Compañeros de trabajo.

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El rubio despertó con un fuerte dolor de cabeza que atosigaba sus sienes y hacia que las venas de su ya musculado cuello estuviese a punto de reventar por tanta presión, se encontraba en una especie de jaula, pero eso no era lo que le molestaba, por supuesto que no, en Asgard ya había dormido un par de veces fuera de aquellas sábanas de seda que los sirvientes de la corte preparaban para él (no vaya a ser que su culito de oro se irritara por usar poliéster, había oído comentar a veces a Tony Stark, pero desconocía las razones de porque su culo sería de oro, y qué demonios era ese material poliéster, así que nunca le vio sentido a la oración), no, la razón de su migraña y de su altas ganas de explotar el mundo no se encontraba más que a unos metros, donde un pelinegro cruzaba sus piernas con elegancia encima de un anciano con mal gusto para el maquillaje (debía admitir que se veía bastante bien para su edad, pero su varonil orgullo nunca lo haría).

Para añadir más comodidad a toda esa situación, una turbulenta acumulación de gente aplaudía como si su vida fuera en ello, los gritos y coros en a saber que idiomas solo aumentaban cuando el Gran Maestro clamó el nombre de los participantes, por lo que pudo entender él se enfrentaría a un campeón que no había sido vencido en rondas, eso le causó gracia, el dios del trueno viéndose derrotado por un mero gladiador, como si fuera posible.

Si solo supieras, ególatra protagonista.

Las rejas de dos jaulas se abrieron, y allí, en la arena, unos pasos se hicieron notar de forma casi sísmica, ya que la arena del centro, los granos más pequeños empezaron a saltar, entonces el rubio tragó saliva y se dió cuenta de que el campeón no estaba caminando hacia una muerte segura, sino que la muerte iba hacia él, corriendo, cerró los ojos durante unos segundos y cuando reunió la sensatez para tomar su arma (dejada delicadamente a su lado), se alzó y corrió con el mismo entusiasmo que el contrario, al verlo, en su rostro se dibujó una sonrisa amplia e ingenua, se giró hacia el Gran Maestro y alzó sus manos.

-Es mi compañero del trabajo...-rió a carcajadas y contempló a el pelinegro con más alegría aún- ¡Es el midgardiano, Loki!

El nombrado solo supo agachar la cabeza con bochorno y suspirar ante la actuación de su bárbaro compañero de cama.

Cuando el rubio se giró hacia el rabioso verde, adelanto su caminata con la intención de darle un abrazo, hasta que esté le barrio de su dirección con un sencillo puñetazo.

"Ay Thor, no creo que sea tu compañero de trabajo...", río con mofa Loki desde las gradas.

Perdón por ausentarme...Es que...No tengo disculpa,pero les amo.

A partir de ahora voy a escribir más seguido y...Seguramente haga publicación de una nueva historia Todobakudeku, si les gusta el género y quieren leerla, estaría encantada.

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⏰ Última actualización: Jan 21, 2021 ⏰

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