nada más Todo lo vivido Estarás cerca de mí Como una estrella Estarás cerca de mí Vo...