Capítulo 1

222 19 2
                                    

Abro los ojos a una habitación completamente nueva para mí. Aunque tiene un sentimiento raro, puedo entender que hay un escritorio y tras él se encuentra una silla sobre la cual yace una figura femenina de apariencia joven y de belleza impresionante. Ni siquiera la mejor de las Idols podría hacerle competencia. De cabello turquesa que, aunque no debería funcionar en una persona real, a ella le sienta perfectamente dándole un aire celestial. Puedo ver que sus ojos también comparten tonalidad azul al igual que su conjunto de ropa, algo excéntrico, que tenían ese toque fantástico que tanto estaba acostumbrado a ver en videojuegos, anime y mangas. Más que caer enamorado, simplemente me siento bendecido de presenciar una obra de arte antropológico que rebasa con creses las expectativas de la modificación genética. Si es que existían las divinidades o seres celestes, lo que estaba viendo definitivamente era un buen ejemplo.

Ante me vista perdida, la posible deidad me dirigió la palabra con un rostro sereno y solemne.

-Kazuma Satou... -

-...-

-Lamento informarle que usted acaba de morir. -

-... ¿Qué? -

No puedo recordar mucho sobre cómo fue que llegué aquí por lo que mi mente muy apenas estaba procesando lo que sucedía, ¿pero haber muerto?

-Por lo que veo aún estas algo confundido, así que déjame explicártelo...-

Empezó mencionando su nombre, su trabajo y de lo que trata este lugar. Entonces mencionó algo sobre las almas que vienen de Japón terminando aquí y... ¡Ya lo recuerdo!... ¡Oh, demonios! Fue de las pocas veces que pude salir y, por un impulso estúpido de autosacrificio, terminé siendo arrollado por un camión.

Al parecer, mientras recordaba más detalles, ella también mencionó sobre mi muerte. Me preocupé de lo que pudo haber pasado a la persona que intenté salvar. Estaba a punto de preguntar sobre lo que pasó con ella, cuando...

-Pfft... Ja ja ja ja...-

Esta riendo... ¿Por qué está riendo?

-En todo el tiempo que llevo aquí jamás había visto una muerte tan patética~ ja ja ja ja~... -

Como si fuera un alcohólico tras escuchar un chiste de mal gusto, la figura enfrente de mi empezó a perder su temple con carcajadas al punto de tener que detenerse un momento para recuperar el aire.

-... ¿Eh? -

-Ja ja ja ja~ Esa chica no estuvo en peligro desde un principio. Lo que se acercaba era un simple y lento tractor. Tu solo saltaste sin previo aviso y quedaste en shock al creer que un camión te había arrollado. - Dijo mientras lloraba de la risa. - Y entonces en el hospital los médicos no pudieron controlar su risa al enterarse de lo que te pasó al punto de descuidar tus signos vitales dejando que un paro cardíaco te matara. Y lo mejor fue cuando le contaron a tu familia quien al enterarse de ello no pudieron controlar su risa~- Dijo para entonces volver a perderse entre carcajadas.

Kazuma por su parte estaba con una expresión en blanco. ¿Qué hacer? ¿Qué podía? ¿Qué debía hacer? ¿Llorar de la humillación que experimentaba? Pero si ya está muerto, no es como que importe lo que los vivos piensen de él. ¿Gritarle a la persona que tiene al frente como siempre hacia cada que algo no salía como él quería? No la conoce y sería su culpa esperar algo de la gente, el mismo sabía que esperar algo de alguien solo le llevaba a la decepción absoluta. No había nadie en quien pudiera confiar y enojarse solo lo haría sentir peor. Solo queda...

-Ha~ hacía tiempo que no reía así. Que buena forma de liberar mi estrés. - Dijo mientras se ventilaba con una mano y recuperaba el aliento.

-Je...ja... Ja ja ja.. JA JA JA JA JA~-

Malo Para El Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora