13. Argent.

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Ahora me encontraba en la camioneta junto a Isaac. Esperábamos a qué Allison hiciera una video llamada al celular para comenzar con el plan.

Intentaba concentrarme para sanar. Las heridas de alfas no sanan fácil, y menos si es de un alfa transformer.

Se me hacía imposible concentrarme ya que Isaac no podía quedar quieto. Hacía que si pierna rebotara continuamente, y a cada rato se rascaba en algún lugar del cuerpo.

Parecía nervioso.

— ¿Puedes dejar de moverte? Trato de conecentrarme. —me quejé, ya que sus continuos movientos me estaban estresando.

Isaac no me respondió. Trato de dejar de moverse, pero su pierna aún continuaba dando pequeños saltos.

— ¿Está todo bien? Te noto tenso.

— Estoy bien. —me respondió girando su mirada a la ventana.

Ignore a Isaac, si él no quería decirme lo que le sucedía, yo no le iba a insistir.

Luego de un buen rato la llamada de Allison llegó.

— ¿Listos? —preguntó Allison desde la pantalla del celular.

— Si. —le contesté.

— ¿Estás nervioso? —preguntó notando los constantes movimientos de Isaac.

— ¿Me veo nervioso?

— No, para nada.

La imagen cambió luego que Allison ubicó el teléfono en el lugar correcto para ver cuando aparecían los gemelos.

Tan solo pasaron unos segundo cuando aparecieron los gemelos en la pantalla.

— Ahí están. —me avisó Isaac. Simplemente le asentí con la cabeza.

Isaac condujo rápidamente hasta llegar a la ambulancia donde Stiles, Scott, Cora y Petter ya se encontraban listos para subir a la camioneta; pero algo extraño sucedió, Scott no entró a la camioneta sino que corrió al interior del hospital con Stiles detrás de él.

Cuando estaba a punto de bajar para ir por ellos Peter trabó mi puerta antes de que pudiera hacerlo.

— ¿Qué? Abre la puerta, voy a ir por ellos. —mi tono estaba fuerte, se notaba que estaba enfadada.

— Estoy evitando que te maten, pequeña alfa.—me respondió, por lo cual de mi salió un pequeño rugido.

— ¿Por qué mejor no evitas que te maten a ti?

Volví a girarme a la puerta, la cual no dude en abrirla nuevamente. La destrabe casi rompiéndola. Iría por mis amigos.

¿Amigos? Genial, nunca usé esa palabra. Se siente lindo decirlo.

Corrí lo más rápido que pude hasta el hospital.  Llegue al ascensor, el cual ahora estaba abierto; pero lo que me encontré fue a Derek en el suelo sin reaccionar.

No sabía que hacer, le había dado varios puñetazos en la cara esperando que reaccionara, pero fue inútil.

Estaba en pánico. Mi respiración empezó a acelerarse mientras en mi cabeza pensaba lo peor.

— ¡Vamos Alex! Piensa, piensa. ¿Que habría hecho papá?

Mientras sujetaba mi cabeza con ambas manos, algo llegó a mí. Fue como si una lamparita se prendiera en mi cabeza.

Debía rugirle.

Ok, debo admitir que suena muy raro si lo digo así; mejor se los explico. Una vez sucedió algo así con alguien de la manada de mi padre, y lo que él hizo fue rugirle hasta despertarlo. El rugido de un alfa es capaz de muchas cosas.

𝐀𝐥𝐟𝐚 | Teen Wolf | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora