𝐀𝐥𝐟𝐚 | Teen Wolf | #1

8. Scott.

Mi día iba fatal. El entrenador me había castigado por faltar a clases y romper tres pelotas de baloncesto. Lo siento tengo uñas muy largas...

Su castigo consistía en ir a una clase de reunión en el campo con los jugadores de Lacrosse, se suponía que yo iba a ser una clase de esclava del entrenador. Claro que el no lo dijo así, lo describió como "ayudante para controlar a los alumnos", en otras palabras, esclava.

Iba sentada en el asiento de enfrente de Stiles y Scott. Aveces me giraba para poder charlar con ellos, o mejor dicho con Scott.

Iba con mis audífonos puestos escuchando música a todo volumen.

THIS IS THE PART OF ME. THAT YOU'RE NEVER GONNA EVER TAKE AWAY FROM ME. NO. THIS IS THE PART OF ME THAT YOU'RE NEVER GONNA EVER TAKE AWAY FROM ME.

Estaba tranquila cantando en mi mente hasta que alguien me saco de mis pensamientos.

— ¡Alex! ¡Alex! —me decía Scott mientras se acercaba a mi asiento por detrás.

— ¿aah? —le respondí mientras me sacaba los audífonos.

— ¿Puedes venir al asiento de atrás? —me pregunto algo débil.

— Si. Claro. —le respondí mientras me salí de mi lugar dirigiendome al de el.— ¿Qué sucede? —le pregunté mientras tomaba asiento junto a el.

— Mira esto. —Scott se levantó su camiseta dejándome ver una herida muy grave.

— Scott... —susurré.

— Se que se ve mal, pero va a sanar. —me respondió.

— Scott, se ve muy grave. No tendrías que haber venido.

— Lo sé pero... —Scott se detuvo por un momento y empezó a levantarse.

— ¡Scott! ¿Que haces?

— Boyd... Va hacer algo. —me respondió.

— ¿De que estás hablando? —le pregunté nuevamente.

— Mira sus manos. —me dijo mientras me señalaba a Boyd.

Scott y yo nos levantamos pero el fue hasta donde estaba Boyd, ignorando por completo lo que le estaba diciendo. Al llegar con él le dijo algo que no escuché. Lo que sea que le haya dicho, hizo que se calmara.

Scott volvió a sentarse pero junto a el ahora se había sentado Stiles, nuevamente. Así que me tocó volver a ponerme los audífonos y escuchar mi bella música.

— ¡Vamos hacer esto! ¡Nada va a detenernos! —gritaba el entrenador. El entrenador se había vuelto más loco de lo habitual.— ¡Stilinski baja la mano! —volvió a gritar el entrenador.

— Hay un área de descanso como a ocho kilómetros, no sé si debamos parar y... —indicaba Stiles.

— No vamos a parar. —lo interrumpió el entrenador.

— Bueno pero si paramos...

— ¡Stilinski! —lo volvió a interrumpir el entrenador, pero esta vez hizo sonar su silbato.— ¡Silencio! Enserio, es un autobús pequeño ¡Deja de hacerme preguntas!

— Lo odio... —dijo por último Stiles.

De verdad era muy gracioso ver cómo el entrenador siempre interrumpía a Stiles y lo retaba.

[...]

Luego de que el estúpido de Stiles hiciera vomitar a Garret tuvimos que bajarnos en una clase de parada dónde habían baños.