imaginas → Naruto🍥edition

🌿Tobirama.

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Dai caminaba tranquilamente por las calles de Konoha, iba directo a la torre del Hokage, tenía tiempo que no iba a ninguna misión, así que iría a exigir alguna.

— ¿Qué haces aquí, Hyūga? — resonó una voz a su espalda.

— ¿A ti qué te importa, Uchiha? — contestó ella chocando miradas con el líder de los Uchiha, Madara. Ambos se miraban, serios, los demás veían desde lejos toda la situación. Pero Dai no aguantó más y soltó una gran carcajada.

— Eres una tonta — rió Madara, acercándose a su amiga.

— Tu cara es muy graciosa — dijo la chica tratando de recuperar la calma. Abrazó a su amigo por los hombros y lo estrujó en sus brazos - ¡Te extrañé maldito imbécil!

— ¡Oe! Qué fuerza tienes, mujer — el hombre trató de soltarse pero no podía — el insulto estaba de más, pero yo también te extrañé — ambos jóvenes eran muy amigos, a pesar de sus diferencias, habían podido entablar un vínculo muy fuerte.

De lo que no eran concientes es que cierto albino los observaba, furioso, detrás de unos árboles. Cuando vió las sucias manos de Madara en los brazos de Dai, salió como bala directo a ellos.

— Uy, ahí viene la bestia — murmuró el peli-negro. La azabache se giro sobre si misma y vio como de acercaba el Senju. Respiró profundo, conteniendo la risa.

— Uchiha — dijo Tobirama, mirando seriamente a Madara, quien solo asintió — ¿Qué haces Dai? — preguntó viendo a su prometida, suavizando su mirada.

— Iba con Hashirama, y me encontré con Madara — comentó sonriendo la de ojos perlados. Tobirama solo se le quedó viendo directo a los ojos — bien — murmuró la joven, rodando los ojos — nos vemos Madara — el Uchiha sonrió, mientras se acercaban para abrazar a la Hyūga. Una tos falsa los hizo separarse.

— Calma fiera, si quisiera, ya te la hubiera robado — exclamó Madara, guiñandole un ojo a Tobirama y yéndose lejos. Tobirama apretó los puños apunto de salir detrás de ese maldito Uchiha.

— Basta Tobirama — puso una mano en el pecho del mayor, evitando que siguiera a su amigo — ¿Y tú qué hacías espiando? — Tobirama lo vio algo sorprendido, pero luego recordó — A estos ojos no se les escapa nada — comentó riendo la joven.

— No me gusta verte cerca de él — murmuró el albino.

— ¡No te gusta verme con nadie! — se carcajeo Dai, su prometido era bastante celoso, casi nunca tenía problemas con eso, pero si se trataba de Madara, bueno, esa era otra historia. Aún así lo amaba incondicionalmente, no podía imaginar otra vida que no fuera con Tobirama. El ninja tomó el rostro de la peli-negra y le plantó un beso en los labios, moviendolos suavemente — Tobirama, estamos en público — susurró violentamente la joven. Tobirama rió, no le importaba que todos vieran, mejor aún. Es más, la volvió a besar, un poco más intenso que la última vez, mordiendo su labio.

— Vamos entonces — tomó la mano de la Hyūga, caminando hacia la torre del Hokage. Mientras, Dai trataba de calmar su corazón agitado y bajar el rubor de sus mejillas.

— Sobre tus celos — comentó la joven, después de unos minutos de silencio y un poco más tranquila. Tobirama la miró de mala forma, pero ella no le dió importancia — tendrás que aprender a compartirme.

— ¿A que te refieres...? — cuestionó confundido. La oji-perla dejó de caminar y se tomó el vientre. Al principio, el albino no lo captó, enseguida sus ojos se abrieron, casi saliendo de sus cuencas. Pero antes de que pudiera decir algo, llegaron algunos ninjas a hablar con él. Dai se rió y aprovecho para huir del lugar.

— Si, si... Esperen, no tengo tiempo... ¡Dai! — gritó Tobirama, persiguiendo a la joven, con una sonrisa plasmada en su rostro.

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Espero que les guste 🥺